El libro del Tesoro

6.

Regreso con sus amigos, estaban distraídos jugando en la arena.

La arena era tan suave no era una arena normal, era blanca y cristalina. El viento soplo de lo normal, Marc aprovechando la hermosa arena hizo unos angelitos insinuando nieve. Por otro lado Thom, corrió para hacer compañía en la diversión.

Después de un corto tiempo, el niño lector les aviso a sus amigos regresar al restaurante. Caminaron hasta el lugar, "Mala Pata" estaba molesta en que los niños desaparecieron sin avisarle.

-¡En dónde estaban!

-Fuimos un rato al...-hablaba Theo.

-Al mar- dijo de inmediato Thom.

-La próxima avísenme, recuerden, estamos en un trato.

¨Mala Pata¨ ya estaba dando una pista de que luego serán asesinados, cosa que Thom ya sabía. Los demás no habían entendido esas venenosas palabras, para el chico lector era como un disparo en el estómago.

-¿A dónde iremos?- adelanto Sam el paso.

-Iremos al mercado, por un rato para comprar algunas cosas, después regresaremos al barco y comenzaremos con la búsqueda del cofre.

El capitán guardaba el royo y por nada del mundo se lo daría a los niños. Pensaba que estos niños, también fueran de listos.

Caminaron para llegar al mercado. Sus miradas expresaron asombro al ver a tanta gente en un sitio tan pequeño. Los puestos estaban pegados, por todas partes se escuchaban las voces de doncellas vendiendo.

Toda la gente estaba alegre, las mujeres llevaban canastas como parte de su bolsa, los hombres pasaban acompañadas de sus esposas y otros que solo estaban por tal vez ser mandados por sus mujeres a comprar algo necesario.

Los chicos no estaban acostumbrados ver algo de una época diferente a lo que están acostumbrados, si ellos son chicos de ciudad y de una época contemporánea es normal sentir tanto asombro.

-Esto es... GRANDIOSO- habló Theo- es como estar en el pasado.

-¿De qué estás hablando?- Yasu estaba confuso ante sus palabras.

-Bueno, es que en dónde venimos hay edificios, centros comerciales y hasta internet.

-¿Internet?

-Sí, internet es una red de redes que permite la interconexión descentralizada de computadoras a través de un conjunto de protocolos denominado .

-¿Qué es eso?

-No le haga caso, es que a mi hermano le gusta inventar cosas- interfirió Thom.

Thom, ya tenía la suma confianza a Yasu, que estaba dispuesto preguntarle cualquier cosa. Ya que él había traicionado y si el capitán lo subiese estaría encarcelado o peor muerto. Así que ambos ya eran cómplices.

El chico jaló a Yasu atrás de un puesto mientras que sus amigos estaban en otro admirando los collares hechos a mano. Unas manualidades extravagantemente increíbles y difíciles de hacer.

-Dígame Yasu, conoce a Kylan Beer- mostró la foto.

El bufón le arrebato la foto, como si fuera que era un pecado tenerlo.

-Insolente mocoso, sabes en que te has metido- sus ojos expresaban furia pero a la vez miedo, una combinación perfecta para saber que este pequeño se había metido en un gran peligro. –Sí el capitán llega a saber que entraste de nuevo a su camarote no volverás a ver la luz.