-¡Dipper!- Gritaba Mabel desde el otro lado de la habitación, algo desesperada, no sabía que ponerse para su cita con un chico gótico, que a los ojos de Dipper parecía un zombie.
-¿Qué pasa mab..?-la pregunta del castaño fue interrumpida al ver que en ese vestido su hermana se veía más adorable que de costumbre y su cara se veía más radiante de lo común
-¿Pasa algo con el vestido, es que no me queda?
-No, no mabs, s-se te ve de maravilla-lo dijo por no decir que se veía hermosa, pues su hermana sería muy orgullosa y le pediría que repitiera esa palabra una y otra vez.
-Entonces, cool, solo hace falta ponerme mis aretes de estrella, no vas a actuar raro esta vez, ¿verdad Dip?- El Pines estaba más enojado que de costumbre, y no era ese típico tipo de celos los cuales consistían en pensar que Mabel ya tenía más citas que Dipper, no, era otro tipo de celos, temía a que alguien le quitara a su hermana.
-No Mabel, te lo prometo.
-¿Pasa algo bro, bro?- Mabel estaba preocupada, ¿acaso su hermano se había molestado con ella?-Sabes que puedes contar conmigo.
-No mabs, perdón, estaba pensando en que podría hacer para impresionar a Wendy hoy, ¿algún consejo?- Era obvio que Dipper solo no quería que Mabel fuera a esa cita, se podría quedar con él en casa...
-Pues, solo me queda decir que seas tú mismo-Le dijo Mabel con una sonrisa y susurrándole a Dipper el consejo. -Bueno me tengo que ir Dip, ¡no volveré pronto!
El castaño tapo sus sonrojadas mejillas hasta que Mabel abandonara la habitación y desapareciera por el pasillo, al parecer ese susurro fue algo lejos.
-Calma viejo, ¿qué rayos? Es tu hermana, ella no, ella no.- Se dijo a sí mismo, pero de ese trance no podía salir.
Cuando Mabel regreso a la cabaña, no se veía feliz o alegre, más bien se veía apagada, ¿pero qué le había pasado?.
-¿qué pasa calabaza?- preguntó Stanley algo alarmado, ¿es que su novio resultó ser un gran idiota?
-No, no pasa nada, es solo que me caí y quiero recostarme en mi cama- Parecía que quería contener algo, pero ese algo no era risa, eran lágrimas.
Llegó llorando a la habitación y Dipper en seguida levanto la vista de su libro y miró a Mabel.
-¡Hey!, ¿qué tal Mab?- Una vez más la pregunta de el menor de los gemelos fue interrumpida.
-¿Qué pasó allá Mabel Pines?-Le llamó por su nombre completo, de verdad ver llorando a su hermana le partió su misterioso corazón y más ahora que sentía retorcijones cada vez que la veía.
- Dip, ¿puedo preguntarte algo?-Mabel le dijo encogiéndose de hombros y tapando sus ojos rojos acompañados de lágrimas.
-Claro, Mabs.
-¿Crees que soy torpe?-le dijo la castaña con inseguridad, temía a escuchar algo que ella no quería.
-Mabel, no lo eres, tú lo sabes muy bien, eres tierna y bonita ¿Qué más podría querer un niño?-El castaño miraba a Mabel con unos ojos especiales, ahora estaba más seguro de que ese amor no era de hermanos.
-Norman dijo que era torpe e inmadura, y que no era lo bastante adorable, tarde casi dos horas en arreglarme-Mabel se recostó en el hombro de Dipper quien ahora estaba sonrojado.-¿Dip, por qué estás rojo?
-No es nada Mabel, ese tonto no sabe con quién se metió-El pines había pegado con su puño a su mano izquierda lo que hizo que Mabel se parara de la cama.
-No bro, bro, no le digas nada, la karma se va a encargar de él- Mabel se veía preocupada pero ya no lo estaría más.
-Mabel, yo te... Yo mmm..pues es algo complicado. -El pines estaba revelando su inquietante secreto.
-¡No juegues ahora hermano!, tengo el corazón roto, no estoy de humor.
-Yo te amo, Mabel.- Esas palabras hicieron que Mabel mirara a Dipper algo sorprendida, nunca había escuchado eso saliendo de la boca de su hermano.
-¿Dipper?esto es más penoso que el abrazo penoso familiar.-Mabel tenía un leve sonrojo en sus mejillas no sabía porque pero no le molesto en lo absoluto que Dipper le dijera eso.
-Ven acá Mabs, dale un abrazo a tu hermano, el que golpearía a Norman con tal de ver tu hermosa sonrisa otra vez.-No hacía falta que lo dijera, Mabel lo abrazó con mucha fuerza, ahora se sentía en una burbuja de cariño solo con Dipper.-El castaño le dio un dulce beso en la frente a Mabel, de nuevo la castaña se sonrojó.
-Te quiero Dip.- Esas palabras bastaron para que el hermano menor de los Pines se acercara lentamente a la boca de Mabel y besara a la Pines, debía admitir que no le molestaba tener los labios de su hermano, más bien le encantaba.
Se dejaron de besar para cerrar la puerta de la habitación, pero eso no evitó que Dipper profundizará el beso, ahora el mordía los rosas labios de Mabel y ahí los tenías a los gemelos tragándose a pequeñas mordidas y lengüetazos, ahí Mabel era la experta, Dipper le seguía torpemente el juego.El beso termino por falta de oxígeno, maldito oxígeno.
Dipper al igual que Mabel estaba sumamente sonrojado, Mabel lo veía con ojos especiales, esos reservados para la persona que le gustaba.
-¿Y porque nunca te molesto que saliera con chicos?-Preguntó Mabel quien ahora se encontraba algo confundida.
-Por qué sabía que podría hacerte enojar si te impedía salir con ellos sin ninguna razón aparente, además de que me encantaba ver tu cara iluminada y tu sonrisa angelical.
Dipper comenzó a darle besos en el cuello a Mabel, algo profundos, pero a la castaña no le molestaba en lo absoluto, más bien le encantaba.
Como los momentos buenos siempre tienen su fin, en este caso era que el tío Stan gritaba al ver que pato comía una de sus nuevas atracciones. Dipper salió corriendo de la habitación sin percatarse de que Mabel le jalo el brazo, el castaño obligado volteó su mirada hacia su hermana.
-Dipper, nadie nunca me había hecho tan feliz como tú- Susurró con una voz casi inaudible pero suficiente para ser escuchada por el castaño.
-No había estado tan enamorado de alguien tanto así como lo estoy de ti ahora.
Se dieron otro pequeño beso en los labios, en el cual Dipper acaricio la cintura de su hermana y Mabel acaricio el cabello del menor.
El tío Stan se había cansado de que los gemelos no bajarán para ayudarlo así que decidió subir a la habitación, ¿pero que encontraría al abrir la puerta?
-¡Niñooooooooooos! Dijo Stanley con un grito ahogado y algo perturbado después de ver que sus sobrinos-nietos se estaban besando.
FIN
ESTÁS LEYENDO
Pinecest [One shots]
FanficÉl pines no sabía exactamente lo que rondaba en su cabeza a los 13 años, no, no, él no podría estar enamorado de la chica equivocada, ¿acaso era esa chica su hermana?