[ Baekhyun ]
Ya había perdido la cuenta de cuantos golpes había recibido por todo el cuerpo, no podía levantarme de ése frío y sucio suelo de los pasillos del colegio; también había perdido la cuenta de las veces que me habían dejado así, o mucho peor, con moretones por todo el el cuerpo, el labio y la nariz sangrando, hasta algunas costillas rotas.
Nunca pude hablar de eso, cada vez que me dejaban golpeado ( siempre ) debía faltar una que otra clase para sanar yo mismo mis heridas, por eso no me iba tan bien en el colegio. Siempre llevaba un botiquín con lo necesario en él para Curar las heridas, prácticamente era una rutina de todos los días; Chanyeol era el que más disfrutaba verme sufrir, verme llorar y retorcerme de dolor gracias a sus golpes y patadas, siempre era así, hace como dos años lo hacía, y no era el único, tenía dos amigos más; JongIn y JongDae. No tenía ni la menor idea de por qué lo habían. Pero bueno.
Me levanté con cuidado le suelo, agarré mi mochila y no sé cómo, pero llegué al baño más cercano; por suerte la campana que indicaba que el receso había terminado sonó y ya no habían alumnos en los pasillos ni el los baños. Me encerré en uno de los cubículos y me senté sobre el retrete, saqué el botiquín y comencé a limpiar mis heridas para luego curarlas. Luego de unos minutos de haber curado algunas guardé mis cosas y salí con cuidado del cubículo; así como esos imbéciles me habían dejado no podía asistir a clase, así que me decidí a quedarme encerrado en el baño hasta que la campana de la salida suene ( que serian en unas 3 horas más ).
No quería ir a casa, sinceramente no sabía que era peor, el colegio o mi casa. Sufría bastantes abusos también ahí, mi padre era un alcohólico, sólo vivía con él, ya que mi madre había muerto en un accidente de tránsito hace como cuatro años atrás, desde ese entonces, mi padre comenzó a beber demasiado y a volverse muy violento conmigo, él me culpaba de la muerte de mi madre, me decía que yo debía estar a diez metros bajo tierra, no ella. Cada vez que lo decía yo me echaba a llorar, ¿saben lo doloroso que puede ser que tu padre te diga eso? Bueno, lo era, y mucho.
Luego de unas horas la campana sonó, en realidad no quería ir a casa, así que decidí ir un rato a la laguna del parque cercano al colegio; estar ahí me calmaba mucho. Me recostaba bajo un árbol y observaba a los peces nadar y las personas sonrientes y alegres pasar; una que otra pareja agarrada de la mano, susurrándose palabras de amor a el oído; me preguntaba si eso podría pasarme alguna vez en la vida... Tener a alguien que cuide de mí, que me respete, me haga feliz y me ame... Pero no lo veo posible... Digo, ¿Quién en su sano juicio se enamoraría de una escoria como yo? Un chico débil y estúpido. Si, eso es lo que soy... Soy un maldito debilucho que no puede defenderse de nada ni de nadie... A veces pienso que lo que dice mi padre es verdad, tal ves yo debí estar en el lugar de mi madre, no ella, ella era tan dulce, amable y hermosa, todas las personas que conocía se apegaban a ella por su dulce carácter, en cambio yo que todos corren de mí, por ser como soy.
Salí del cubículo en el que estaba y observé si ya no había nadie en los pasillos y lo confirmé. Caminé lentamente como pude hasta salir del colegio; luego de unos varios minutos caminando por fin llegué, me acosté bajo el mismo árbol y cerré los ojos un rato, quería olvidarme de todo al menos unos segundos.
Ya estaba a punto de quedar completamente dormido, a no ser por que alguien tocó con delicadeza mi hombro izquierdo y me habló.
- H-hola... Estás bien?. - Dijo algo preocupado. Subí la vista y me encontré con sus ojos, en realidad sonaba muy preocupado.
- Hola, estoy bien. - respondí y me limité a sonreír levemente con los labios sellados y me senté mejor.
- Pensé que estabas muerto o algo por el estilo... ¿Quién te hizo esto?. - se agachó hasta mi altura y tomó mi rostro con suma delicadeza para ver los golpes que tenía. Hice una mueca de dolor y cerré los ojos. En realidad jamás alguien se había preocupado por mí, ni me había tocado con tanta delicadeza, me parecía muy extraño.
- Eso no importa. - me aparté un poco de su cuerpo y lo observé, era bastante guapo; era un hombre alto mas o menos de veinte o veintidós años; su piel era perfectamente blanca, tenía el cabello de color negro y unos ojos ojos verdaderamente hermosos de color marrón oscuros. Vestía unos pantalones ajustados negros, una remera con forma de cuello 'v' color blanca y una chaqueta de cuero negra.
- Te llevaré al hospital y llamaré a tus padres, ¿De acuerdo? - Negué rápidamente con la cabeza y me paré como pude, gracias al árbol.
- N-no... G-gracias por preocuparse por mí.. Y-yo ya debo marcharme. - no pude hacer una reverencia, ya que apenas si podía moverme, el cuerpo completo me dolía, pero debía prepararme para lo demás... Mi padre ebrio.
Comencé a caminar lejos del apuesto muchacho, cojeando un poco ya que también me había dañado un poco el tobillo del lado derecho. Sentí cómo el muchacho sujetaba con delicadeza mi brazo, con tal de no dañarme más.
- Déjame al menos que te lleve a tu casa,¿si?, no puedes ni caminar. - luego de varias suplicas más asentí con la cabeza y me fui con aquel muchacho, en realidad tenía un poco de miedo, ya que no sabía ni su nombre, y no cualquiera va y te ayuda así como así.
Subimos a su coche ( supongo que era su coche ) y me ayudó a sentarme en la parte delantera de éste; para no dañarme, optó por no ponerme el cinturón. No dije nada, sólo mantuve la vista hacia a fuera; mirando los edificios, casas, arboles y personas pasar.
Le había dicho "la dirección de mi casa" ( obvio no, no sabía si sus intenciones eran buenas aún, bueno... Estoy pensando que lo son, porque hasta ahora no me ha hecho nada ).
Le dije que me dejara en la esquina de la casa, por que no quería molestar más, ya había hecho bastante en acercarme a mi "hogar". Cuando el coche paró, con ayuda del chico bajé y acomodé mis cosas. Su mirada aún estaba llena de preocupación, pero en realidad ya he pasado por casos como esto ( creo ), que gente de mierda de haga pasar por buena gente para supuestamente ayudarme, pero yo era y creo que aún lo soy tan imbécil, ingenuo y confiado ( tan ) que dejo que eso pase, y termino siempre humillado.
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Confía En Mi.
FanfictionBaekhyun era un chico de 16 años que lo único que deseaba era ser feliz una vez en su vida al menos, su vida se trataba en recibir insultos, golpes y burlas por parte de su padre y compañeros de colegio. Pero luego conocerá a una persona que lograr...