Confía En Mi.

CAP 2

Bajé del coche y me despedí del muchacho con una leve sonrisa; antes de que pudiera salir casi corriendo de ahí, él me agarró de la mano e hizo que me volteara a verlo.

- Esto... No me haz dicho como te llamas... Mi nombre es Oh SeHun, ¿ Y el tuyo ? - me quedé callado unos minutos antes de contestarle.

- Byun Baekhyun. - hice una mueca con la boca y traté de safarme de su agarre, pero él era más fuerte-. Emm.. ¿Puedes? - le dije mirando como me sujetaba.

- Oh... Si. Bueno, esperó volver a verte de nuevo.

- No lo creo. - Murmuré bajo y bajé la mirada unos segundos antes de volver a mirarlo-. Pero bueno. Debo irme. Adiós. - no le dejé tiempo para hablar y me marché con dirección a mi casa, o más bien... 'Mi infierno'. Al llegar noté que mi padre ya había llegado, ya que su coche se encontraba frente a la casa, maldije la idea de ir al lago para 'relajarme', ya que mi padre se ponía realmente furioso al no encontrarme en casa.

Entré a la casa, cerrando luego la puerta con cuidado y despacio para tratar de no hacer ruido y poder escabullirme hasta mi habitación, pero no funcionó, en un abrir y cerrar de ojos ya estaba en el suelo, siendo golpeado por ese hombre, que se hacía llamar "mi padre". Agarró en sus manos un puño de mis cabellos y me levantó, para estarparme contra las escaleras; lágrimas comenzaban a caer y a resbalarse sobre mi mejilla, que se comenzaba a mezclar también con la sangre. Traté de cubrirme, pero no pude, me pateó con fuerza en el estómago, provocando que tosiera sangre.

Luego de que se había cansado de usarme como su saco de golpes, se marchó a la sala de estar y se acostó sobre el sofá, mientras miraba la televisión y bebía más alcohol.

Me levanté un poco y arrastrándome llegué a mi habitación; al llegar ( no tengo idea de como llegué hasta ahí, pero lo hice ) creo que me había roto una costilla, lo que si al llegar me encerré en el cuarto y caí inconsciente. Sumando los golpes de el estúpido de chanyeol y sus amigos, junto con mi padre pasó eso.

Ya no quería seguir viviendo así, sólo quería que todo acabase, quería huir de mi casa, pero como mi padre se gastaba todo el dinero en alcohol, había veces que no comía, una vez me quedé como dos días seguido sin tragar una mísera miga de pan, por eso era tan flacucho y débil.

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Desperté bastante a dolorido, intenté levantarme, pero una recibí una punzada en el estómago, haciendo que cayera de nuevo en el suelo, solté un quejido de dolor, en verdad que ni podía moverme, me arrastré hasta mi cama y me acosté, en realidad no era una cama, era un viejo y sucio colchón en el piso, cubrido con mantas rotas. Miré el despertador y ya eras las 08:37 ya era tarde para ir al colegio, en realidad ni pensaba ir, apenas sí podía arrastrarme. De seguro mi padre ya se había ido para su trabajo, el trabajaba como contador para el dueño de una pequeña empresa de autos, no ganaba mucho, siempre se quejaba de que trabajaba como negro y no recibía casi nada, y como ya les había contado, lo poco que ganaba se iba a gastar en alcohol.

Dormí un rato más, hasta que oí el timbre sonar, quise ignorarlo, para que el que lo había tocado, se fuera, pero había insistido varias veces más, me levanté con ayuda de una silla que estaba cerca y con ayuda de las paredes u objetos que encontraba por el camino, llegué hasta la puerta y observé de quién se trataba. Era él. El tal SeHun.

Estaba confundido, ¿por que había venido a mi casa?. No sabía si debía abrirle la puerta y dejarlo pasar para que me vea en éste estado en el que estoy, todo amoretonado, ensangrentado y sucio.

Me limité a abrir un poco la puerta y llamarlo.

- ¿Qué haces aquí? - él, que ya había decidido en irse volteó y se acercó.