daddy taylor » shaylor

09» Shit

— ¡¿Cómo dices qué dijiste?! —grito Matthew, levantándose del sofá.

—Dije que perdone a Tay...

—¡Lo sé, te escuche bobo! —volvio a gritar el rubio — ¿es que no te das cuenta que vas a salir lastimado, Shawnie? —murmuro preocupado.

—No es así, él no me lastimará —susurro, evitando su mirada.

—¡Abre los ojos, Shawnie! Ya rompió una promeza y caíste en una mini-depresión por ese tonto, ¿crees que no volverá a pasar? ¡Claro que si, hombre! —gruñi enojado y codeo a Sammy — ¡Dile algo!

— ¿Por qué lo perdonaste? —murmuró desconcertado, casi decepcionado de lo que había soltado Shawnie hace minutos.

Los ojos de Shawn se nublaron por  las lágrimas y se le fue inevitable largar un largo sollozó que hizo que sus amigos lo miraran preocupados.

— ¡Po-porqué él me hace f-feliz! —tartamudeó entre lágrimas, mientras se restregaba sus ojos.

Matthew dejó de tensar sus fracciones y suspiro mientras miraba a su mejor amigo con pena y lastima. Largo un pequeño suspiro y se sentó al lado del castaño, mientras le daba un fuerte abrazo.

—Eres mi mejor amigo, Shawn, no quiero que te suceda nada, mucho menos que rompan tu corazón —susurró y beso su frente.

Samuel miraba la situación algo aturdido desde una esquina de la casa, se preguntaba una y otra vez si esto era un sueño o no, si en verdad  Shawn había dicho que Taylor lo hacía feliz. Balbuceo palabras, que ni él entendía y cerro sus ojos fuertemente pensando que no era más que una pesadilla.

—Sammy, ¿qué sucede? —la dulce voz de Shawn llegó a los oídos de Sam, quien dejo largar un pequeño suspiro al entender que no era una pesadilla. La situación era real.

—Me siento un poco mareado, solo eso —susurró desviando la mirada. No mentía, porque desde que Shawn empezó a hablar de Taylor su estomago se revolvió con amague a vomitar, seguido de un gran mareo.

— ¿Quieres una aspirina? —la voz de Shawn tenía cierto toque de preocupación.

Samuel suspiro pesadamente y miró directamente a los ojos a Shawn, causando un pequeño revolcón en su estomago junto a un escalofrío.

—Mejor me iré a casa, si no les importa —sonrió forzadamente, acordándose que Matthew también estaba allí.

—Esta bien, adiós, Sammy —saludaron los pequeños, antes que el casi mayor cerrara la puerta de la casa detrás de él.

Luego de unos minutos de silencio, Shawn miro a Matthew con su ceño fruncido, preocupado y se apoyo en su hombro mientras suspiraba.

—¿Te enfadaste conmigo, Matt? —preguntó, comiéndose las uñas.

—¡Claro que no! —exclamó el rubio desordenado los cabellos de Shawn — Te apoyare en lo que sea, Shawn, eres mi mejor amigo —sonrió, pero luego se puso serio  —. Pero si rompe tu corazón, yo romperé su cara.

Shawn lo miro y rió, alegre y lo abrazo muy fuerte.

—Es por eso que eres mi mejor amigo, Matty.

[...]

El lunes había llegado y Shawn ya había perdido más de una clase. Matt se había quedado a dormir en su casa y se habían quedado hasta las tres de la mañana mirando películas, no hacia falta decir que se habían despertado justo en la hora de Geografía, pues ya se habían perdido Arte, Química y Matemáticas, a lo cual Shawn agradeció por esta última.