23. No me dejen

625 44 2
                                    

–Descuida ___, ellos estarán bien, no te preocupes– dijo Peter intentando tranquilizar un poco a ___, quien estaba sumamente nerviosa

–Eso espero Peter– sonrió ella nerviosamente

–Vamos ___, ambos son profesionales, nada malo les pasara– ahora la tranquilizo David –Son buenos en lo que hacen– le guiñó un ojo

Ella soltó un suspiro. –

Mientras ellos sólo miraban desde la camioneta, Neal y Matt estaban dentro del museo, ya habían llegado a la bóveda, aquí era en donde Matt entraba y hacia su magia abriéndola, el lugar estaba en absoluto silencio, Neal se había encargado de bloquear todas las cámaras de seguridad, claro con un poco de ayuda de Mozzie.

–¿Esto tardara mucho? – le pregunto a Matt

–Tardare lo que deba tardar– respondió Matt un poco fastidiado

Después de un par de minutos, Matt logró abrir la bóveda, ambos chicos entraron rápidamente a buscar la pintura, cosa que no sería algo rápido ya que en lugar habían alrededor de 40 pinturas aun en su caja, así que ambos se dividieron y comenzaron a revisar una por una.

–La encontré– dijo Neal con una gran sonrisa después de unos minutos de haber empezado su búsqueda, rápidamente Matt se acercó a él, Neal saco la pintura de su caja, ambos se quedaron admirando aquella obra de arte –Es hermosa– dijo Neal mirándola de arriba hacia abajo

–Ahora entiendo porque Sean la quiere– respondió Matt –Ahora creo que deberíamos tomar eso y largarnos de aquí, o alguien puede venir y descubrirnos–

–Por eso no se preocupen chicos– dijo una voz a espaldas de los chicos, haciéndolos sobresaltar a ambos –Eso no pasara, bueno si pasara pero no creo que los encuentren con vida– sonrió con malicia

–¿Qué demonios haces aquí Sean? – pregunto Matt molesto –Teníamos un trato, yo robaba esta boba pintura y en cuanto estuviera en tus manos, saldrías de nuestras vidas para siempre–

–¿Y creíste que yo cumpliría eso? – le pregunto él con un toque de gracia –Tú mejor que nadie sabe que jamás cumplo mis promesas–

–De hecho, tenía una ligera sospecha de que algo así pasaría– le respondió Matt –Es por eso que traigo esto– Matt saco de su bolsillo un revolver, apuntándole a Sean justo en la frente

–¿Crees que eso va a detenerme? – pregunto Sean, y justo de detrás de él aparecieron dos hombres con armas más grandes que la de Matt

–Creo que eso no te servirá Matt– le susurro Neal mirando aún a Sean

–¿De verdad? – le respondió sarcásticamente mirando a los hombres, aún sin bajar el arma

–Baja el arma chico– le dijo Sean

–La bajare con una condición– hizo una pausa –Si vas a matar a alguien, que sea a mí, deja que él se vaya–miro a Neal

–No voy a dejarte– le respondió Neal rápidamente

–Dije que te iras y punto, ___ te necesita y no está a discusión–

–Hey chicos tranquilos– les dijo rápidamente Sean –Yo tengo una opción, mejor mataré a ambos y así ya no se están peleando ¿Les parece? – sonrió malvadamente

Neal giro hacia su izquierda, después cambio su vista de nuevo a Sean. – Yo tengo una mejor idea– sonrió de lado –Váyanse al infierno–

Y dicho esto, Neal lanzo su pequeña lámpara al interruptor de la alarma, haciendo que esta se activara rápidamente, los hombres con los que Sean venía comenzaron a dispararles, pero la bóveda se cerró con una enorme placa de vidrio blindado, evitando así que les dispararan, lo único malo fue que Neal y Matt quedaron atrapados dentro de ésta, el oxígeno rápidamente desapareció, a lo que ambos rápidamente sacaron sus respiradores.

Afuera de la bóveda, Sean y sus hombres intentaron huir del lugar, pero el FBI ya los tenía rodeados, Peter ordenó que los arrestaran, mientras tanto, ____ corrió rápidamente hacia la bóveda.

–¡Neal! ¡Matt! – grito ella rápidamente dándole golpes al vidrio –¡Neal! ¡Matt! Aguanten– ella saco su arma e intento disparar, pero era imposible, nada podía abrirlo –Los sacaremos de aquí ¿Entienden? No se rindan chicos– grito ella de manera alterada, esperando que nada malo les pasara a los chicos

Neal y Matt podían ver lo desesperada que estaba ____, y el esfuerzo que las autoridades hacían para poder sacarlos de allí, ellos hubieran colaborado, pero ya que el interruptor o más bien la clave para apagar el sistema la tiene solo el gerente, no había nada que ellos pudieran hacer.

–Neal– lo llamo Matt, intentando no agotar su poco oxígeno que tenía –Quiero que hagas algo por mí–

–¿Qué? – pregunto Neal confundido

–Cuida de ___, no creo poder sobrevivir esto, el oxígeno se me acaba más rápido ya que bueno, yo fumo– sonrió de lado –Así que quiero que no la dejes ir, así como yo lo hice–

–Vamos Matt, resiste– le pidió –Ella no quiere perderte– a Neal le dolieron decir ese par de palabras, pero eran ciertas, ___ no quería perderlo, a pesar de lo que él le había hecho, ella aún lo seguía queriendo –Así que sigue luchando amigo, hazlo por ella–

–Neal... dile que la quieres– le dijo Matt, mirándolo seriamente –No comentas el mismo error que yo cometí hace un par de años, deja atrás tu miedo y díselo, o después te arrepentirás– dijo esto para después darle una gran bocanada de aire a su aparato, ya no le quedaba mucho, pero él aún quería decirle algo más a Neal, así que se armó de todo el valor para decírselo –Neal... dile que aún la amo– y dicho esto, Matt lentamente fue cerrando sus ojos.

____, al ver esto, rápidamente se acercó al cristal y comenzó a golpearlo, con las lágrimas ya saliendo de sus hermosos ojos, cayendo así por sus mejillas. – ¡Matt! – gritaba ella desesperada –¡Matt! –

A Neal aún le quedaba un poco de oxígeno, miro a ____, quién estaba llorando, esto le partió el corazón a él, así que con las pocas energías que ya le quedaban, Neal se arrastró a dónde Matt estaba, tomó una última bocanada de aire para después poner el respirador en el rostro de Matt. Neal lentamente fue cerrando los ojos, sin saber si su plan había funcionado o sólo se había quitado el oxígeno en vano.

____ ahora estaba más que desesperada, quería tirar este estúpido vidrio para poder salvarlos, ella los había metido en todo esto y ahora por su culpa, ambos estaban muriendo.

–No me dejen– fue lo único que pudo susurrar ella, ya que el enorme nudo en su garganta le impedía hablar más.

Unos segundos después, los federales lograron abrir aquella puerta, por suerte, Peter había llamado a emergencias mientras los chicos hablaban con Sean, ahora ellos estaban listos para atender a Neal y a Matt, rápidamente entraron por ellos, los subieron en la camilla y se apresuraron a proporcionarles oxígeno.

–Ninguno de los dos tiene pulso– dijo uno de los paramédicos –Hay que darnos prisa–

Love Me Like You Do[Neal & Tú]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora