El Secreto Oscuro de Hera

Capítulo III

Jason

Con los chicos nos reímos, charlamos de cosas triviales, etc.
Estábamos como a 3 metros de las chicas, con una fogata.
-¿Y qué piensan sobre Charlotte? - Leo sonrió y analizó a todos para ver sus reacciones.
Por mi parte levanté mi cabeza muy rápido y me maldije por hacerlo, vi a Percy relajado con su típica sonrisa y a Frank algo nervioso pero el normalmente es así.
-¿Jason? - preguntó Leo con una sonrisa malvada - ¿Algún comentario, algo que decir?
-¿Yo? Nada... ¿Por qué? - sonreí nervioso.
-Preguntaba, ¿Percy? - lo miró.
-Sinceramente, es linda pero me quedo con Annabeth si o si
-Si, es linda pero prefiero a Hazel - comentó Frank.
Me quedé callado todo el rato, lanzando miradas nerviosas a cada uno.
-Me gusta como pelea - Habló Grover.
-¿Jason? ¿En serio no quiere comentar nada?
-Emm... Pues es muy linda, me gustan sus ojos - me rasqué la nuca - Pues... ¡Frank! ¿Cómo te va como pretor?
-Pues bien, es agotador pero estoy bien.
Nos quedamos en silencio un rato hasta que las chicas decidieron juntarse con nosotros.

Charlotte

Hablamos sobre los chicos, de cómo viví en el orfanato, etc.
Piper a veces me miraba de reojo con el ceño fruncido y me sentía mal ya que ella me recibió bien y prácticamente es mi hermana.
-¿Vamos con los chicos? - propuso Calipso.
Nos levantamos y caminamos hasta los chicos que estaban en silencio y Jason parecía muy nervioso.
Calipso se sentó junto a Leo, Hazel con Frank, Annabeth con Percy y Piper con Jason. Por mi parte me senté entremedio de Leo y Percy.
Empezaron a charlar y Percy con Leo se dedicaron a contarme chistes, algunos buenos y otros malos.
-¿Cómo va hasta el momento tu vida en el campamento? - preguntó Percy.
-Emm súper bien, son muy lindos todos - sonreí.
-¿Cómo se siente ser tan linda? - me levantó las cejas Leo.
Calipso lo miró enojada y le pego en el brazo.
-¡Valdez! ¿Cómo preguntas eso?
-Era una broma, relájate - respondió Percy.
Calipso le lanzó una mirada de advertencia.
-Y... ¿Percy alguna arma? - pregunté curiosa.
Percy sacó de su bolsillo un bolígrafo y me lo enseñó, lo miré determinada, luego lo miré con cara de "Esto es un bolígrafo"
Él lo tomó y lo destapó, al segundo se transformó en una espada de bronce.
-Wow
-Eso no es nada comparado con esto - presumió Leo y su mano ardió en llamas, me miró y levantó las cejas.
Me reí ante su expresión.
-Así que estamos presumiendo ¿Eh? - sonrío Percy - Esta bien, mira y aprende, latino.
Miré a Leo y este hizo un gesto de ofendido, Percy se levantó y se concentró. Por los 2 lados aparecieron hileras de agua que se empezaron a arremolinar al rededor de los pies de Percy, hasta transformarse en un tornado de agua que lo suspendía en el aire.
Percy le lanzó una mirada de superioridad a Leo, este se cruzó de brazos e hizo un puchero. Calipso rodeó los ojos.
Los otros chicos se percataron del espectáculo de Percy, Annabeth lo miró y rodeó los ojos también.
-¿Quieres unirte? - preguntó Percy con una sonrisa ya típica de él.
-¡Si!
2 hileras más salieron de los arbustos hacia mi dirección y se empezaron a arremolinar a mis pies haciendo el mismo tornado que tiene Percy. Me elevé un poco del suelo y de vez en cuando me llega a una brisa con gotas de agua.
Miré de reojo a Jason y él me miraba con el ceño fruncido, se levantó y elevó sus brazos, unos vientos se juntaron a él y le permitieron volar.
Se acercó a mí, me tomó del brazo y me levanto sacándome del remolino de agua que se desvaneció. Me cargó con sus brazos, lo miré algo confundida y él me regaló una sonrisa.
Jason le aventó un viento que hizo deshacer el remolino de Percy y se cayó.
Annabeth se colocó al lado y miró a Jason enojada.
-¿Qué te pasa?
Jason descendió y bajé rápidamente de sus brazos.
-¿Jason estás bien? - apoyé mi mano en su hombro.
Piper llegó a su lado y sacó mi mano de un golpe.
-No te acerques más a él
Se fue con el hacia las cabañas, pero Jason se resistía.
Me giré para ver a los demás y evitaban mirarme, Annabeth estaba con Percy y Calipso le susurraba a Leo, este asentía con la cabeza abajo.
Suspiré y me adentré en el bosque, una que otras lágrimas salían me las limpiaba con la manga y seguía caminando hasta que me cansé y me senté en la falda de un árbol.
Estaba tan bien todo, siempre algo tenía que ocurrir.
Miré más allá y vi una tenue luz, cada vez se estaba acercando lentamente, me sobresalté y me paré. Quise correr pero algo me decía que no, así que esperé a ver de quién o que provenía esa luz.
Un chico no muy alto salió de las sombras del bosque, con unos jeans negro, una polera manga corta del mismo color y una chaqueta, en su cinturón colgaba una espada que emitía una leve luz.
Lo miré a los ojos, pude ver soledad y tristeza en sus oscuros ojos. Su piel era tan pálida que parecía camuflarse con la niebla, con sus fríos ojos me analizó de pies a cabeza, estaba tan nerviosa que no reaccionaba solo lo miraba.
-¿Qué haces aquí? - su voz estaba ronca.
-Yo...
-No debes estar aquí - me miró de nuevo - Sola
-Se defenderme - traté de sonar valiente pero no salió así.
-¿Segura? Alguien puede venir aquí y encontrarte sola e indefensa - cada vez se acercaba peligrosamente a mí y con una sonrisa traviesa que demostraba miedo a la vez.
Mis piernas me decían ¡Corre! pero no les hacía caso, de alguna manera me atraía este chico.
En un segundo, él sacó su espada y me acorraló contra el árbol, y su espada ya estaba en mi garganta, pero sin hacer tanta presión.
-Primero - acercó más su cara a la mía - Asegúrate del perímetro
Sacó su espada de mi cuello, me sonrió y me dio la espalda adentrándose al bosque.
Respiraba agitada, cada vez se alejaba más, quería saber quién era pero a la vez quería correr lo más lejos que podía para alejarse de él.
Cuando mi respiración se calmó decidí correr, pero detrás de él.
Vi que se detuvo en el bosque en donde se dio la vuelta para mirarme con una sonrisa y me extendió la mano. La tomé pero escuche algunos gritos a lo lejos llamándome, lo miré de nuevo y me acerqué más a él, después todo se volvió negro.