La enorme ventana del atico

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Edith parecía emocionada, claro ella era la madura, yo solo quería volver.

La ventana del auto de papá estaba un poco empañada, ya se estaba haciendo de noche, fue una pésima idea salir de mañana, me dolía el trasero y se me durmieron las piernas. Mi celular se cayó por la orilla del asiento, que mal.

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La casa era tenebrosa de noche, y además estaba lloviendo. ¡Qué otra señal necesitaba para saber que esta casa era mala!

Edith fue la primera en entrar, el camión de mudanza llego primero así que el interior de la casa estaba lleno de cajas. Yo había puesto mi nombre con plumón sharpie en todas las de mi habitación.

Mamá encendió las luces -¡Hey miren! Es más bonito de lo que pensé- dijo con su usual ánimo combinado con algo de sueño

Yo solo rodé los ojos mientras Edith se acercaba a mí –Alégrate caperucita gótica- dijo mientras me ponía el gorro de mi sudadera favorita, ella usaba un suéter con ese aspecto del que solo de verlo te da comezón –hay un ático aquí, con suerte será tu habitación

Mi expresión cambió, un ático seria grandioso. Rápidamente subí las escaleras de la casa, al fondo del pasillo de arriba estaba la puerta del ático. La abrí y subí unas cuantas escaleras más, era realmente enorme, como 3 veces mi antigua habitación. Había una gigantesca ventana que daba hacia a la calle, era bastante extraña, en forma de circulo y con el vidrio de colores, tenía una escotilla para abrirla, aunque no la abriría ahora, estaba lloviendo afuera. Ni Can't sleep tiene la suficiente emoción.

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El día amaneció nublado también.

Edith toco a mi puerta –Levántate caperucita, es hora almorzar

Aun esperaba despertar en mi vieja habitación, el día anterior solo me dio tiempo de subir mi cama y algunas mantas.

Baje y fui directo al baño, sentía que debía lavarme la cara, los viajes hacen sentir eso. Me detuve inmóvil frente al espejo, llevaba la ropa del día anterior, pantalón roto de mezclilla una blusa negra con un rayo y mi sudadera gris favorita. Mi rostro sin embargo debido a que lo limpie y desmaquille, se veía...normal. Mis ojos resaltaban mucho, el verde no es algo que puedas esconder detrás de unos lentes como los míos, anchos y de color gris.

Baje a la cocina, mamá tenia listo el desayuno todo se veía extremadamente vacío

– ¿Sabían que hay un súper mercado aquí cerca? Es genial- ella parecía muy entusiasmada por eso, aunque mamá siempre se entusiasmaba por absolutamente todo

Me senté al lado de Edith, al parecer se había levantado temprano, usaba un pantalón rosa pastel, una blusa café de manga larga, y unas botas del mismo color, además de que ya estaba peinada, su cabello era muy largo, al menos más que el mío, ambas éramos pelirrojas como papá –Que tal, caperucita sin maquillaje- dijo ella riendo

–Lo siento- dije dando un gran bostezo –acabo de despertar

-Sabes, yo podría maquillarte- dijo ella con la típica expresión "soy la hermana mayor, así que soy cool"

No pude detener la risa -¿Enserio? No juegues Edith, no quiero parecer Lady Gaga o una de esas celebridades raras

Mamá volteo con una espátula en la mano –Vamos hija, ambas tienen que convivir como hermanas que son

-¿Y porque yo no puedo maquillar a Edith?- me quejé

-Estás loca- reaccionó mi hermana –no quiero parecer un miembro de Moderato

-Ves lo que siento yo- contesté

-Al menos intenta ser normal Alexa, por un día

-ya, ninguna es más normal que otra- dijo papá bajando las escaleras –ambas son anormales, acéptenlo, Alexa es gótica y Edith es fangirl

-¿fangirl?- Edith lucia confundida

-Así se les llama a las fanáticas locas de algo- expliqué

-¿Fanática loca de qué?

-Ya sabes, de one direction, CD9...

-Selena Gómez

-Los chinos-japoneses

Me reí hacia el comentario de papá mientras Edith le daba una mirada ofendida

-Son coreanos, y además solo tengo 1 sola canción de ellos en mi reproductor

Mamá empezó a servir los platos –aja, solo una ¿quieres papas con tu desayuno?

-Yo si- dijo papá sentándose

-Yo también- dije hacia mi plato

El desayuno fue normal, aunque diferente en el sentido de que el comedor de la nueva casa era más grande, de hecho todo era más grande, hasta el baño sin contar que había 4 baños.

Pase todo el día acomodando las cosas de mi habitación, eran bastantes posters de los "grupos inadaptados" que mi hermana mayor criticaba, muebles, libros, lámparas, una mesa, la ropa, mi closet era una escala de grises, y unos cuantos rojos. Todo el ático estaba así, en escala de grises, menos la ventana. La abrí, la habitación estaba empezando a calentarse, es un efecto de cuando parece que una lluvia se acercara, siempre te da más calor adentro del que está haciendo afuera. La brisa entro, días como ese en mi antigua casa leería mi libro favorito, o simplemente vería la lluvia mientras escuchaba Make me fade, ahora estaba demasiado agotada, una buena siesta me caería bien.

La vida detrás de unos lentesWhere stories live. Discover now