Capítulo 1 "El mejor regalo de cumpleaños"

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Solo en mi cabeza estaba ese recuerdo. Ese maldito y perfecto recuerdo que no se borraría jamás en mi vida. Ese momento en que mi corazón dejó de respirar, dejó de palpitar. Ese momento especial y mágico que solo se da una vez en toda tú existencia.

Haré memoria:

Recuerdo como si fuera ayer todo lo sucedido esa tarde de invierno en Nueva York. Caminaba en dirección a mi depto. , después de haberme juntado con mis compañeros de universidad. Una tarde fresca, como ya me era de costumbre.

Cerca del centro, hay una tienda de discos y música en general que siempre me gusta ver. Y ahí ocurrió lo inesperado. Ahí estaba, flameante y sin ser reconocido, por lo menos aún. Johnny Depp.

Mi corazón se detuvo y por un momento sentí ganas de gritar y reír de emoción, pero debía guardar la compostura. No quería que me echaran de aquel lugar ¿no es así? Era un paraíso estar allí parada, a su lado. Luego de tanta incertidumbre, me digno a hablarle. Estaba solo, no había guardias, no había guardaespaldas, estaba completo y perfectamente solo.

Al acercarme huelo su aroma. Ese aroma a galán, a amante, a hombre.

- Hola... -dije tartamudeando- ¿Eres Johnny Depp? –Lo mire a los ojos y me encontré estúpida preguntando algo tan evidente.

- Se ríe- Si, el mismo, ¿Cómo estás? Veo que te gusta The Doors –Esbozó una sonrisa.

- Casi me quedo sin aire- Sí...

- Se ríe nuevamente- ¿Quieres un autógrafo?

- Por...favor-dije torpemente mirándolo embobada.

- ¿Tú nombre? –me miró a los ojos.

- Es...tefan...ía, creo- y agaché mi cabeza para pensar de qué mierda estaba hablando.

- Se ríe mostrando sus perfectos dientes – Hermoso nombre, Estefanía – me entrega el CD autografiado- Te haré un regalo, ¿sí?

- Johnny no es... - no pude seguir hablando. El ya estaba en la caja comprándome un CD, no podía creerlo.

- Toma- me dijo sonriendo- ojala lo escuches, tiene buenos temas.

- De verdad, no sé qué decirte... Yo...- Le quede mirando.

- No tienes nada que decir, fue un gusto- Me tomó mi mano para besarla, pero de pronto la puerta de abrió de golpe, y entró mucha gente gritando: ¡Johnny! ¡Johnny! ¡Es Johnny Depp!

- Tomó mi mano con fuerza y dijo –Salgamos por detrás, ¿Corres rápido?

- Eso creo- y comenzó a avanzar con pasos largos, con su mano aún apretando la mía. Podía sentir ese calor que solo Johnny puede entregarte de alguna manera.

Llegamos a un ascensor, que bajaba hacia un subterráneo. Johnny y yo en el mismo ascensor escapando de fans y paparazis. Era imposible, pero era cierto. Y lo estaba viviendo en carne propia. Nadie me lo estaba contando.

De repente, Johnny me soltó suavemente la mano y la dejo caer. Es como un ángel, pensé.

- ¿Estás bien? , eso fue entretenido –Sonrió como de costumbre y soltó una risita.

- La verdad es que sí – solté de repente.

- Estás más tranquila... me gusta eso- me dijo en tono de consejo.

- Me reí nerviosa- no acostumbro a encontrarme gente que amo en la calle- dije sin pensarlo, y agaché la cabeza en señal de vergüenza.

El sueño viene a la vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora