CAPITULO 4

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CAPITULO 4
De pronto uno de los sirviertes anunció la llegada del principe Zu, quien enseguida atraveso la amplia entrada, dejando a los presentes... perplejos ante tal esplendor y sobre todo a Zelvek, quien aparentaba seriedad; pero nadie lo conocia mejor que Manik, quien interpretaba esa seriedad como si estuviera con la boca abierta jadeando del deseo por ese ser, que acababa de entrar, por suerte Zelvek se controlaba tan bien que, en si estaba resistiendo la necesidad de saltarle encima a Zu, y reclamarlo en frente de los presentes.
Como no saltarle encima y hacerle el amor... Zu entro al comedor con una amplia sonrisa (del tipo de sonrisa que decia "si, babien por mi) coqueta, esos carnosos labios rosados, las mejillas con un leve rubor, obvio, por la verguenza que sentia y esos ojos semi rasgados grandes verde esmeralda que desnudaban el alma pero que reflejaban inocencia pura; que eran levemente tapados por mechones bien colocados de ese cabello ondulado, asemejando un flequillo pero dando continuidad al agarre del pelo en una trenza larga en la espalda que le llegaba a mitad de la misma, decorada con pequeñas flores de plata con piedras preciosas; un arreglo que convinaba a la perfección con el pantalon blanco holgado de seda ajustado a nivel de cadera, resaltando ese apetitoso tracero redondo y proporcionado, junto con un bluson azul turqueza con bordados de floles en hilo blanco, ajustado a su cuepo delineando su esbelta figura y esa marcada cintura, con un pequeño corte vertical en cada lado de la misma, desde el nivel de la cadera (semejante al traje chino); Zelvek agradecia que no tuviera escote el bluson y que sus brazos eran cubiertos con unas mangas de encaje blanco hasta las muñecas; odiaria  que otros hombres vieran es hermosa piel.
- Buenas noches caballeros, soy el principe Zu de Ginzel... Es un gusto que nos acompañen esta noche.- dijo Zu con tranquilidad y un amplia sonrisa, aunque internamente se moria de nervios y estaba muy cansado, ya que después de guiar a los invitados con su padre un grupo de mujeres lo abordaron y casi arrastrandolo lo llevaron a una habitación donde lo prepararian para la cena, Zu casi pedia ayuda a Mark para que lo ayudara a escapar de las fieraz mujeres pero este se hizo de la vista gorda y lo ignoro con una sonrisa nerviosa, ya que esperaba que la venganza de Zu no fuera tan cruel... bueno eso creia.
"Maldito Mark esto me las va a pagar, que le costaba ayudarme...  ¡Idiota!." Penso Zu, bueno almenos esto seria casi lo mismo que cuando lo pusieron a probarce ropa, a excepción que tambien lo maquillaron y peinaron y no decir de la piel y uñas.... Por dios lo bañaron en una sustancia lechoza y un poco grasosa, que no quizo saber que era, pero todo habia valido la pena, el habia dejado a los invitados sin palabras y en algunos casos con la boca abierta, de forma literal.
 Caminó hacia el haciento vacio al lado de su hermano, los presentes se pusieron de pie y su hermano retiro la silla caballerosamente para que Zu se sentara.
-Zu, él es el lider del Bosque maldito, Zelvek y a su izquierda esta Manik su segundo- Los mencionados se volteron a ver a Zu eh hicieron una reverencia.
- Es un placer conocer al fin a mi futuro esposo, nunca crei que seria tan hermoso- dijo Zelvek fijando la mirada en esas bellas esmeraldas.
- Ta...Taambien es un placer conocerlo al fin- dijo Zu nerviso y muy sonrojado por tan profunda mirada que este le daba; se sentia desnudo ante esos ojos grices que combinaban a la perfección con esa piel clara ligeramente bronceada y el cabello negro intenso con ese brillo azulado (parecido al color de los cuervos), y no decir de su cuerpo, aunque estuviera vestido con un traje negro y una camisa blanca ajustada se resaltaba esa musculatura de envidia, un hombre que se veia tan imponente con esos dos metros de altura; ahora ese hombre con traje se veia mucho mas sexy que cuando lo conocio. Por dios de repente se sintio avergonzado y muy nevioso; pero esa sensación en su pecho... de calor? No sabia como definirlo, nunca se habia sentido haci nunca. Zu volvio de sus pensamientos con el toque en su hombro de su hermano y tomo asiento.
Los sirvientes entraron con bandejas metalicas y empezaron a servir la entrada que constaba en una crema de verduras y posterior el platillo principal que era pavo horneado en finas hiervas con su complemento y un delicioso vino de elkias, una fruta tipica de la zona muy dulce al gusto con un toque citrico, deleitando el paladar de los presentes. Zu no staba disfrutando mucho la cena, no es que la comida fuera mala pero las miradas de los presentes lo ponian muy incomodo y no se diga la que Zelvek le daba, intensa, fija como si nada mas que el existiera. De pronto sus miradas se unieron y sin querer Zu solto un leve gemido inaudible para los presentes a excepción de Zelvek y le dio una media sonrisa y siguio disfrutando de la comida. Zu estaba completamente rojo de verguenza.
-Bueno Zelvek ya estan todo preparado para la ceremonia de mañana espero que sea de tu agrado los preparativos que hizo Zu- dijo el rey
-Padre yo no hice gran cosa, pero quien en verdad realizo todo fue Sebastian- dijo viendo a su padre con una sonrisa
-Bueno eso si es cierto, pero ayudaste bastante y no se diga de Zero y sus hombre-
- Si ayudar, es que los utilizen como animales de carga creo que si fue de mucha ayuda- dijo Zu reprochandole a su padre, ya que tuvo que posponer el entrenamiento de los nuevos reclutas para ayudar a movilizar cargamentos para la boda.
-Pues que sirva para algo en vez de estar intimidando reclutas- dijo karl con burla, todos pensarian que era una conversacion hostil sobre el general Zero, pero varios de los presentes lo tomaron sin importancia ya que sabian que los principes tenian una muy buena relacion con el general, incluso el rey y los pocos que sabian sobre el secreto de que este era el mismo Zu solo rieron y afirmaron el comentario.
- Parece que tienes una muy buena relacion con el general, eso me pone celoso.
Zu se sorprendio por el comentario y posterior se avergonzo-Bu..bueno si la tengo pero no es algo para que se preocupe mi señor- dijo
-¡Que bien!... odiaria competir por tu corazón-
Zu se volvio a poner rojo de la verguenza, ya era un estado que se iba hacer permanente con este hombre. La velada finalizo y algunos de los presentes pasaron al salon para finalizar alguna platica pendiente del dia de mañana.
-Zu que te parece si le das un recorido a nuestro invitado por los jardines, así sirve que se conocen un poco- le dijo el rey con una sonrisa
-Si, padre- "maldito viejo, algo esta tramando no me creo esa sonrisa suya"- penso Zu- Si gusta acompañarme señor Zelvek
-Solo dime Zelvek- extendio su mano hacia Zu quien educadamente la tomo y así salieron a los jardines.
Zu le mostraba el pequeño laberinto que habia en el jardin llegando al centro de este en donde se encontraba una hermosa fuente con una venus de detallada belleza que tenia un lirio acuatico en la mano extendida del cual salia el agua.
-Es muy hermoso- dijo Zelvek
-Si, mi padre lo mando a construi cuando mi madre murio, vengo muchas veces aqui para pensar o solo cuando quiero estar solo-dijo su con una sonrisa forzada, a lo cual Zelvek se dio cuenta.
Se hacerco a Zu y tomo su cara con una mano inclinandola hacia el y con la otro tomo los cabellos que le tapaban la cara y los puso detras de su oreja.
-Es bueno tener un tiempo a solas pero de ahora en adelante me tendras a mi para apoyarte y lo mismo haras tu por mi y te juro que te amare y protegere por el resto de mi vida-dijo Zelvek mientras lo abrazaba con ternura, colocando la cabeza de Zu en su pecho.
 Zu que  sorprendido ante tales palabras, el siempre a protegido a las personas y nunca habia estado en la situacion de necesitar a alguien , pero en el fondo sentia soledad, un vacio que su familia no podia llenar y al estar en los brazos de aquel hombre se sentia vulnerable, fragil pero sobre todo protegido. Sentia un calor en su interior al escuchar el intenso palpitar de su corazon...no espera no era su corazon era el de Zelvek, fuerte y acelerado, como si se sintiera nervioso, lo cual dio alegria a Zu, de que no era el unico que se sentia asi.
Zelvek lo separo lentamente de su pecho, tomo su menton con delicadeza y lo inclino hacia el, con el pulgar de su otra mano limpio la pequeña gota que recorria la mejilla de Zu y se inclino hacia el, primero dandole un pequeño beso tierno, Zu quedo mudo, no sabia que decir o como reaccional a lo cual Zelvek volvio a besar a Zu con un beso un poco mas demandante.
-"Dios o dios que.. "- fueron los pensamientos de Zu y debido a eso separo un poco sus labios ante la impresión, lo cual aprovecho Zelvek introduciendo su lengua en esa calida cavidad, explorando cada rincon de esta, para posterior jugetear con su lengua y forzal a aque danzaran juntas. Zu nunca habia besado a alguien, algo que Zelvek dedujo de inmediato por el intento que tenia de imitarlo, muchos se reirian por esa accion pero fue todo lo contrario para él, lo habia excitado de sobremanera y por eso el beso que le daba a Zu fue mucho mas intenso ya que lo tomo de la cadera con su mano derecha y lo pego a su cuerpo, haciendo que la ereccion debajo de su pantalon fuera persibida por el abdomen de Zu quien en respuesta jadeo de deseo y por oxigeno, pero principalmente por deseo.
-Ah..ah..ah..ah...-
-Ah..ah..ah..ah...-
Jadearon ambos. Zu tenia la mente en blanco y eso se podia definir en su cara con sus ojos entre cerrados sus mejillas completamente rojas y su boca levemente abierta con un ligero hilo de saliba saliendo de esta.
-"Pero que diablos..."- penso Zelvek. Tenia que controlarce no podia hacerlo suyo en ese sitio, tenia que espera hasta mañana, lo cual seria una tortura y mas al ver su rostro y sentir ese delicioso aroma dulce de exitasion.
-mmm... Creo que seria mejor retirarnos... Mañana sera un dia un poco apurado... y hay.. hay que descanzar.- dijo Zu aun sin aliento
-Si, creo que sera lo mejor... Ya mañana despues de la seremonia no me contendre y te hare mio hasta que tu cuerpo no pueda mas, hasta que lo unico en que pienses sea en el placer que te voy a dar y que solo reconoscas mi tacto a tu piel. Haciendo que cada noche pidas mas.

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