Esperé a Emily de nuevo en la salida de mi instituto, en el recreo estuvimos hablando sobre ese chico que me ponía tan nerviosa, Alex Cooke, ella también lo siguió, y me dijo que a ella le parecía mono. Inmediatamente salió de mi boca un "es mío", no sabía por qué me puse celosa de mi propia mejor amiga, era algo estúpido, pero a la vez de estúpido fue muy momentáneo.
Ya Emily había salido de clase, y al bajar las tres o cuatro escaleras que separaban el colegio del asfalto, me di cuenta de que nos estaba esperando nuestro amigo Jaime, realmente era raro verlo en una salida, podría decirse que venía una vez cada dos semanas y con un trozo de pan en la boca como si fuera un muerto de hambre. Tenía el pelo negro, negro y revuelto y unas gafas algo horribles que no pegaban nada con sus grandes y azules ojos.
Realmente como era uno de mis mejores amigos, no me importó contarle lo que me estaba pasando, no se lo conté de una forma muy exagerada por si decidía contárselo a su amigo, pero se lo conté por encima
-Nosotros también hemos hablado de ti en clase. - dijo Jaime sonriendo. - Creo que te toma por acosadora o algo por el estilo.- y empezó a reírse como si fuera el mejor chiste del mundo.
Realmente me molestó, tampoco había mantenido una conversación de lo más extraña con él, tan solo hablamos un poco acerca de nuestros gustos musicales y del grupo que formaba con mi amigo Jaime, aunque también me hablo de cosas illuminatis, realmente pienso que la que debería tener miedo de verdad tendría que ser yo.
(Una semana después...)
Era un sábado, estaba sola en casa y me aburría demasiado, miraba de vez en cuando la nevera para ver si aparecía alguna comida mágicamente y me ponía a practicar canciones con la guitarra que había imprimido hace algún tiempo, siempre me gustó cantar a la vez que tocaba la guitarra, ya había hecho tres actuaciones en mi colegio cantando canciones en español que solo le gustaban a la gente de mediana edad, pero de repente, recibí una llamada en privado.
-¿Sí? - dije algo extrañada. Y mientras se escuchaba un murmullo, una voz que desconocía empezó a hablar.
+¿Quiereh ze mi amigah? - dijo en un tono insultante, tratando de imitar el habla de un enfermo mental.
-¿Quién eres? - dije más extrañada aún.
+¿QUIEREH ZE MI AMIGAH?- respondió el desconocido aun más fuerte.
Colgué, no estaba dispuesta a perder el tiempo con un gilipollas tratando de imitar la forma de hablar de un enfermo mental.
Sin embargo, volví a recibir una llamada en privado.
+Tía, pobrecito, mi amigo está aquí llorando porque le has colgado. - esa voz sí la reconocía, era Jaime, me pregunté porque me habría llamado.
- ¿Pero qué dices? ¿Qué ha pasado? - Respondí como si no supiera nada.
-Te hemos llamado en privado y mi amigo, que tiene una enfermedad mental, te ha preguntado que si querías ser su amiga, se ha puesto a llorar porque has colgado. - dijo Jaime en un tono serio.
Instantáneamente me sentí mal por aquel chico, no me gustaba prejuzgar a nadie y no tenía ni idea de por qué lo hice con él.
-Hostia, lo siento mucho... Ponme con él. - dije en el tono más serio que seguramente había puesto en toda mi vida.
+Está bien...- Respondió y me pasó con él.
Escuché como le pasaba al móvil así que empecé a hablar casi instantáneamente.
-Y bien... ¿Cómo te llamas? - dije en un tono agradable.
+Pablo... ¿Quiereh ze mi amigah? - Repitió
-Está bien, vale, seré tu amiga.- dije tratando de mantener un tono agradable.
+¡BIEEEN! - gritó Pablo. - ¿cuándo nos casamos?
Empecé a sospechar de que era una broma, así que volví a colgar como si no hubiera oído nada, si resultaba ser una broma me iba a cabrear mucho, no es un tema del que me guste reírme.
Al rato volví a recibir otra llamada en privado, evidentemente Jaime, me confesó que todo era una broma y yo le dije que no me gustaba que bromearan acerca de ese tema...
+Está bien, si quieres para que no te enfades acércate un día al ensayo. - dijo para consolarme.
Me paralicé, podría haber escuchado la voz de Alex sin haberme dado cuenta, estaban ensayando y no me había enterado, quise morirme de la vergüenza, mantuve un leve contacto sin querer...
(*)
Ya casi a la hora de irme a dormir, empecé a darle el ultimo repaso al móvil, no quería dejar ningún mensaje sin responder, pero de repente, me llegó una notificación de Twitter, un mensaje de Alex:
"Pedazo de broma la de hoy jajajaja"
