~No Enemies~ ~ no love~

Dos enemigos mortales y un campo.

Alex estaba emocionada, y mas que encantada con la idea de volver a ver a Ariel después de tanto, ya había pasado una semana entera desde que los encerraron en esa habitación de hotel y el saber que hoy en la tarde la veria la llenaba de emoción, o por lo menos la suficiente como para poner un viejo CD de Slipknot que tenia justo en el estudio. Con una música a todo volumen y aprovechando que ni Ziu ni Junichi estaban cerca, comenzó a cantar y a bailar al ritmo de la música, bueno si es que se le puede llamar bailar a que se puso a dar saltos por todos lados y movia su cabeza como una completa loca solo logrando que sus cabellos se volvieran un desastre anti natural, pero eso era lo que ella encontraba divertido en sus ratos libres cuando tenia la oportunidad de estar sola, pero aquello era una compañía después de todo, asi que no paso mucho antes de que le tocaran la puerta.

-Ups.- Murmuro Alex, quitando rápidamente la música y yendo hasta la puerta a recibir quejas, o eso pensó y las al abrir y encontrarse a Cazqui y Natsu en esta. -¡Lo siento chicos!.- Se disculpo esta pensando que venían a quejarse.

-No, nosotros lo sentimos.- Dijo Cazqui antes de darle una señal a Natsu.

Natsu solo asintió, cargando a Alex tal y como si esta fuera un simple saco de papas.

-Pe-pero ¿Qué demonios hacen?.- Pregunto un tanto sorprendida, dando ciertos golpes leves en la espalda de Natsu.

Estos no dijeron nada, solo continuaron caminando, hacia el elevador, donde cazqui se molesto en presionar el botón del piso mas bajo, haciendo que el elevador fuera hasta el estacionamiento, lugar donde los chicos salieron y caminaron hasta una camioneta de gran tamaño.

-¡Bien chicos!.- Se le escucho claramente decir a Tsuzuku que con una sonrisa de oreja a oreja ayudaba a Cazqui y Natsu a poner a Alex dentro de un enorme saco de color negro, el cual estaba hecho con un material bastante rustico.

Alex pataleo en todo momento, insultando a los chicos tanto en español como en japones, hasta que tsuzuku, la dejo en la parte trasera de la camioneta.

Por otro lado también siguiendo las ordenes del completamente sádico y loco Tsuzuku, tanto Meto, como MiA y Masa, habían colaborado para realizar el mismo procedimiento hecho con Alex, solo que esta vez el "secuestrado" fue Koichi, quien entre pataleos he insultos a sus amigos fue llevado también al estacionamiento y colocando a la fuerza dentro de un saco antes de ser puesto dentro de la camioneta.

-Tsuzuku, te matare cuando salga de aquí.- Le gritaba Koichi al vocalista y lamentablemente jefe de su banda.

-Puedes intentarlo, pero de todas formas luego me agradeceras lo que hare.- Le respondio este con evidente burla antes de ir al asiento del piloto y encender la camioneta que rápidamente comenzó su marcha quien sabe donde.

Pasaron minutos, inclusive horas antes de que tsuzuku detuviera esa camioneta, justo en un campo casi desierto donde con suerte se podría mover un alma. Tarareando se bajo del vehiculo, tomando un par de maletas bastante pequeñas, una era azul y otra rosa, dando a entender a quien pertenecia cada una. Dejo estas en el suelo y después se dispuso a bajar ambos sacos, comenzó por Alex, a quien arrastro hasta al lado de aquella maleta azul y luego fue por koichi, quien obviamente dejo al lado de aquella maleta rosa, antes de sacar a ambos de los sacos.

-¡TU! Maldito coño de madre.- Le grito Alexa en español, no dudando en perseguirlo mientras el intentaba desatar a Koichi.

-Espera un segundo, tiempo.- Dijo Tsuzuku, ya quitando el ultimo nudo del saco de Koichi antes de echarse a correr y entrar al auto.

-¡TSUZUKU!.- Grito Koichi apenas salio de ese horrendo saco y sin dudarlo ni un segundo, corrió hasta la puerta del piloto, para intentar sacarlo de ahí y golpearlo, pero antes de llegar a acercarse Tsuzuku arranco el auto.

-¡Disfruten de su semana!.- Les grito este antes de solo echarse a reir como un maniaco.

La camioneta ya se había perdido por la carretera.....ya no había manera de poder salir de ese desierto verde.

Koichi tomó su maleta rosada, suspiró casi bufando, rodó sus ojos(como toda diva normal in the world) y se dispuso a caminar en el sentido contrario por done se había ido tsuzuku.