Sin enemigos nada tiene sentido

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¡Finalmente! Después de tanto desearlo ambas chicas habían llegado a japon, para ser mas exactos al aeropuerto internacional de Narita.

Desde que bajaron del avión, Alexa estuvo comportándose como niño en dulcería, observaba todo con curiosidad y se emocionaba por todo, gracias a que todo le parecía increíble en ese momento. Por otro lado Ariel mantenía su seriedad, de vez en cuando solo suspiraba y negaba, un tanto molesta por ese comportamiento de su amiga, hasta el punto de solo quererle gritar lo siguiente "Compórtate de una vez" pero nunca lo hizo, no quiso arruinarle el tan preciado momento, después de todo lo sabía, esto significaba tanto para Alexa como para si misma.

Nuestras queridas protagonistas no tardaron mucho en ir a buscar sus maletas y salir del aeropuerto, para luego solo ir a tomar un taxi, el cual las dejaría en su respectivo hotel.

-Aun no puedo creer que estemos aquí.- Dijo Alexa, quien aún a estas alturas intentaba contener sus gritos de emoción mientras que daba uno que otro brinquito en el asiento trasero del taxi.

-Cálmate ¿quieres?.- Dijo Ariel.

-¡Peroo! Si tu también estas emocionada, anda deberíamos gritar juntas y todo.- Dijo Alexa.

-Alex, me conoces desde hace mucho y sabes que no me van esas cosas.- Contesto Ariel, ya solo dedicándose tranquilamente a ver todo desde la ventana del taxi, sonriendo muy leve al ver todos esos edificios, comercios y publicidad en japonés, esto era como un sueño, uno que la hacía mas que feliz por mucho que no lo demostrara delante Alexa.

-Amargada. . .- termino por murmurar Alexa casi para si misma, solo colocándose esos auriculares y reproduciendo la primera canción que se le vino a la mente, Mummy says de Demend Dimensions, una canción "Metal Dubstep" o algo así había leído el día que se encontró esa canción en internet, pero que más daba, mientras esta fuera rara, agresiva y movida estaba todo bien para ella.

Gracias a que Ariel estaba perdida en el paisaje y Alexa distraída con su música, el tiempo en el taxi pareció volar, en un abrir y cerrar de ojos ya estaban en el hotel, el que a simple vista no se veía el mejor del mundo, pero al entrar, se dieron cuenta de que debían seguir ese antiguo dicho de "No juzgues un libro por su portada" aquel hotel por dentro era bastante moderno y aunque no era muy grande si que cumplía con las expectativas de ambas chicas.

-A registrarnos.- Dijo Ariel, quien camino por el vestíbulo hasta el pequeño puesto de la recepción, donde un joven bastante apuesto atendía.

-¿Puedo ayudarlas?.- Pregunto ese hombre de no más de veinte seis años de edad, de cabello color azabache, el cual poseía el típico uniforme del hotel.

-si vera, creo que mi amiga y yo tenemos una reservación, esta fue hecha por el director de un concurso en nuestro país.- Dijo Ariel.

-Ya veo, ¿podría darme sus nombres?.- Dijo aquel hombre.

-Ariel y Alexa.- Respondió rápidamente la joven de cabello azabache.

-Si, aquí están, les toca la habitación, treinta y cuatro.- comento aquel hombre, sacando un par de llaves, las cuales obviamente pertenecían a la habitación.

Ariel no tardo en tomar estas y agradecerle al empleado del hotel poco antes de girarse en busca de Alexa, la cual estaba un poco distraída, solo observando el entorno con cara de idiota.

-Alex.- Le llamo Ariel, sin obtener respuesta alguna.- ¡ALEX!.- termino por gritar, haciendo que la chica de cabellos azules se sobresaltase y la observara solo con esa expresión de "¿Ahora que carajos hice para que me grites?"

~No Enemies~   ~ no love~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora