"Cautiva de su aroma" Harry Styles y Tú [+18]

Noche De Chicas.

Ana y tú habíais quedado a tomar algo en un bar, que como siempre elegiríais a última hora, te encantaba ser impredecible.

Tenías ganas de verla casi hacía 2 semanas que no la veías por causa de los exámenes y teníais cosas de que hablar. Ella tenía novio, pero aún así siempre te apoyaba en el tema de ligar en el que tu eras bastante cortada.

No sabías que ponerte hoy tenías ganas de arreglarte así que le whatsappeaste para decirle que te ibas a arreglar, así ella haría lo mismo.

Abriste tu armario y una avalancha de ropa cayó sobre ti.

"Genial, ahora tendré que recoger, bravo".

En el medio de la ropa encontraste un conjunto que te venía perfecto ya que después de tomar algo saldríais de noche. Te apetecía desconectar un poco, así que pusiste en reproducción una de tus canciones favoritas en el Ipod y rápidamente cogiste el conjunto para ponértelo. Luego fuiste a maquillarte y peinarte al baño.

Mientras te peinabas observaste la estantería donde tenías todas tus colonias. No sabías cual elegir hoy. Acabaste de arreglarte y finalmente te echaste una nueva colonia que te habían comprado tus tíos en el Reino Unido hacía unas pocas semanas.

De repente sonó el timbre y casi hace que tires el bote de la colonia al suelo del susto. Solo podía ser Ana, siempre llegando Abrieron tus padres mientras tu bajabas con los tacones por las escaleras.

-Hola TN !

-Hola Ana, ¡vas guapísima tía! -a pesar tener novio se arreglaba tanto parecía que quería ligar-.

-¡Tú más! ¡Dioos adoro tu camiseta! -te dijo con los ojos como platos- estuve a punto de comprarme una igual hace unos días en el centro comercial.

-¿En serio? -empezasteis a reir a carcajadas- pareceríamos esas típicas hermanas gemelas con ropa igual.

-Calla, calla... ¡Que locura! Aunque sería divertido. ¿Estás lista? ¿Nos vamos?

-Si un momentito -recogiste tu bolso del suelo, donde lo habías dejado esta mañana y te giraste hacia Ana sonriente- ¡papá, mamá nos vamos!

-De acuerdo cielo, pasadlo bien -escuchaste a tu padre desde la cocina-.

Os montasteis en su coche, porque a pesar de ser tu mayor unos meses no habías sacado el carnet de conducir, ya que no te hacía falta de momento. Te arreglabas con el bus y a veces también tu padre te podía llevar a donde necesitases.

-¿Vamos al bar de mi primo? ¿te apetece? Dice que hoy tiene buen ambiente.

-Vale por mi genial -le sonreíste, hacía tiempo que no veías a su primo, sería divertido- ya sabes que me cae muy bien tu primo, así que serán unas buenas risas.

-Ya, vosotros dos juntos, sois de lo peor -hizo una mueca divertida fingiendo indignación- me tocan siempre todas las bromas existentes por ser la peque -hizo un ruido de desaprobación- es totalmente injusto.

-Si en el fondo tú también te ries -repliqué con todo divertido- y la mayoría de veces nos devuelves las bromas con creces.

-Tienes razón -ambas nos miramos y nos echamos a reir-.

Ella y su primo tenían una gran relación, eran como hermanos. Casi a todo momento estaban de broma, pero siempre se tenían el uno al otro para apoyarse en cualquier situación.

Cuando llegasteis al bar había bastante gente para ser aún las ocho y media. Prácticamente estaba abarrotado, lo que por lo general era algo insólito, puesto que el estar en una zona apartada del centro no propiciaba el tener muchos clientes.