"Cautiva de su aroma" Harry Styles y Tú [+18]

Fuego.

El bulto se hacía cada ver más notable tensando la tela elástica que lo cubría. Harry seguía frotando suavemente su erección contra tu entrepierna para calmar calmar un poco sus ganas. Notabas como el tampoco podía soportar esta tortura y tú tampoco podías aguantar más esta situación. Te superaba.

En ese mismo instante te topaste con su mirada que a pesar de lo que estaba haciendo era calida y dulce. Esa mirada te reconfortaba y te tranquilizaba olvidandote de todo lo demás. ¿Cómo podía ser capaz de conservar ese semblante tranquilo, cuando su cuerpo estaba totalmente excitado?

-Te necesito -dijo con sus labios pegados a tu oido derecho-.

Esas palabras resonaron en tu cabeza como si de notas musicales se tratasen e hicieron que tu corazón diese un vuelco por completo. No solo te gustaba Harry, sino que empezabas a tener por él sentimientos que nunca habías tenido por nadie anterior con el que te habías liado o salido. Aunque no entendías que significaba toda esta tormenta de sentimientos. Podías asegurar que él provocaba en ti con una simple sonrisa o roce más de lo que nunca habías pensado que podías sentir. Un huracán de sensaciones que te enloquecía.

Te atraía locamente su físico era innegable, pero su personalidad imprevisible y tierna te volvía loca. Os seguísteis mirando por unos segundos más escuchando simplemente vuestras respiraciones.

Tomaste la iniciativa y decidiste mover tu mano a su nuca para aferrarlo contra ti y acercar su cara a la tuya un poco más. Esto pareció sorprenderle, porque podías ver como te miraba sorprendido con sus ojos verdes completamente abiertos. Disipaste toda tu vergüenza e hiciste desaparecer la distancia que separaba vuestros labios.

Al hacer eso el aroma que desprendía su cuerpo te cautivó nublando tus pensamientos. En esa fracción de segundo él adivinó tus intenciones de besarlo y se te adelantó posando sus labios en los tuyos presionando levemente.

Correspondiste a su beso con dulzura moviendo tus labios con los suyos como si fuera un baile del que solo los dos conocíais los pasos. Poco a poco lo que comenzó como un beso tierno se fue encendiendo a un beso más íntimo y apasionado entre los dos.

Separasteis los labios a penas un poco para poder tomar aliento. Aún seguíais cerca con vuestros labios rozándose y vuestra respiración entrecortada después del beso.

Te encantaba el tacto de los labios de Harry, era suave y caliente a la vez. Pasaste tu otra mano por su cuello hasta la parte de su nuca para entrelazar tus dedos en sus rizos. No pudiste evitar juguetear un poco con ellos y parecía que eso a le divertía.

Miraste su cara por un largo rato miertas jugabas con sus rizos. Ambos posasteis la frente el uno en el otro y de vez en cuando veías como Harry cerraba los ojos y se mordía el labio en señal de que le gustaban tus caricias.

En un momento en el que tenía los ojos cerrados te acercaste a besarlo apasionadamente en los labios para que sintiera que lo necesitabas. Luego adentraste tu lengua en su boca y él hizo lo mismo con la suya, armoniosamente jugasteis con vuestras lenguas mientras os besabais de una forma tan ardiente que haría ruborizar a cualquier persona con tam solo verlo.

Antes de separarte de él le mordiste el labio inferior con deseo, eso provocó en él un pequeño gemido que se deslizó levemente de entre sus labios.

Se separó de ti y te agarró de la mano para guiarte hasta la cama. Se sentó en ella y puso sus manos en tu cintura para tirar de ti hacia él mientras abría sus piernas, quedando tu en medio. Comenzó a acariciarte las piernas, subiendo hacia tus muslos, tu cadera y terminando en tu cintura. Una de sus manos se adentró en tu sudadera deslizándola hacia arriba y le ayudaste sacándotela del todo.

Cuando liberaste tu cabeza de la tela te econtaste con su media sonrisa que hacía que solo se asomara uno de sus hoyuelos. Él sabía lo que prococaba en ti y lo utilizaba en tu contra, mirandote y sonriendote de esa forma.

Suspiraste resignada y le miraste fijamente intentando mantenerte firme, aunque por dentro te estabas derritiendo. Como podía ser tan condenadamente ardiente. Sonreíste, a causa de tus pensamientos.

-Como puedes ser tan sexy... -dijo mirándote de arriba abajo- tengo que hacer un inmeso esfuerzo por controlarme para no arrancarte esa ropa y tirarte a la cama ahora mismo... -te dedicó sus hoyuelos en una amplia sonrisa-.

Esas palabras te hicieron ponerte nerviosa y sonrojarte levemente. Intentaste calmarte un poco, pero tener unos inmensos ojos verdes mirandote fijamente esperando tu reacción o respuesta no ayudaba a calmarte en absoluto.

No sabías que contestarle, bueno si lo sabías. Tenías miles de cosas que decirle, pero no sabías cual elegir en este momento. Tu mente intentó ordenar un poco el lio tremendo que había formado ese ricitos e intentaste formar una frase para decirle de tantas que podías soltar.

-Como puedes ser tan pervertido y la vez tan dulce -te reíste ante su cara de sorpresa- no me mires así, es cierto -te echaste a reir y empezaste a acariciar su pecho por cada tatuaje que tenía- tu también eres irremediablemente sexy.

Él echó una risa ante tu respuesta. Seguía mirándote y sus ojos desprendían una pasión muy intensa. Cogiste tu camiseta por los bordes inferiores y te la sacaste hacia arriba. Luego llevaste tus manos lentamente hasta tus shorts. Notabas como miraba atentamente cada movimiento que realizabas como si de un ritual se tratase. Rápidamente desabrochaste el botón y bajaste la cremallera. Sólo los empujaste hacia abajo un poco con las manos y agitaste sensualmente las caderas para dejarlos caer a tus pies. Te liberaste de los shorts en tus pies apartándolos y le miraste. Ahora estabas en ropa interior al igual que el.

-Estamos empatados -dijiste con una sonrisa-.

-Me tienes totalmente loco -murmuró-.

Se levantó de la cama y te agarró acercándote a él por la cintura para besarte. Paró justo dejando sus labios cerca para dejar caer un suspiro intencionado en tus labios. Ese gesto te hizo extremecer de pies a cabeza. Antes de que a penas tu cuerpo procesara esa sensación él ya te estaba besando de nuevo nublando tus sentidos completamente.