11º Parte

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Harry poco a poco se fue arrastrando en la cama acercandose a ti, hasta colocarse justo encima de ti sujetando su peso con sus fuertes brazos.

-Haré que disfrutes esto y que sea especial, quiero que lo recuerdes... que me recuerdes.

-Claro que te recordaré Harry-sujetaste su cara entre tus manos para alzarte y besarlo en los labios- te quiero.

Se incorporó un poco y bajó sus manos hasta que sus dedos tocaron la goma de sus boxers.

En ese momento tu miraste a su cara para calmarte. No podias entender como podías ser tan lanzada por momentos y que solo la idea de pensar verlo desnudo te pusiera neviosa.

El estaba mirando hacia abajo y mordia su labio inferior en señal de concentración. Deseabas que no te mirara en ese momento por si adivinaba en tus ojos los nervios que estabas sintiendo y se arrepentia de seguir.

Finalmente te calmaste y miraste poco a poco hacia abajo. Pasando por su torso desnudo y llegando a su erección.

Se veía bastante inchada, al liberarla de sus calzoncillos Harry solto un pequeño gemido de placer, probablemente esa zona estaba demasiado sensible y cualquier tipo de toque en ella era placentero para él.

Cogiste una de tus manos y la aferraste a su cuello una vez que el se habia despojado de sus calzoncillos. Lentamente tiraste hacia ti de él.

Estabais uno encima del otro, piel con piel. Sentias su calor, su aroma...

Su erección rozaba lentamente contra tu entrepierna haciendote hervir, mientras él soltaba un par de gemidos ante es continuo roce. Empezó a besarte por el cuello y la boca con mucha ternura.

Su erección inconscientemente rozó tu clitoris por un instante lo que te hizo extremecer en sus brazos.

Harry te miró fijamente con una sonrisilla picara en los labios e hizo dos movimientos más rozando tu clítoris de nuevo. No pudiste evitar gemir mas intensamente cada vez ante sus repetidos roces.

Su mano bajó hasta su erección lentamente y puso su entremo en tu entrada para introducirlo levemente. Aunque se notaba que hacía un poco de fuerza él no quería ser brusco y lo hacia con cuidado.

Poco a poco su erección fue entrando en ti mientras que tu sujetabas la sábana en un puño y aferrabas su espalda con la otra a causa del dolor que te causaba su entrada.

Poco a poco el dolor se convertió en un poco de molestia nada más, después de que el entrara y saliera varias veces de ti.

Seguisteis besandoos y acariciandoos mientras el entraba en ti lento y rapido alguna vez. Empezabas a sentir un hormigueo que subia le la punta de los dedos de tus pies hasta tu cabeza.

Cada vez que rozaba tu clitoris podías notar como ese hormigueo aumentaba y te hacía perder el control, querías aumentar esa sensación.

En ese instante el paró de moverse dentro de ti y tu lo miraste desconcertada.

-Que pasa?

-Un momento, amor -te dijo depositando un leve beso en tu frente-.

Rapidamente se escurrió de la cama y saco de su mesita de noche un sobrecito plateado. Sabías lo que era. Luego de colocárselo en la erección se volvió a acercar a ti.

En ese momento estabas divertida ante sus dos intentos de ponerse el condón ya que su erección estaba muy sensible y no fue capaz de ponerselo a la primera.

-De que se rie mi tigresa? -dijo mientras se acercaba a ti-.

-De ti pequeño gatito sexy- lo besaste sin dejar que articulara alguna otra palabra más-.

Poco a poco volvió a entrar en ti de nuevo y seguisteis besándoos. Empezabas a volver a sentir ese hormigueo pero esta vez más intenso. Tu corazón latía aceleradamente y cada roce suyo te hacía enloquecer entre gemidos que salian de tus labios.

Llego el momento en el que no pudiste aguantar más y explotaste de placer en sus brazos sin poder controlar tus movimientos, arqueando la espalda y cerrando los ojos mientras agarrabas las sabanas fuertemente y gemias descontroladamente.

Poco después Harry no pudo aguantar más y llegó a la cumbre escapandole de la boca varios gemidos pronunciando tu nombre entre ellos.

Había sido perfecto, no podías imaginar algo mejor. Estuvisteis en la cama por un rato más hasta que escuchasteis unos ruidos abajo y volvisteis a la realidad. Eran las 8 de la tarde y casi llevabas alli todo el día.

-Debe ser mi hermana que habrá llegado -te beso en los labios-.

-Voy a vestirme, por si se le ocurre subir-.

-Vale, amor-.

Cogiste tu ropa que estaba desperdigada por toda la habitación y te vestiste mientras Harry te observaba.

-Que pasa? -le preguntaste con cara de curiosidad-.

"Cautiva de su aroma" Harry Styles y Tú [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora