Veintiocho.

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A la semana todo seguía igual... Dani seguía en mi casa aunque no compartía contacto visual con él.

Jesús estaba con la niña los fines de semana, osea que, ahora la niña está con él.

—Maya —dijo Dani bajando las escaleras.

—Mm? —dije mirando la pantalla del ordenador.

—He decidido que volveré a Londres porque como voy a tener un hijo pues...

Le miré —Cuando te irías?

—Esta noche, ya tengo la maleta hecha.

—Que?! —exclamé —Otra vez me avisas sin tiempo?! Daniel esto no puede seguir así...

—Hablas como si fuéramos un matrimonio.

—Es que te pareces a Jesús y bueno...

—Te juro que he intentado todo pero el vuelo más pronto era hoy o dentro de un mes y... Prefiero arreglar las cosas con Lisa.

—Lo entiendo... —la verdad es que no.

Me abrazó —Gracias por entenderlo.

—Pero tienes que prometerme algo...

—Dime.

—Enamórate de Lisa y olvídame Dani...

—Con una condición. —dijo.

—Cual? —pregunté.

—Bésame por última v-

—Largo —dije.

Rió y se fue.

Al llegar la noche toda la familia se reunió para despedirnos de él.

Jesús también, menuda novedad.

—Cuando nazca tráemelo —dije.

—Lo haré —me abrazó una vez más.

—Te quiero Dani, aunque no te lo haya demostrado mucho...

—Yo también te quiero enana.

Se quitó su pulsera y me la dio.

—Que haces? Es tu pulsera de la suerte.

—Prefiero que la tengas tu —dijo. —Toda mi suerte eres tu.

Sonreí. Le volví a abrazar.

—Vas a perder el avión Dani —dijo Calum.

Se separó de mi y se subió al taxi.

Me miró una vez mas a través de la ventana y se fue.

Miré a Jesús quien tenía a la niña en brazos y me acerqué a darle un beso.

—Puedo? —dije refiriéndome a la niña y afirmó.

La cogí y le di un beso.

—El tito Dani te echará de menos pequeña —le dije.

—Todos lo echaremos de menos no? —dijo Jesús con ironía. —Déjamela, tengo que darle la cena y acostarla y ya es muy tarde.

Suspiré —Jesús...

—Maya, dame a la niña —se la di. —Hasta el lunes.

Se subió a su coche y también se marchó de allí.

—Calum... —dije acercándome a él.

—No me hables Maya —dijo y se subió al coche.

Miré a Elena —Hasta mañana... —dije.

Me besó la mejilla y subió con Calum. También se fueron.

[...]

Al día siguiente tenía un dolor de cabeza horrible. Pf.

Miré mi móvil y notifiqué 10 llamadas perdidas de Elena, 5 de Calum y milagrosamente 3 de Jesús.

Elena me volvió a llamar y cogí el móvil rápidamente.

—Elena que pasa? Me habéis llamado todos —dije.

Se oía como sollozaba.

—Maya Dani... —casi no podía hablar, le faltaba el aire.

—Que pasa con Dani Elena? —encendí la televisión y lo primero que vi fue que en las noticias salía un avión destrozado y personas que sacaban cuerpos de dentro.

—El avión de Dani se ha estrellado...

Vale... Mejor no digo nada que me matáis...

Nerea😊...

Whatsapp [#2]✨ [Jesús Oviedo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora