Capítulo 14

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Kyung se preguntaba por qué se preocupaba tanto ¿Por qué debía importarle que ese fantasma siguiera poseyendo internos para continuar con su horrible masacre cada mes de octubre cuando se cumplía el aniversario? Él ya estaba fuera de ese reformatorio y no tendría más relación con éste. Sin embargo él había vivido eso en carne propia, había visto con sus propios ojos asesinatos y cadáveres de jóvenes que tenían toda una vida por delante y una segunda oportunidad para enderezarse. Lo que más le molestaba realmente es que dejaran que eso siguiera sucediendo al no cerrar la institución y atribuyeran esas matanzas a chicos mala conducta que simplemente tienen un instinto psicópata. Pero las cosas van más allá de lo natural y eso Kyung no lo podría explicar porque lo verían como un loco.

Kyung había estado pensando esos días y sólo se le ocurrió que la única solución al problema de los asesinatos era una sola pero no había nadie tan osado para hacer tal cosa, ni él en sus días de rebelde se hubiese atrevido a hacer algo así. En otra cosa que estuvo pensando era en su amigo Zico, no sabía si Ji Hoon llegó a decirle lo sucedido con Yu Kwon y si era así, seguramente le ocultó quién lo había matado. A pesar de que Kyung sabía que si se enteraba de eso estaría muy molesto con él, no era justo ocultárselo así que decidió que debía contárselo, el problema es que no sabía donde vivía ni tenía su número. Buscó en la guía telefónica, sabía que Zico vivía en Seúl por lo que uno de los Woo de la lista debía de ser su familia, sin embargo, a pesar de que no era un apellido tan común como otros, habían muchos. Intentó con Ji Hoon, su apellido era aún menos común y sólo había seis familias con ese apellido registrados en la guía telefónica así que llamó a todos hasta que dio con él.

-Oh, Kyung ¿Cómo conseguiste mi número?

-La guía telefónica – respondió – Ji Hoon ¿Le contaste a Zico lo sucedido?

-No, aún sigue de reposo en su casa y no sé cómo decírselo.

-Yo se lo diré, no podemos ocultárselo.

-¿Estás seguro?

-Sí ¿Tienes su número de teléfono o dirección?

-Te daré la dirección, anota.

El lugar en donde Zico vivía era fácil de llegar por lo que a Kyung no se le haría complicado, sólo debía tomar el metro unas cuantas estaciones y justo enfrente de la que tenía que bajar, estaba el edificio en donde su amigo habitaba con su familia. Después de la hora del almuerzo fue hasta allá y desde el intercomunicador se anunció con la madre de Zico quien lo dejó pasar.

-Buenas tardes, soy Park Kyung – saludó el chico con una reverencia.

-Sí, te vi, estabas con mi hijo cuando ocurrió aquel incidente ¿Cómo te encuentras?

-Bien gracias ¿Y Zi...Digo, Ji Ho está bien?

-Sí, pasa. La habitación del fondo a la derecha es la suya, seguro le dará gusto de verte.

Kyung estaba nervioso por lo que le iba a informar a Zico, seguramente éste se sentiría feliz por su visita pero en cuanto le dijera por qué estaba allí, las cosas iban a cambiar pero debía decirle la verdad por más dura que fuera. En cuanto entró a la habitación después de que Zico lo dejara pasar, el rostro de éste se iluminó con una sonrisa por el gusto que tenía de verlo y de comprobar que se encontraba bien. Kyung forzó una sonrisa para que no se preocupara de una vez y no tuviera que lanzarle la bomba tan rápido.

-Pensé que habías vuelto al reformatorio, que bueno que estás fuera – dijo Zico animado.

-Había vuelto pero pasaron cosas y estoy en mi casa de nuevo.

-Uno se la pasaba casi siempre fuera haciendo lo que quería pero después de haber estado tanto tiempo en ese reformatorio, se llega a extrañar el hogar y a la familia. Ambos tendremos una nueva vida de ahora en adelante ¿No? Y Ji Hoon también – suspiró, melancólicamente– Espero que Yu Kwon también pueda salir, quisiera verlo y disculparme con él, las cosas entre nosotros no quedaron bien desde que nos peleamos.

Zero for conduct: Masacre de OctubreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora