No todo estaba yendo por un buen camino. Últimamente mi vida se convirtió en un infierno andante, repleto de discusiones y besos amargos.
Dan y yo íbamos bien pero... No tanto. Pasaron muchas cosas que no puedo explicar con palabras, y digamos que no estoy siendo muy feliz.
Daniel se está cansando, y yo también, y por más que nos amemos sabemos que esto no puede seguir adelante. ¡Mierda! No aguanto más todo esto...Solo quiero que todo vuelva a la normalidad. Pero si todo vuelve a la normalidad desde el momento en el que yo crucé el salón de Literatura en la Universidad, nada de esto hubiera pasado. No hubiera conocido a Alex, no me hubiera enamorado de Dan... Tampoco conocería a Penny y a Jane. Todo hubiera ocurrido de alguna manera poco linda a mi parecer.
Todo hubiera sido tan extraño, que seguramente ni yo hubiera sido lo que fui y soy ahora.
Emily no hubiera sido Emily si nada de todo esto hubiera pasado.Estoy arruinada...
Noviembre 13, 2011
Dan abrió los ojos y se encontró con una inmensa y pesada oscuridad. Extrañaba ver aquella luz humana que solía dormir a su lado. La habitación se sentía aún más fría que de costumbre, y no era gracias a ninguna ventana abierta que dejaba entrar el viento fresco de Noviembre. La ausencia de Emily lo estaba matando de hipotermia, y su corazón sangraba dejándolo seco como una pasa.
Se levantó, intentando dejar de pensar en el frío vacío de su cuarto, y decidió comer algún aperitivo nocturno.El departamento estaba silencioso, ni si quiera se podía escuchar a Merlin caminando por ahí. Se sentía tan solitario.
Se arrepentía de haberse enojado con ella, y le hacía tanta falta...
Bastaba con una discusión para que Emily perdiera los estribos y decidiera no hablarle por una semana. Una semana que se había vuelto un infierno para él. Dan sabía desde un principio que Emily solía enojarse por muchas cosas, incluso por las más tontas. Pero digamos que él tampoco era un santo. Dan tenía el orgullo por las nubes y el enfado hasta Plutón.
La intentó llamar miles de veces, pero no hubo caso. Ella no iba a responderle.
Como recién eran las once de la noche decidió aceptar la invitación de uno de sus amigos, quien lo había invitado a salir hace un par de horas atrás.[...]
23:34 pm
El pub estaba muy aburrido. Sus amigos hablaban de sus novias o de chicas con las que habían tenido una noche eterna. De vez en cuando cambiaban de tema e integraban a Daniel, pero él no estaba de humor para ninguna platica sin importancia.
De pronto la música se detuvo y escucharon a un chico hablando por un micrófono. Daniel tenía la ventaja de ser alto y poder llegar a ver quién estaba en el escenario. Se sorprendió de ver a Alex, una de las tantas razones por las que se peleaba con Emily constantemente.
Alex tocaba una canción propia, y de a ratos miraba hacia una mesa cercana. Dan pudo notar que en esa mesa estaban los amigos de Emily, y que también estaba ella.
La vio sentada con un vaso de whisky, ignorando la charla que se había armado entre sus amigos. Sonrió pensando que ella se sentía tan mal como él.
Tomó coraje y una gran bocanada de aire, y caminó decidido hacia ella. Notó que Miles lo vio y este mismo le sonrió, al instante Penny levantó la cabeza y le hizo el mismo gesto.
-¿Dan?- escuchó a Emily.
Al cruzar su mirada con la de ella, sintió una corriente eléctrica por su espalda. Se sentía como la primera vez que la había visto. La chica de sus sueños se encontraba enfrente suyo, mirándolo confundida. Nunca entendió como era que se había enamorado de ella, pero bastaba con una sola mirada para poder comprender aquel sentimiento tan único.
- Hola...- logró decir con una sonrisa en sus labios.[...]
Emily sacó un cigarro del bolsillo, y Dan la miró atentamente. No había visto esa secuencia en décadas. Observó como ella prendía al asesino, y le daba una calada larga.
No le gustaba verla haciendo eso. Y aunque suene contradictorio, Dan había dejado los vicios hace casi un año porque, ahora, Emily se había convertido en su nuevo vicio.
- Emily, basta...- dijo robándole el cigarrillo de los labios.
Lo tiró al suelo y lo pisó con fuerza para apagarlo. Ella no lo miró, ni tampoco le gritó por haberle sacado su cigarro. Se quedó en silencio, y de a poco empezó a sollozar.
Dan se asustó y se acercó para abrazarla, pero ella rápidamente se alejó de él.
-¡No, por favor!- dijo con lágrimas cayendo rudamente de sus ojos.
- Lo siento, Ems, de verdad...- empezó a disculparse.- Te amo, por favor, tienes que entender que eres todo para mí...-.
Emily lo miró a los ojos y no pudo resistirse. Aquellos bombones de chocolate la miraban con tristeza y arrepentimiento, y sinceramente Emily no podía mantenerse alejada de él. Lo amaba.
Lo agarró de las mejillas para darle un gran beso en los labios, que terminó siendo miles de cortos y rápidos besos. A pesar del asqueroso sabor a nicotina, ese beso había hecho de Dan un cuerpo débil, relleno de burbujeantes sensaciones.
- Te amo, te amo... No dejes que me vaya otra vez.- dijo ella con el maquillaje todo corrido.
- Nunca voy a dejarte ir...-.
Los dos se sonrieron y se dieron otro beso apasionado, dejando su amor impregnado en el frío aire de la noche.