Cercanía.

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Al día siguiente.

Otro día comenzaba en aquél edificio, algunos levantándose temprano para ir a su empleo, otros simplemente quedándose en sus departamentos y otros ni se despertaban.
Para la suerte del castaño, ese día era de descanso, agradecía enormemente a Kai por haber dado la idea, pues no sabia como reaccionar si se encontraba con Aoi y más al recordar esa carta, que ahora se encontraba guardada.

—Pero tampoco podré esconderme de él para siempre. -dijo mirando el techo de su habitación.—Además tendré que seguir viéndolo a pesar de todo ya que somos vecinos.-

Decidí levantarme, no sabia que hacer, estaba solo en el departamento...Algo que odiaba realmente, odiaba sentir ese sentimiento de soledad, era algo triste.

Vi la hora en mi reloj, las 9:30 a.m...Me prepare para dar una vuelta un rato en mi coche, iba a ser una mañana tranquila...Creo. Salgo de mi departamento, con las llaves de mi coche y como era de costumbre en mi, bajaba por las escaleras.
Vi la puerta del departamento de Shiroyama y recuerdo sus palabras ayer.

»Lo siento Kouyou...No haré eso, mucho menos cuando se trata de ti.
»Y por otra cosa más, que falta tiempo de que lo sepas.

Me dejo con la intriga. La maldita intriga.
Cuando ya estoy en mi coche, decido enviarle un mensaje:

Uruha:
Gracias por dejarme más intrigado de lo que estoy, Shiroyama...Buen día.

Y sin más se lo envió, no me esperaba una repuesta sinceramente, conociéndolo, a esta hora a de estar dormido...Pero por lo menos quiero que sepa de como me encontraba en eso instantes.

Minutos más tarde, mi teléfono suena.

Aoi:
Lo siento Donald pero como lo dije antes, falta tiempo de que sepas...Buen día para ti también.

Uruha:
¡No me llames así! ¿Por qué tanto misterio de repente "Negro"? Me sorprendes en realidad.

Aoi:
¿Ahora quién enoja a quién?

Claro...Evade mi pregunta Yuu.

Realmente no sabía que hacer, estaba tirado en mi auto, con el celular en la mano, otra vez el sentimiento de soledad se apodera de mi mente. Era algo horrible a mi parecer, no tener a alguien a quién hablarle, decirle como te sientes, compartir momentos...O el simple hecho de tener un poco de compañía.

—Que vida de mierda llevo...-dije apoyando mi cabeza en el volante del coche.—Como odio sentirme así. Solo, hasta ya detesto esa palabra.-

Decidí salir del coche, para volver a mi departamento. Mi teléfono suena nuevamente.

Aoi:
¿Te han cancelado?

Uruha:
Mira quién habla.
El que no le dieron su nochecita de porno. Hasta tuviste que llamar a "Manuela" supongo yo, ¿O me equivoco?

Sonreí al enviar el mensaje.

Aoi:
¿Ves? Tú me provocas...Te encanta hacerme enojar.

Reí, mientras ingresaba a mi departamento.

Uruha:
Tú empezaste...Ah ¿Entonces es verdad? Jaja, pobre de ti.

Amarte.  [AoiHa.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora