Boda

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Arrastraba los tacones haciendo un ruido muy irritante mientras la tía Alice me miraba con una sonrisa falsa mientras decía:

-Vas bien, ya lo tienes.

Aunque no lo tenía.
Me quite los tacones colocándome mis botines marrones.

-¿No puedo ir descalza? -. Pregunté a la tía Alice.

-Tu madre me hizo esa misma pregunta cuando se iba a casar.
Y ¡No!,  no puedes ir descalza-. Respondió.

-Llevó una semana practicando y la boda es mañana-. Conteste.

-¿Dónde coloco esto jefa? -. Preguntó la tia Rouse con un tronco largo en el hombro.

-A ambos lados del altar-. Respondió.

-¿Que altar? -. Bromeó Emmet.
¿Es que no tenéis imaginación?

Ya era de noche y me encontraba en mi cuarto, en casa de Esme.

Escuché un breve chirrido en la ventana, me dirigí hacia ella, la abri y dije:

-Da mala suerte ver a la novia un día antes de la boda.

-Son simplemente leyendas-. Contestó.
Venia a comprobar si habías cambiado de opinión..

-¿Te estas echando atrás?-. Pregunté.

-No-. Susurró.
-Jake te amo más que a mi vida, entiendelo, quiero estar contigo toda la vid.
Al día siguiente,  me encontraba junto a Esme, Rouse y Alice frente al mismo espejo que estaba mama el año pasado.

-¿Nessie? -. Decía mamá subiendo las escaleras.

-Estoy aquí mamá-. Dije alzando la voz.

-¡Oh dios mio estas hermosa! -. Grito secando sus lágrimas con el dedo.

-Dios mama, no llores-. Dije mientras me levante y le di un abrazo.

Entonces apareció papá.

-Queremos darte algo-. Susurró mamá.

-Algo hermoso, aparte de tu hermosa madre-. Entonces abrió una caja azul de pelo, dejando ver una peineta de plata con rubíes azules.

-Fue de la bisabuela Isabella, después paso a mi madre y ahora lo tienes tu, y pasará a tu hija y luego a la suya-. Dijo mamá entre sollozos.

-Gracias mamá, es perfecto-. Cogí la peineta y se la di a Alice para que la colocara en mi moño, decorado con una trenza y dos mechones delanteros cortos sueltos.

-Ya es la hora hija-. Susurro papá abrazandome.

-Papá, gracias por todo-. Susurré.

Minutos después me encontraba con mi vestido escote corazón, ajustado de brillantes, y la espalda descubierta, agarrada a mi padre.

Pensé en lo difícil que seria caminar, ya que estos zapatos eran bastante incómodos, hermosos, pero incómodos...

-Nunca dejaré que te caigas-. Respondió papa tras leer mi mente.

Al verme todos se pusieron en pie, entonces supe que no había marcha atrás.

-Aun puedes arrepentirte-. Dijo papá otra vez leyendo mi mente.

Comenzó a sonar la canción "Thousand years" y yo comencé a caminar hacia el altar, aun paso muy lento.

Cada paso llenaba mi cabeza de dudas, de como seria mi vida, todo un lío, adueñó mi cabeza..

Hasta que lo vi.
Y vistos sus ojos color miel, supe que nadie me cuidaría y me haría mas feliz que el, entonces mis dudas desaparecieron.

Después de besar mi mano, papa se la entrego a Jake que la cogió con gusto, mientras me fulminaba con una de sus perfectas sonrisas.

Renesme Cullen y Jacob Black: Amor EternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora