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Pepa: Por favor, por favor. La pasaremos de maravilla.

Negra: Esta bien, vamos.

Dije con un sentimiento extraño en el pecho, como si algo malo fuese a ocurrir. Al final me devolví a mitad de camino porque no me pareció una buena idea y ese fue el último día en que vi a la Pepa. Ella era mi mejor amiga la cual se molestó por un carrete, dejándome sola y tirando a la basura demasiado tiempo de amistad.

Después de ese día todo cambió, no sentía tanta confianza con nadie más que ella y así comencé a vagar por las vidas de diferentes personas, y así conocí más a fondo a "La modelo", que ya era mi amiga pero ahora me comencé a involucrar mucho más en su vida. Un día de verano me llamó por teléfono y me dijo:

Modelo: ¿Quieres ir a la playa?

Negra: ¡Vamos poh' hueona!

¿Qué le iba a decir que no? me fascinaba estar junto a ella aunque fuese en la playa que la verdad detesto, el mar me da alergia y la arena me pone nerviosa, cundo voy detesto quedar con la cabeza repleta de arena, la verdad no lo disfruto. Al final fuimos y ella me dijo que había chicos quedándose en aquella casa, uno era su amigo y dos eran sus conocidos así que la pasaríamos de maravilla. Días después nos fuimos junto a su familia.

Haré como siempre el cuento corto, llegué echa pebre a la playa. Estaba pálida, mareada y con nauseas porque así me pongo cuando duermo toda dobla' y viajo. Cuando llegué era una casa grande, muy linda y acogedora al igual que la gente que se encontraba dentro. Arreglé mis cosas y bueno, como les había contado yo soy una persona con mucha mala suerte (Yeta pero en mala) y cuando estaba arreglando mi cama se cayó mi celular del camarote, se rompió completamente pero aun seguía funcionando, lo tomé y fui al patio muy nerviosa y ahí estaban los chicos, a primera vista nada de guapos pero qué les digo, yo tampoco soy rica así que los saludé en buena onda y me senté con el hermano de la modelo a contarle como se me había caído el celular. En eso llega la modelo y los chicos nos invitan al bosque y claro, aceptamos.

Yo no estaba muy segura de lo que hacía, eran 3 chicos que recién conocía, la modelo y su hermano caminando hacía el bosque, cuando llegamos mis respuestas hacia algunas preguntas básicas eran muy frías, secas, y cortas. "Si, no, no sé" fue todo lo que hablé en el camino además de reírme de algunas cosas. Cuando llegamos me contaron que uno de ellos estaba pololeando (Pepe), él ahora es mi amigo, otro había terminado ese día (Depresivo) y el otro estaba soltero (Yisus).

Depresivo: La maraca culiá, la odio.

Negra: Dijo el despechado.

Todos: Uhh!

Negra: Es que no le puedes decir así si la pateaste sin motivos, lo dijiste.

Depresivo: Tu no sabís nah', no te he contado toda la historia.

Negra: Tranqui, tampoco me importa.

Pepe: peo chiquillos tranquilos, ustedes podrían llevarse bien.

Yisus: Conózcanse, deben tener harto en común.

Negra: Espero que haya sido una broma, somos diferentes.

Modelo: Oye, que mala onda miga.

Depresivo: Déjenla, tomemos mejor.

Al final el tipo o era indeciso, desconfiado, ebrio o depresivos y yo, bueno yo no conocía los límites entre la sinceridad y la crueldad máxima, sentía que esas dos palabras iban de la mano, tan unidas pero eran tan detestadas por la gente. Después de tomar una cerveza de a luca, fumarnos unos cigarros de feria y sentarnos entre ramas, caca, insectos y mi mala suerte comenzamos a caminar hacía la playa, ahí quedó la patá, no sé si fue la chela barata pero el depresivo se aisló, no volvió a nosotros, se desapareció y fue a llorar, estaba pésimo y todos decían que siempre se ponía así. Luego de unos minutos de escuchar música frente al mar, darnos volteretas, pelear con arena y vigilar al depresivo para que no se subiera a una roca y se lanzara, decidimos irnos. Caminamos cerca de 20 minutos hasta que llegamos a la casa, nos quedamos en la pieza de los hombres todos acostados pero a mí me tocó acostarme con el depresivo, estábamos escuchando música y ahí pasó, me abrazó el gran problema, él.

Negra: Tengo sueño...

Depresivo: Duerma

Negra: No puedo

Depresivo: Duerme, se nota que tenís tutito.

Así entrecerré mis ojos, veía como él se acercaba hasta que nuestros labios se toparon y así comenzaron a besarse descontroladamente, el minion color caca con el depresivo más depresivo de la tierra. Ahí, como cualquier mina te imaginas los fuegos artificiales, cupido y toda la parafernalia y no podía faltar lo peor, la grandísima ilusión. Así nos comimos toda la noche, al día siguiente me pidió pololeo y todos fueron felices por siempre, fin. No, mentira ya que la negra tiene mala suerte. Nos separamos a las 3 de la mañana, nosotras nos fuimos a dormir y así el día había acabado o quizás solo comenzaba.

Como el primer día ya me había comido a un chico debía verme bien a toda hora para seguir con el juego así que al día siguiente por la mañana me vestí, maquillé e hice mis cosas y cuando salí al patio estaba él, sentado en una silla al frente mío. (La pieza de ellos estaba separada de la casa, era grande y daba con el patio) Cuando me vio dijo...

Depresivo: ...

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⏰ Última actualización: Feb 27, 2016 ⏰

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