Lost it all (Andy Biersack)

Cap.2 Lovesick

-Oh, eres tú. -Dije un poco aliviada. -¿Pasa algo? -Dije, como si fuera lo más normal del mundo que a las 11:00pm, un chico al que apenas conoces, entre a tu habitación.

-Emmm... -Pude notar que estaba un poco nervioso. -Solo venía a decirte que aunque apenas te conozco, me gusta que estés aquí. -Lo notaba un poco inseguro, quizás avergonzado. No podía distinguir. - Si algún día necesitas a alguien para hablar, puedes hablar conmigo. Puedes confiar en mí. Ahora que vamos a vivir en la misma casa, podemos conocernos mejor. -Me dijo con una sonrisa de medio lado. Sabía que tenía esa sonrisa porque no sabía el efecto que sus palabras tendrían en mí, ni la manera en la que yo reaccionaría.

-Gracias. -Dije. En mi mente había una guerra entre si debía abrazar a Andy o no. Me ganaron mis impulsos y antes de que pudiera darme cuenta, ya estaba abrazando a Andy. Él estaba un poco sorprendido por mi reacción y pensé que el abrazo que yo le había dado, lo había incomodado. Así que me separé rápidamente de él. -Lo siento. -Dije un poco avergonzada.

-Tranquila. -Dijo abrazándome. Me tomó por sorpresa pero esta vez, sí correspondí su abrazo. Cuando el abrazo se volvió incómodo, nos separamos. -Bueno, creo que ya debo irme. Es tarde y mañana tengo que ir a la universidad.

-Bien... -Dije mientras se levantaba de mi cama y caminaba hacia la puerta. -Y gracias por preocuparte.

-De nada. -Me dijo sonriendo. -Adiós...

* Pensamiento interno : Andy es muy simpático y me cae bien.... Bueno, mejor me voy a dormir. Mañana tendría que ir muy temprano a la pastelería.*

Me metí bajo las sábanas y cerré los ojos media hora. Estaba quedándome dormida pero no duró mucho pues algo me levantó. Tenía que vomitar.

Me levanté rápidamente de la cama y me dirigí corriendo literalmente al baño. Ni siquiera me dio tiempo para cerrar la puerta. Lo único que pude hacer fue arrodillarme frente al inodoro y vomitar. Escuché una puerta que se abría pero no le di importancia, pues estaba concentrada en terminar de vomitar para irme a dormir. Sentí que alguien entró en el baño pero seguí vomitando y no pude ver quien era.

-¿Estás bien? Oh... Mierda. -Dijo la persona que estaba detrás de mí. Por su voz, pude reconocer rápidamente que era Andy.

Mientras seguía vomitando, Andy me recogió el cabello hacia atrás para que no se me ensuciara y me frotaba la espalda suavemente.

Cuando terminé, me cepillé los dientes y limpié lo que había ensuciado, dejando el baño como lo encontré. Me di cuenta de que Andy aún seguía allí en el marco de la puerta.

-No quería que vieras esto. -Le dije, siendo muy sincera.

-No te preocupes. Es normal. -Me dijo

-Gracias por comprender. - Le dije un poco avergonzada.

-Es normal en los primeros meses de embarazo. Ya te acostumbrarás. -Me dijo con una sonrisa.

-Gracias. -Le dije, dándole un pequeño abrazo y caminando hacia la puerta de mi habitación. -Por cierto... -Dije girándome para ve a Andy a unos pocos pasos de mi. -Gracias por sostener mi cabello. -Dije con una pequeña sonrisa.

-De nada. -Dijo Andy caminando hacia mi. Cuando estábamos bastante cerca, me dio un beso en la mejilla. -Buenas noches. Que descanses.

-Gracias. Igual. -Dije despidiéndome con la mano y entrando en mi habitación. Cerré la puerta detrás de mí y me deslicé por la puerta hasta caer sentada en el piso con mi espalda contra la puerta. No sabía que era lo que me estaba pasando. Llevaba literalmente horas de conocer a Andy y había sido tan especial conmigo. Había sentido una conexión. Cuando fue a mi habitación a hablarme, cuando sostuvo mi cabello y cuando me dio ese beso en la mejilla... No sé. Pero ese beso tuvo algo especial para mí.

Me levanté del suelo y me acosté en mi cama. Estaba muy cansada y mañana tendría que ir a trabajar...

Andy's P.O.V

Entré en mi habitación después de haberme despedido de Sydney. Esa chica tiene algo que me gusta. Pero no sé lo que es. Solo llevo horas de conocerla... Quizás no sea nada y solo sea atracción física. No lo sé... Esto va más allá de lo físico. No estoy seguro de lo que siento. ¡Pero que estupidez estoy diciendo! Solo tiene 16 años. No lo sé... Yo y mi estúpida mente.