¿Te acuerdas...? (JiKook)

IV - La consecuencia.

-¿Tienes hambre? – Jungkook negó. - ¿Y si te saco a pasear? Hace un buen día, no puedes estar en esta habitación toda la vida Jungkook.

El pelinegro dirigió su vista al pelirrubio quien lo miraba esperanzado con oír algunas palabras suyas, se limitó a sentir y eso fue suficiente para Yoongi. Se colocó atrás de la silla de ruedas y comenzó a empujar al chico a través de las habitaciones hasta salir fuera de la casa.

JungKook suspiro mirando sus manos que mantenía en sus piernas, había bastante sol pero sin embargo el día se sentía fresco. Yoongi caminaba saludando a las personas que les dedicaban "Buenos días." A ambos y acaricio levemente el cabello del pelinegro.

-Escucha mocoso... Verte deprimido las 24 horas al día los siente días de la semana me pone de mal humor – Jungkook postro una sonrisa ladina en su rostro - ¿Quieres animarte un poco? Haces que todo mi Swag se vaya al carajo, estar deprimido no tiene Swag, JungKookie.

-Jimin tenía todo mi Swag... - murmuro, el mayor de los dos hizo una mueca y suspiro mientras se detenía y se arrodillaba aun lado de Jungkook.

-Todos lo extrañamos JungKook, a todos nos duele que el ya no esté pero tenemos que salir adelante. A él no le hubiera gustado verte en ese estado, ¡Estas horrible! Tienes ojeras que te envidiarían hasta los pandas, no comes y ni siquiera dejas que te bañe. ¿Quieres morirte? Si es así ten por seguro que te ayudaría con eso. Pero Tae, J-Hope, NamJoon, Jin y yo te extrañaríamos como locos... - Kook le dirigió una mirada llena de lágrimas al pelirrubio y este lo abrazo sintiendo que su abrazo era correspondido pocos segundos después. - ...ya perdimos a Jimin... No queremos perderte a ti también...

Jungkook soltó un sollozo y lo abrazo más fuerte, importándole poco que las personas al rederos los miraran, el necesitaba un abrazo y quien mejor para dárselo que Yoongi, el chico que odiaba hace algunos años. El chico que dejo de lado sus diferencias y se encargó de cuidarlo cuando su madre falleció y su padre se había ido de la casa, el que se desvivía por él y le soportaba todos sus berrinches cuando no quería comer o no quería salir. Poco a poco sintió su hombro llenarse de lágrimas, Suga estaba llorando, cosa que sorprendió al pelinegro ya que desde que se conocieron no lo había visto llorar. Ni siquiera por la noticia de Jimin, pero supuso que estaba bien. Ya han sido dos años desde que su novio decidió suicidarse y Yoongi siempre estuvo enamorado de él, no lo vio llorar pero sí que sufría, tal vez incluso más que el por el amor no correspondido, tuvo que sufrir en silencio por muchos años y por fin era momento de que se desahogara y que mejor momento que este.

La pregunta paso por su mente, ¿Qué hubiera pasado si Jimin se quedaba con Yoongi y no con él? Simple, aun estuviera vivo. Así de triste era su realidad. El rubio se separó de él limpiándose las lágrimas, cosa que JungKook también hizo, y regreso atrás de la silla para seguir empujándola.

-Llorar no tiene Swag, Suga Hyung... - soltó una tímida risa mientras aún se frotaba los ojos.

-¿Quién está llorando? – Soltó amargado - ¡Tú eres el llorón, no yo! Así que cállese. – Jungkook volvió a reír y asintió.

-Ahora yo voy a cuidarte – rio – ya es mi turno.

-¿Quién pidió que me cuidaras? Primero aprende a cuidarte tu solo y después hablas – sintió como Suga le revolvía el cabello y sonrió más amplio – voy a cuidarte siempre mocoso, aunque tú no quieras... no necesito que me cuides, me mantendré bien siempre y cuando tu estés bien. – hablo seguro de sus palabras, mientras un recuerdo vago se plasmaba en su mente junto a una sonrisa ladina llena de nostalgia;

"-Suga Hyung... ¿Puedo pedirte un favor?

-¿Qué sucede Park Jiminnie?

-Si algo me llegara a pasar... ¿Cuidarías a JungKookie por mí?

-¿Por qué lo pides ahora? ¿Han peleado o algo así?

-Él se enojó porque pase mucho tiempo hablando contigo por teléfono la otra vez... ¿lo harás?

-Ahh... claro Jimin... lo cuidare... Tan bien como tú lo harías, lo prometo.

-¡Gracias Hyung!"

-Las cosas que haces prometer a uno, maldito enano...

-¿Has dicho algo?

-No, nada. Solo estaba recordando algo. – rió leve y continuo con su caminata.