Acabamos de llegar a Madrid y hay miles de chicas alrededor de la carretera esperando que pasaramos.
Nosotros no podemos saludar, ni siquiera nos ven porque vamos en la parte de atrás de la furgoneta con los cristales negros.
Esta furgoneta es como una mini casa. Tiene sofás, tele, camas, servicio y hasta cocina. Muchas veces los tres nos quedamos aquí a dormir porque nos resulta más cómodo que un hotel.
Aparcamos en un parking, alejados de la gente y el manager nos dice que nos durmamos ya y, sobre todo, que no salgamos.
-Sí jefe.- Dice Dani haciendo un gesto con la mano. Tan bromista como siempre.
Él se va dentro del camping, nosotros hemos preferido dormir en la furgo.
-Me voy a ver los alrededores.- Digo desobedeciendo por completo la orden que nos acaban de dar.
-Eso iba a hacer yo también.
Sabía que Dani no se iba a quedar aquí. Él y yo nunca hacemos caso a lo que nos mandan y nos metemos en muchos líos. Jesús sin embargo es más obediente y se queda dentro de la furgoneta.
Detrás del camping hay una piscina y Dani y yo nos metemos sin pensarlo dos veces. Total, es verano.
Mientras estamos en el agua oímos música que viene de una de las cabañas, parece una fiesta. Vamos a la furgoneta a cambiarnos de ropa y decidimos ir a unirnos a la fiesta.
-Jesús vente no seas aburrido.- Le digo desde dentro del baño mientras me arreglo un poco.
-Como nos pillen nos la cargamos, como siempre.
-Pues no te vengas tío tu veras, déjale Mía ya sabes que es un aburrido.- Me contesta Dani que ya me está esperando.
Salgo del baño y los dos se me quedan mirando. No están acostumbrados a verme con esta ropa, casi nunca me pongo faldas o vestidos. Y hoy llevo una falda negra y un crop top blanco con lunares. [multimedia]
-No me miréis así, no tengo monos en la cara.
-¿Por qué te arreglas tanto?- me pregunta Dani.
Él lleva una camisa de cuadros y unos vaqueros blancos. En realidad está muy guapo también aunque vaya más informal.
-Voy a ver si encuentro un novio.- Digo pestañeando coqueta varias veces y salgo de la furgoneta.
-Pensándolo mejor si voy.- Grita Jesús, y sale corriendo detrás de mi.- ¿Qué es eso de que vas a buscar novio señorita?
-Ay Jesús, tan protector como siempre. Ya soy mayorcita y sé lo que tengo que hacer.- Digo mientras camino más rápido para irme del lado de Jesús.
En realidad soy un poco borde con ellos, no sé cómo me aguantan. Como se suele decir donde hay confianza da asco. Además yo soy todo lo contrario a lo que ellos son. Yo llevo muchos piercings, uno en el frenillo del labio, otro en la nariz y en el ombligo. Además de un tatuaje en las costillas. Me cambio mucho el color del pelo, hoy lo llevo rubio y mañana lo mismo rojo. Y no suelo llevar vestidos nunca. Con unos jeans un jersey y las converse estoy mucho más cómoda. Vamos que soy una loca que tiene la cabeza en cualquier sitio.
Sin embargo ellos van siempre arreglados, se preocupan mucho por su físico y se maquillan más que yo. Vamos, físicamente somos todo lo contrario.
Con Dani encajo más en cuanto a la personalidad, es más fiestero, más bromista y despreocupado como yo, pero Jesús es más tímido y callado. Aunque yo les quiero mucho a los dos.
Llegamos a la fiesta y hay mucha gente, Dani entra primero y se hace notar que acabamos de llegar.
-¿Hay hueco para tres más?- Grita nada más entrar.
-Como no Dani llamando la atención.- Me susurra Jesús.
Yo le sonrío y me acerco a un grupo de chicos que se ha dado cuenta quienes eramos y estaban cuchicheando.
Dani tampoco ha tardado en encontrar compañía sin embargo Jesús se ha sentado solo en un sofá.
Son las dos de la mañana y Dani y yo hemos bebido un par de copas y estamos por ahí bailando, a pesar de que no deberíamos hacerlo porque nos puede dar problemas en nuestra carrera. Jesús se acerca a nosotros y nos dice que se vuelve a la furgoneta e intenta llevarme con él.
-Vamos Mía ya has bebido suficiente, y hay un par de tíos que no paran de mirarte vente conmigo.
-No eres mi padre Jesús, déjame en paz.- Le digo y me acerco a hablar con un chico que he conocido hace un rato.
Jesús me agarra del brazo y me saca de donde nos encontramos para llevarme, casi arrastras, a la furgoneta. Ni siquiera nos hemos despedido de Dani.
-¿Se puede saber que haces?
-Sacarte de ahí, has bebido y ahora cualquier tío podría hacer lo que quisiera contigo.
-Siempre estas igual tío, me sé cuidar sola ¿Sabes? Además no he bebido tanto estoy perfectamente.
-Pero a mi me gusta cuidarte.
Me meto al baño y me pongo el pijama. Los tres dormimos en la misma habitación, ellos en literas y yo en una cama al lado.
Me siento encima de mi cama mientras miro mi móvil, no quiero hablar más con Jesús estoy enfadada con él.
Él se sienta a mi lado y se queda mirándome, yo tengo intención de dormirme ya y me tumbo boca arriba.
-No te enfades anda, sabes que me importas mucho.
-¿Jesús tu has bebido?- él no es de mostrar sus sentimientos y me extraña lo que me acaba de decir.
-Solo un par de copas, como se entere el manager nos va a matar.- Dice riendose a la vez que se tumba a mi lado.
Yo sonrío también.
-Me encanta ese piercing que se te ve cuando sonríes.
¿Qué le pasa a Jesús? Esta rarisimo.
-Jesús vete a tu cama anda.
Él me agarra la mano y se acerca a mi.
-No es lo adecuado Jesús, vete a tu cama.
-No quiero.
-Bien entonces me voy yo, digo mientras me levanto y me meto en la cama de Dani.
Jesús no se mueve, parece que tiene intención de quedarse ahí toda la noche pero yo no pienso seguirle ese juego tan raro que se trae. No nos haría bien a ninguno de los dos.
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"Quiero Ser Famosa Jd"
Teen Fiction¿Quién no ha querido ser famoso? Pero la fama no es siempre como esperamos y la protagonista de esta historia lo sabe mejor que nadie.