"Quiero Ser Famosa Jd"

-Capitulo 3-

Por la mañana me despierta el manager abriendo las ventanas. Cuando la luz entra en la habitación y César, que así se llama nuestro manager, ve como estamos durmiendo se queda asombrado.
-Daniel y Mía, ¿que significa esto?- Pregunta enfadado.
Al final me quedé dormida en la cama de Dani y parece que él cuando volvió de fiesta, no le importó dormir conmigo.
Ninguno de los tres nos levantamos ni hablamos a César, no tenemos ni fuerzas.
-Ya sé lo que está pasando. Como siempre, anoche me desobedecisteis y salisteis de fiesta y ahora tenéis una resaca que no os podéis ni mover. Vendriais tan borrachos que no sabriais ni cual es vuestra cama y por eso Daniel y Mía están durmiendo juntos. Bien pues os espero en mi habitación en diez minutos y si no estáis allí preparaos para que el próximo día os encierre en la furgoneta como si fuerais animales.
Cesar se va y cierra de un portazo, yo me incorporo y miro a mi alrededor. Me duele muchísimo la cabeza y no recuerdo muchas cosas de anoche.
Voy al baño a hacerme una trenza para arreglar un poco mi pelo cuando me empiezan a venir todos los recuerdos de anoche. Por lo que más desconcertada estoy es por lo que pasó con Jesús, supongo que no tengo que darle importancia y que lo hizo por el efecto del alcohol.
Vuelvo a la habitación aún en pijama, bueno llevo una camiseta larga sin mangas que deja a la vista mi tatuaje de las costillas [multimedia]. Dani y Jesús están poniéndose lo primero que pillan en el armario, total, solo vamos a la habitación de César. Yo me pongo unos vaqueros cortos y salgo de la furgoneta como puedo, siento que me voy a morir del dolor de cabeza.
-Después hablamos Mía.- Me dice Dani cuando estamos a punto de entrar.
Llegamos a la habitación de César y nos sentamos en el sofá.
-Bueno ahora deberíais recibir el castigo oportuno. ¿No os dais cuenta de lo que puede pasar si os ven haciendo cosas indebidas? Si os hacen fotos bebiendo, fumando, liandoos con alguien, o cualquier cosa. Puede afectar muchísimo a vuestra reputación, os lo tomáis a broma pero esto no es ningún juego.- Dice César enfadado.
-Somos adolescentes, tenemos que que vivir, salir de fiesta y disfrutar de nuestra juventud.- Le contesta Dani a la defensiva.
César se calma un poco.
-Ya lo sé, pero vosotros habéis elegido esta vida y sabíais a lo que renunciabais. Sois conocidos en todo en todo el país y no podéis llevar una vida de adolescentes normales. Chicos yo no lo hago para fastidiaros, es por vuestro bien.
-Lo sentimos César, pondremos más cuidado a partir de ahora.- Le contesta Jesús tan responsable como siempre.
-He atrasado la hora de ir a hacer la prueba de sonido para que durmais un poco más. No podéis presentaros con esa cara de sueño y con la resaca. Asique venga, iros a dormir cada uno en vuestra cama, y en tres horas os quiero arriba. Y como esto vuelva a pasar, creerme que tendréis vuestro merecido.
Los tres asentimos y volvemos a nuestra furgo. Jesús entra pero Dani me agarra del brazo para que me quede fuera hablando con él.
-¿Se puede saber por qué anoche te metiste en mi cama?
-Eh, eh, a mi no te me pongas así. Esque tu hermano se traía un rollo muy raro, se metió en mi cama y empezó a decir estupideces y yo paso de líos por eso me fui a tu cama. Además que mucho no te importaría cuando te acostaste conmigo en vez de subirte a la cama libre.
-Estaba yo como para subir a la cama de arriba. Además- dice agarrandome de la cintura y acercándome a él- claro que no me importó.
Dani me acerca más a él, no sé qué intenciones tiene y tampoco sé si quiero que pare, pero justo en ese momento Jesús sale a nuestro encuentro.
-¿Qué está pasando?
Me separo de Dani y entro en la furgoneta.
-Tu hermano, que no quiere que vuelva a dormir con él.- Grito desde dentro.
Jesús se hace el tonto, creo que no quiere recordar nada de anoche, aunque sé perfectamente que se acuerda de todo lo que pasó pero no quiere quedar mal.
Cierro las ventanas, me quito los pantalones y vuelvo a meterme en mi cama. Pocos segundos después entran Jesús y Dani que se habían quedado fuera, hablando supongo.
Jesús se sube a su cama y Dani se tumba en la que está al lado de la mía.
-Eres una mentirosa, me encanta dormir contigo.- Me dice susurrando para que Jesús no le oiga.
-A callar y a dormir.- Contesto dándome la vuelta e ignorando el comentario de Dani.