Capítulo 2.

28 4 0
                                    

-Zayn-

Iba en dirección al estacionamiento de esta institución por mi auto. Ya acabé aquí, así que llegaría a casa, me cambiaría y saldría a casa de Louis a planear la bienvenida de la nueva, que por cierto está buenísima.

Me llamó mucho la atención. No es guapa, no es ardiente, no es hermosa, solo es... bonita.

Llegué a mí auto, lo desbloqueé y entré en este. Prendo el estéreo y la música en los altavoces ruge, así me gusta. Salgo del estacionamiento y comienzo a buscar con la mirada a cualquier chica que quiera hacerme compañía, pero no hayo a ninguna.

Porristas.

Piso el acelerador y tomo camino; cruzo en una avenida para tomar atajo y llegar cuanto antes a mi casa, hasta que veo la silueta de una chica caminando a paso rápido, por lo que me hace bajar la velocidad cuando la alcanzo.

Francheska es la que está caminando, ya que la veo de perfil. Ella lleva puesto unos auriculares en sus oídos y patea una piedra, por lo que no se a enterado del auto que va junto a ella.

Presiono la bocina y me tardo más de lo normal, para llamar su atención y sonrío satisfecho cuando lo logro, ella pega un salto y se gira bruscamente a verme.

Rueda los ojos y sigue su camino. Guarda sus audífonos y ahora camina más rápido que antes. Bajo el volumen de mi estéreo para así poder llamarla.

— ¡Francheska!

Me ignora y sigue su camino, así que lo repito. —: ¡Francheska, para! — exclamo.

Ni siquiera sé que gano con que ella se pare. ¿Qué le diré?, se supone que debo estar en mi casa, tomando una ducha y dirigiéndome para que Louis.

— ¡No me lo hagas difícil! — advierto. Ella me vuelve a mirar y sonrío porque por fin se va a montar, pero no. Sale corriendo y me toma con la guardia baja esa acción, por lo que ella toma ventaja. Sonrío por este juego. Piso el acelerador y la persigo.

Ella toma un atajo y se pierde, así que me bajo del auto para perseguirla mejor. Debo admitir que es buena, y por la ventaja que me tomó pues...

Empecé a esquivar a gente molesta e ignoraba sus insultos. Al final, la calle tenía dos salidas, así que ésta cogió la de la izquierda y siguió corriendo, al igual que yo.

Mis pulmones me ardían; si así estoy yo no quiero imaginarme como se siente ella. La perdí al cruzar y comencé a buscarla entre la atestada gente.

Creo que alcancé ver su silueta de reojo meterse por un callejón. Como no estoy seguro camino y tomo aire.

Es un callejón sin salida, huele a mierda, literalmente, y es ahí donde me percato de unos tres contenedores de basura al final.

Se me viene a la mente que esté escondida detrás de ello, si no es una chica tan fresa.

Avanzo y como dije, la encontré. Está sentada con sus rodillas al pecho y los brazos rodeando esto y su respiración es un tanto agitada que busca aire en grandes bocanadas, no la culpo.

— Hey... — la llamo y ella vuelve a brincar del susto, sonrío por eso y ella me mira.

— ¿No puedes aparecer sin asustarme, o ser brusco? — se queja y mi sonrisa se ensancha.

Le estiro mi mano y ella vacila antes de sujetarse de esta, y la ayudo a  levantarse. Ya de pié, ella sacude su trasero y peina un poco su cabello despeinado.

— ¿Porqué corrías? — pregunté, con la misma sonrisa.

— ¿Porqué me seguías? — preguntó de vuelta y sonríe sin mostrar los dientes.

All for you. | Z.M.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora