CAPITULO 4

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Cálmate Zafiro a las mujeres le suele pasar que tienen un retraso de unos cuantos días, no significa que estés embarazada. ¿Qué voy hacer? Camino por todo el lugar mientras sostengo mi estómago. Paso un mes después de que Tammy se fuera de luna de miel, al principio tuve algunas náuseas y cuando me desmaye esta mañana en mi tienda y la mujer me pregunto ¿de cuánto semanas estoy? Mi cerebro encendió la alerta roja.

- Vamos zafiro tienes que ser valiente – miro de nuevo el palito que esta sobre mi cómoda – nada malo puede pasar.

Lo levanto con cuidado como si fuera un objeto muy delicado, el resultado del test hace que mi corazón comience a latir de una manera exagerada ¡No me puede estar pasando esto a mí! Cierro los ojos dos lagrimas comienza a brotar de ellos ¿Qué voy hacer? Miro de nuevo el resultado para leer embarazada 2 semanas. Mi celular suena haciendo que me sobre salta y aun mas ver el nombre en el identificador.

- Mira bebe me llama tu papi. – ahora que quiere Max.

No puedo dejar de pensar en Zafiro ¡esa mujer hace que mi mente se pierda! Por eso tengo un plan para esta noche, hoy será el día que la vuelva a tener en mi cama. La trampa esta puesta con la cena de bienvenida de Tammy y Nick, después que ellos se vallan pasare el resto de la velada adorando a Zafiro mi hermosa joya.

- Marco su número de celular espero que ella me conteste – hola – Dios esa voz es una suave melodía para mis oídos.

- Hola nena – le respondo - ¿Cómo está?

- Puedo estar mejor. - ella suena tan agotada que de inmediato quiero correr a donde esta ella abrazarla prometerle que todo está bien ¡si esta mujer tiene mi mente hecha un lio!

- ¿cariño que pasa?

- Solo un día pesado Max – vuelve a suspirar – necesitas algo.

- Si, sabes que hace unos días llegaron nuestros amigos de luna de miel.

- ¿estás seguro que aún no están en luna de miel? Nadie los ha podido sacar de su casa.

- Oye es una tradición inaugurar la casa – me rio entre dientes – hable con Nick para que vengan esta noche a cenar.

- ¡porque apenas me lo dices! – oh la amo cuando está enojada.

- Fue una cosa de último momento ¿Qué te parecer venir a mi casa y preparar la cena para ellos?

- No lo sé, Max estoy agotada.

- Cariño no necesitas cocinar lo haré todo yo.

- ¿tú cocinas? – se ríe entre dientes.

- Nena soy un hombre con muchos placeres ocultos.

- No me lo tienes que decir Max ¿a aquero tengo que ir?

- Te parece a las tres – cambio mi tono de voz algo más profundo – quiero tenerte en mis brazos.

- Pensé que solo vamos a cocinar.

- Cariño cuando te tengo cerca no soy capaz de pensar en nada más que estar en tú interior, así que no solo será más que cocinar.

- Yo te veo en unas horas.

- Lo estaré esperando.

- Yo también Max – con eso cuelga dejándome deseándola aún más.

NigthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora