Este soy yo.

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Narración de Chris

Desde pequeño vivo en el mismo pueblo, voy a la misma escuela, siempre tomo el mismo camino para llegar a casa. Todo parece normal pero no lo es.

Por la noche, todos los que vivimos en este pueblo nos convertimos en nuestros peores miedos, nuestras peores pesadillas y lo hacemos llamar una maldición del pueblo aunque sabemos que solo es otro infierno por el cual nos hicieron pasar.

¿En qué me convierto yo? Mi padre se convertía en dragón, él era muy avaro y lo único que le importaba era como y cuánto dinero hacia, mientras más, mejor. Mi madre por lo contrario, era humilde, siempre ayudaba a quienes más lo necesitaban, por eso ella se convertía en un unicornio. Ridículo, ¿no creen?
Toda esta rara combinación da resultado a mí pero creo que algo pasó en el proceso que son mitad dragón y mitad humano, es decir, mi cuerpo se llena de escamas rojas y amarillas, a veces naranjadas, mis uñas se convierten garras muy afiladas que han matado y destruido de todo; mi cara no cambia tanto, solo me salen colmillos y ,hasta ahora, cuernos pequeños que crecerán con el tiempo.

Nadie me ha visto de esta manera, normalmente me quedo encerrado en mi sótano con todo el equipo de mi papá pero hasta ahora no sé cómo he sobrevivido tanto tiempo.
Ahora siento que han cambiado varias cosas, desde que Hayley llegó no me siento como normalmente lo hago pero no creo dejar que eso me cambie a mí, eso del amor no es muy lo mío. Mis padres me dejaron ese mal sabor de boca, mi papá le puso el cuerno a mi mamá con mi niñera, ¿Quién lo hubiera pensado? Fue un idiota pero mi madre lo fue aún más. En cuanto se enteró de todo esto decidió tomar acción y deshacerse de ambos. Los mató a ambos a sangre fría e intentó ocultarlo pero la culpa la estaba destruyendo. No pasó ni unos días y ella se suicidó, dejándome en manos de mi tío Frank, quien también me dejo después de haber cumplido 18 años. Fue a perseguir su sueño de actor.
La verdad no sé qué ha sido de él pero cada mes me manda suficiente dinero para sobrevivir.

Después de tanto tiempo hablando conmigo mismo, decidí al fin salir de la cama. Como ya saben, vivo solo así que duermo totalmente desnudo, lo crean o no es más cómodo.
Baje a la cocina y busque la cajetilla de cigarros que había comprado ayer. Tengo toda una colección de encendedores en un cajón, es una obsesión mía pero mi favorito es uno color negro, mate. Lo tengo desde que estaba en la secundaria, por supuesto ya no tiene gas pero solo necesito una chispa para prenderlo. Tiene sus ventajas ser mitad dragón, aún cuando no me convierto mi cuerpo produce un líquido muy flamable.
Sacó una chispa del encendedor y exhaló el líquido de la boca.
El cigarro se prende e inhalo aquel humo. Me aseguro de haber inhalado lo suficiente para llenar mis pulmones del humo.
Volteo a ver el reloj que está colgado arriba de la estufa. Lleva años ahí pero nunca le he puesto bien la hora y por obvias razones nunca lo volteó a ver pero esta vez algo me atrajo. Es un extraño círculo deforme que de fondo tiene una foto de mis papás y yo cuando estaba terriblemente pequeño. Río un poco y apago el cigarro, lanzándolo al lavabo.
Nunca me ha gustado ir a la escuela pero mi tío sigue pagándola como si en verdad cambiara algo.
Subí a mi cuarto nuevamente para bañarme y vestirme.
Después de eso baje y tome la tonta mochila para la escuela que claramente está casi vacía, lo más que tiene es una botella casi vacía de whisky, un cuaderno y con un poco de suerte, una pluma. Aún tenía una manzana que compre unos días atrás, la lave un poco y la mordí; me la acabé en 4 mordidas. Al final me enjuague la boca en el baño, vi mi reflejo en el espejo roto, está así desde que era pequeño y nunca lo he cambiado por flojo; tome las llaves del coche junto con las de la casa y por fin salí de ahí para ir a la escuela.
Maldito infierno.

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⏰ Última actualización: Apr 07, 2016 ⏰

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Until Death Do Us PartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora