dark ↮rubelangel™

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Miguel se había sentado a mi lado en la mesa, en la que me sentaba generalmente, mientras él ayudaba a entrenar a la gente. A menudo me llevaba un libro para leer mientras esperaba a que terminara su trabajo.

Tom se había unido a nosotros unos minutos antes y yo proseguí a disfrutar de mi historia mientras hablaban boxeo. Pero mi mente curiosa fue llevada de vuelta a la realidad en cuanto algo en su conversación despertó mi interés.

Una pelea.

Mi libro fue colocado a mi lado. Miguel se había dado cuenta de mi repentina atención desviada, con los ojos mirando inquisitivamente a él. La conversación se detuvo cuando él tomó mi mano.

"Tengo una pelea." Me dijo.

Su toque se retiró y se volcó de nuevo a hablar con Tom.

"Espera, ¿qué?" Sacudí mi cabeza. "Dijiste que no peleabas".

"Lo sé, pero algo fue planeado para la noche del viernes".

Siguieron conversando conmigo sentado al lado de ellos. Me miré las manos, jugando con mis dedos, recordando que Miguel me había dicho que él no podía pelear con los de su peso. Sería un peligro para su competidor. Fruncí el ceño, apretando el hombro de Miguel. Parecía un poco sorprendido por mi interrupción.

"Está en tu categoría de peso?" Le pregunté bruscamente.

Él vaciló, mirándome. Parecía que estaba teniendo una batalla interna, no muy seguro si debía divulgar ese detalle.

"Miguel." Mi tono exigente.

Mis dedos se clavaron en su piel. Pero me frustre más cuando una sonrisa se formó en su hermoso rostro.

"Eres lindo cuando estás enojado."

Me estremecí cuando su mano se acercó a rozar mi mejilla. Miguel estaba tratando de distraerme y su plan tuvo éxito durante un par de segundos antes de darme cuenta de lo que estaba haciendo.

"Detente y contesta la pregunta." Le respondí.

Sus cejas elevándose ante mi tono no tan placido. Él me dio una sonrisa descarada, dientes blancos apareciendo en su boca. Parecía tan joven.

"No."

La cabeza de Miguel inclinada hacia un lado, sonriendo mientras esperaba a ver mi reacción.

"No?", le pregunté, arrugando la frente.

"Está en la clase de mayor peso.", Dijo Miguel.

Tom había estado observando atentamente nuestra interacción. Claramente sorprendido con mi tono hacia Miguel. Mi visión se posó en él para obtener su opinión sobre la situación.

"Rubén, no te preocupes por eso. Mangel lo noqueará fácil".

Tom golpeó ligeramente a Miguel en el hombro mientras se reían.

"N-no lo alientes! E-el chico con el que pelearas, va a ser más grande que tú. Esto es peligroso, Mi... Miguel."

Yo estaba cada vez más ansioso. No quería ver a Miguel lastimado. Mi mente entonces preguntándose donde iba a suceder. El gimnasio donde los dos muchachos trabajaban nunca le permitiría luchar, y mucho menos en contra de alguien en una categoría de peso diferente. Fue entonces cuando me di cuenta de que no les había dicho.

"Esta pelea no es legal, ¿verdad?" Mi voz era tranquila.

La lengua de Miguel pasando sobres sus labios rellenos. Sus ojos negros mirando intensamente a los míos.