~Cap-5~

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~Pov's Universo.

No es raro ver al ruliento forzar para que no se la metan como lo hacen todos los días, los demás suplicaban, etc. El ruliento era distinto. Tanto el carácter como mamá protectora y muchas cosas más que al parecer no asustaba a nadien si no calentaba con esa actitud.

- Ya sueltame maricon - dijo el ruliento apoyando sus pies en el abdomen del hombre quien quería meter su ñe en el ano del ruliento.

- Qué caracter tienes... - dijo con una sonrisa malisiosa, lo... Cual asusto un poco a este.

Siguió alejándolo con la fuerza de sus pies hasta que sintió una punzada.

- ¿Que mierda...? - sus pies no respondian, miro al hombre y tenia una vacuna en su mano izquierda con una sonrisa perversa.

- Tengo mis medidas mi amor... ¿En que estabamos? - dijo en un tono sensual acercándose al ruliento hasta pegar sus frentes a milímetros de sus labios.

Este estaba jugando con su entrada, moviendo su miembro de arriba y abajo cerca de su entrada, haciendo que soltará unos suspiros o jadeos hasta que metió la puntita.

- ¿Te gusta, verdad? - le pregunto lo cual nego con la cabeza - Tu pene no diria lo mismo cariño - dijo mirando el miembro erecto con un poco de semen en el. Se alejo un poco y bajo su cabeza a el miembro. Lamiendo la punta y el tronco jugando con el, pesco el miembro ajeno y se lo metio a la boca. Bajando y subiendo con agilidad mientas su lengua jugaba todavía. El ruliento trataba de contener los gemidos, su vista se nublo por las lágrimas que le salían al sentir un dedo lubricado entrar en el. - ¿Qué pasa?~ ¿Lo macho se te fue? - preguntó con una voz grave mientras se acercaba a la cara del ruliento mientras metia otro dedo - Tengo que admitir que esa actitud me calienta, pero bueno... Casi no es normal verte así... - lo dijo cerca de su oido haciendo que se estremezca, ya adentro el 2do dedo empezó a hacer como tijera estos.

- Mhg... Mmh... Nhg... - el contrario solo se dedicaba a ahogar gemidos, no iba a ceder tan fácil al parecer.

- Déjame escuchar tu voz... - apoyo su mentón en el hombro de este ya que estaba encima y acostados en una cama (? ). Empezó a frotar su miembro con el ruliento tratando de sacarle al menos un milismo gemido.

- ¿Estai~... Mhg... Mmmh~... We-Weon?~... Mmmng.. - se mordia el labio hasta sacarse sangre, aun así con el dolor trato de aguantar aunque sabía que no duraría mucho.

- Estoy weon por ti... - dijo riendo picaramente al ver la cara roja del ruliento.

- Ni siquiera me conocí perro ql~... - sintio que el miembro de este, algo ligero a más duro y al estar a la mitad entró de golpe - ¡AAAH!~♥ - ese gemido no era de placer, era de dolor. Gracias a todos los tipos que lo llenan con su chelen tiene un dolor profundo en la espalda, muslos, hoyo e instenstino como paredes del ano de este, ya se sentía como si se le desgarrara.

Sangre ya habia empapado todo el miembro del que dominaba, lo asusto un poco... ¿Era normal que saliera demasiada sangre de ahi? ¿No habia seguro médico o algo? ¿En serio el los mantiene en ese estado?

- Eh... ¿Estas...? -

- Voh' que queri... Mng~... ¡Y-Ya no quiero ha-hacer esto...! ... Agh~... - lo interrumpió mirando a los ojos para luego mirar a otro lado y cerrar los ojos con fuerza mientras las lágrimas caían rápidamente - ¡Quiero salir de aqui!... - volvio a gritar con algo de pena, queri que todo volviese como antes...

Un Nico tirando tallas fletas a sus amigos, sobre todo al Jaime.

Un Naiko algo Manco para las cosas simples y difíciles.

Un Yelito Kawaii y Timido frente de el, un buen amigo.

Un Jaime que tenia problemas de Ira y que de vez en cuando le tiraba la talla a el.

Nunca pensó que el Jaime sería así de enfermo, que podia haber caído tan bajo para su gusto.

Quería salir, sacarle la cresta a quien lo mantuvo encerrado a el y a los ojos y si pudiera, matarlo.

- ... Tranquilo... - metió todo derrepente, sacandole un gritó de dolor.

Los gemidos, suspiros, jadeos y gruñidos se escuchaba por toda la habitación, el hombre se movia rápidamente, haciendo un sonido sucio.

¿Cuantas horas llevaba ahí con el? Ni sabía.

¿Cuantas veces se corrió en el? No contó, pero eran muchas.

Se sentía desgarrado, aparte del ano claro. Esa wea esta bien jodida por dentro.

La venían las últimas estocadas, el hombre no paraba de sentirse preocupado al ver la cara del otro.

Llena de lágrimas, con sus ojos cerrados con fuerza mientras se mordía el labio.

Sus estocadas eran lentas pero profundas, ya cuando se corrio enteramente saco el miembro de su entrada, dejando más sangre que Semen.

- Ya volvere, pero no para lo que piensas - dijo después de ponerse la ropa y salir de ahí. Le confundió un poco, pero lo ignoro.

Sentía un ardor insoportable en su parte baja, en el interior de su entrada como por fuera. Seguía derramando lágrimas...

No dormio toda la noche por el dolor, ni quería hacerlo.

Sus ganas de vivir ya eran escasas.

50 Sombras De Jaime.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora