Capitulo 8

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Conduciendo a casa esa tarde, estaba mareada. Tuvimos un tiempo fabuloso, saliendo como... amigos. Y a él le gustó tanto Jon Buckley que escuchamos casi el CD completo en la tienda antes de que el encargado nos dijera que mejor comprábamos algo o nos fuéramos. Así que, se lo compré. Sólo era un regalo, un regalo amistoso. Quería que él fuera capaz de escucharlo cada vez que quisiera... y que quizás pensara en mi cuando lo hiciera. ¿Estaba eso mal? No quería saberlo.

Aún estaba sonriendo cuando estacioné en mi entrada. Noté un auto diferente frente a mi casa, pero no pensé mucho en eso mientras caminaba hacia dentro. Un hombre estaba parado en la cocina con mis padres. Él estaba usando una camisa polo, caquis, y un anillo de bodas; lo vincule como uno de los clientes de mi papá que estaba dejando material de trabajo. Deje que la puerta oscilara cerrándose tras de mí, justo cuando él se dio la vuelta para mirarme.

Tenía ojos jade —los ojos de mi mamá— y ¡su cara! ¡Era Charlie! Ya no era el adolescente delgado de mis recuerdos, sino un adulto de 30 años. Inmediatamente corrí y tiré mis brazos alrededor de su cuello. —¡Oh mi Dios! —Sonreí por sobre su hombro y vi los ojos de mi papá: ojos enojados, preocupados.

—¿Dónde estabas? —Mi papá hizo la obvia pregunta con trucos.

Deje ir a mi hermano y le dije la verdad: —Cuidando a Justin.

—Creí que habías dicho que estabas saliendo con él. Charlie dijo que los había visto a los dos caminando, brazo con brazo, hacia El Mundo de los Helados.

Eso no significa nada. Me encogí de hombros, pero mis mejillas sonrosadas me delataban. —No estamos saliendo.

—Bueno, tengo que conocer a este chico, dijo mi hermano firmemente.

—¿Qué? —Lo miré boquiabierta.

—Charlie tiene razón. No sé si me gusta la idea de que te paguen por pasar tiempo con un chico con el que tienes un romance. —Añadió papá con un tono de terminar.

—Si quieres conservar este trabajo, tenemos que conocerlo.

Resoplé. —No entiendes. Estoy ganando buen dinero, bastante como para pagar Evanston.

No me di cuenta de lo que había dicho hasta que vi el brillo en los ojos de papá.

—¡¿Qué?! ¿La universidad Evanston?

—Hey, ¿no deberíamos estar hablando acerca de Charlie? —Me estanqué, rascando la parte trasera de mi cuello, incomoda.

—Hey, yo estoy bien, hermana. —Dijo Charlie con una sonrisa rápida.

Con una pequeña opción, espeté, —Fui aceptada en la Universidad Evanston. Realmente quiero ir ahí —es una Universidad increíble— pero sé que es demasiado cara. Así que, envié el dinero para asegurar mi lugar y luego, cuando obtuve este trabajo, me di cuenta de que había una posibilidad.

Papá frunció el ceño.

—¿Qué dinero?

—Mis ahorros. —Respondí tímidamente.

—¿Tus ahorros? —papá sacudió su cabeza, camino lentamente hasta una silla de la cocina, y se sentó en ella—. No puedo creer que no nos dijeras.

Viendo la mirada de dolor en su cara, un nauseabundo sentimiento de culpa me golpeó. Dije silenciosamente: —Lo siento.

Papá pasó sus manos por su cara y luego me miró. —Sabes, _____, tu madre y yo queremos que seas feliz. Pero, ¿has pensando realmente en esto? Estoy seguro de que Evanston es una gran Universidad, pero para el tiempo en que te gradúes, tendrás al menos $120.000 dólares en deudas —sin importar dónde trabajes en el verano.

His Eyes - Justin Bieber y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora