0.1

35 6 5
                                    



Me acuerdo de aquel día, tan aburrido como caluroso en el pasillo de la universidad mientras yo hablaba con mi mejor amigo y tú, pasabas por allí con tu archivador pegado al pecho y tus grandes y preciosos ojos azules mirando todo a tu al rededor.

Ese vestido granate tan clásico y elegante como tu propia personalidad. También me acuerdo perfectamente de tus mejillas rosadas cuando mis ojos y los tuyos se conocieron por primera vez.

Los míos de ese cielo despejado y los tuyos color marea turtuosa.

Recuerdo esos siete segundos y medio en el que me devolviste la sonrisa para desaparecer con el director por uno de los pasillos.

Y sobre todo en mi mente está como durante toda esa mañana no podía parar de pensar en que ojalá, sólo ojalá tuviera aunque sea una clase contigo y así poder mirar esos ojos de cerca.

Me gusta volver a traer de vuelta esa vez en la que me dijiste que tú también deseabas lo mismo.

Y yo desde ahí, hasta ahora, no pude sacarte de mi cabeza.

No eres un recuerdo, eres mi realidad.


willowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora