A veces me siento como si estuviera al borde de un acantilado,
mirando las olas rompiendo sin tener a donde ir sino hacía abajo.
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¿que si me suicido?
Randomel suicidio no es abominable porque Dios lo prohiba; Dios lo prohibe porque es abominable.
frase 227
A veces me siento como si estuviera al borde de un acantilado,
mirando las olas rompiendo sin tener a donde ir sino hacía abajo.