CAPÍTULO 2

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LA CONTI POR FIN!!!!!!! Igual nadie me lee  :'(  :'(  :'(  :'(  :'(   :'(  :'(  :'(  :'(   :'(

Aquí vamos!


Fideos con brócoli, tortitas de brócoli con papas, ensalada de brócoli, sándwich de brócoli y queso, sopa de brócoli, garbanzos al curry con brócoli, pasta de arroz con brócoli al vapor, souflé de brócoli, empanadas de brócoli al vapor, moldeado de brócoli, rissoto de brócoli, pizza de brócoli y champignon, brócoli gratinado, guisado de brócoli, budín de brócoli y coliflor...la lista de comidas vegetarianas que Greg preparó durante esas tres semanas se alargaba cada vez más y más. Al descubrir que Mycroft tenía cierta predilección por el brócoli, decidió incluirlo en todas las recetas que buscaba y como resultado de eso, ya se estaba hartando del brócoli. Cada vez que cocinaba algo con la inflorescencia o sus hojas y tallos se sentía como un criminal por la forma en que usaba el cuchillo y la expresión que usaba cuando lo cortaba...lo único bueno que le trajo esta situación es la actitud que había tomado Mycroft.

El político al inicio había actuado normal, resignándose a seguir la dieta que ambos pactaron; Anthea se había tomado muy en serio lo que le mencionó Lestrade sobre vigilar las comidas del pelirrojo, aunque la agenda fuera muy ajustada o debiera ir a cenar a un lugar muy importante, se encargaba de que su jefe comiera solo comida vegetariana. Más aún, al parecer el mundo estaba más tranquilo que nunca, pues a Mycroft le daba tiempo 2 veces por semana para ir a almorzar con Lestrade, quien esos días, se encargaba de llevar un almuerzo doble a Scotland Yard para comer con Mycroft en su oficina.

Desde la segunda semana de la dieta, Mycroft parecía más caliente que nunca. Lo besaba apasionadamente cuando se encontraban a almorzar y si por casualidad tenían sexo allí mismo después de comer, Lestrade notaba que todos sus agentes habían misteriosamente salido a comer fuera; aun cuando más de la mitad de ellos traían su almuerzo consigo. Las noches se le habían hecho más largas que nunca, Mycroft se había vuelto insaciable en la cama, lo hacían casi hasta el amanecer y siempre era el pelirrojo el que iniciaba todo.

Justo cuando el DI ya se estaba acostando, se le acercaba y lo abrazaba por la espalda, para luego susurrarle al oído:

-Gregory, ¿no lo haremos hoy?- Y como se podría negar a eso; lo besaba en los labios, su cuello, mordía sus tetillas hasta que estuvieran rojas por la excitación y el trabajo realizado, mientras Mycroft jadeaba y gemía pidiendo más y más, lo dilataba con toda la paciencia del mundo y cuando tenía 2 dedos dentro, escuchaba aquella frase que lo hacía perderse en la locura:

-Gregory...ya...estoy listo...te necesito...dentro...ahora- era con ese switch que Mycroft volvía al inspector más dominante que nunca, embistiendo fuertemente al político, hasta tocar el punto dulce dentro de él y lo sostenía entre sus brazos, mientras este pedía que lo hiciera más duro y más profundo, hasta que ambos se corrieran. Obviamente no quedaba allí, pues Mycroft nunca estaba satisfecho con una ronda, volvía a provocarlo y lo hacían en otra posición, pero con más intensidad que antes.

Después de 5 rondas aquella noche, por primera vez, Lestrade se atrevió a preguntar:

-¿Es la dieta la que te tiene así?-Mycroft y él se encontraban desnudos y cubiertos tan solo por una sábana, el primero apoyado en el pecho del inspector, con la respiración aun regularizándose.

-Tal vez, nunca antes seguí la dieta completamente, parece que me pone ansioso-

-Debimos intentarlo antes, aunque no creo que pueda aguantar tantas noches durmiendo tan poco-dijo Greg riendo ligeramente, al mirar en dirección a su novio, este se había quedado dormido en sus brazos. Seguramente a la mañana siguiente tendría que ayudarlo a lavarse completamente, esperaba no llegar tarde al trabajo; aunque lo dudaba, lo más seguro es que tuvieran una ronda matutina en la bañera, allí los gemidos de Mycroft hacían eco en las paredes y...debía dejar de pensar en eso, pues se pondría duro de nuevo, y dudaba tener la estamina suficiente para siquiera masturbarse.

DESIRE AND VEGETABLESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora