"'¡tenia que ser tu!', '¡nunca vas a llegar a ser nada!'. Son frases que te persiguen cada vez que hay un inconveniente, y que vienen acompañadas de miradas acusadores, que te hacen sentir fastidiada por dentro. Solo quiero que se callen, pero luego crees que tienen razón. Y que quizá si actúas de esa manera. Finalmente pierdes tu identidad y asume la que ella te dan: terminas por creerles que tu eres un gran problema".
-Paula.