Mikaela se encontraba aburrido, como todos los benditos días que pasaban en Sanguinem. Si no era para buscar comida o algo por el estilo, ese lugar era muy aburrido. Para matar el aburrimiento, tomó unos pedazos de papel viejo y amarillento, los cuales había conseguido mediante Ferid. Empezó a enrollar las tiritas de papel, con el cuidado de no romperlas, y luego unió las dos puntas, formando así un pequeño anillo de papel. Al terminarlo, lo observo de lejos. Le pareció bonito y delicado.
—¡Mika!, ¿qué estás haciendo? —Escuchó como Yūichirō se acercaba hacia donde él estaba. Rápidamente escondió la barata joya, y se dio vuelta para quedar enfrentado al pelinegro.
—N-Nada, ¿qué hacías tú, Yuu-chan?
—Nada que te interese —Secamente le respondió Yuu, como era de esperar. Luego de decir esto, el azabache se fue por donde había venido.
"Qué molesto puede llegar a ser Yuu-chan a veces", pensó Mika mientras daba media vuelta para seguir con el armado de sus anillos. Repitió el mismo procedimiento con el cual había armado el anterior anillo. Luego de un par de minutos tenía dos pequeños anillos de papel, de los cuales uno de ellos se lo daría a su querido Yuu-chan. Se preguntó donde había ido el susodicho, pero supuso que volvería pronto, por lo tanto decidió esperarlo.
Luego de esperar media hora, aproximadamente, escuchó cómo la puerta de madera de su pequeña residencia se abría dejando ver a su pelinegro amigo.
—¡Yuu-chan!, al fin llegas. Te he estado esperando.
—¿Esperando?, como tú digas Mika... —comentó sin ganas el oji-verde.
— Toma, lo he hecho yo —el rubio le entregó un anillo con bastante entusiasmo —. Hice uno para ti y otro para mí, ¿te gusta? —Yuu tomó el pequeño objeto y lo miró detenidamente.
—Y... ¿qué quieres que haga con esto? —Dijo de mala gana.
— Póntelo, así como yo lo he hecho —Le mostró su mano, donde se apreciaba el papel enrollado en su dedo anular.
—No quiero ponérmelo —Le respondió insignificante.
— Yuu-chan, eres muy malo conmigo. Los he hecho con mucho cariño. ¡Póntelo! —Le insistió esta vez Mika, de una forma algo caprichosa—. ¡Póntelo, póntelo, póntelo...! —Siguió diciéndole a Yuu, quien luego de aguantar unos segundos optó por ponérselo. Mikaela sonrió triunfante al ver como su amigo se colocaba de mala gana el anillo, pero la sonrisa se le fue del rostro cuando de un pequeño tirón, Yūichirō rompió el anillo al tratar de ponérselo.
—Mika, este anillo era demasiado pequeño, es imposible que me entre —Se quejó sin darle demasiada importancia, tirando los restos del anillo a suelo—. La próxima hazlo mas grande.
—¡Yuu-chan, eres un bruto!, los había hecho con cariño y tú lo rompiste —Reprochó Mika al susodicho, con un poco de furia y tristeza. Yūichirō hizo caso omiso a las palabras del rubio y salió de la habitación.
La próxima vez, definitivamente, haría los anillos un poco más grandes.
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Anillos de Papel [MikaYuu]
Short Story"Anillos de papel: esos eran lo que le regalaba Mikaela a Yuuichirou, y a veces al revés." ●Serie de drabbles. ●Principal pareja: MikaYuu. ●Los personajes le pertenecen a Takaya Kagami. ●Todos los derechos reservados© prohibida su copia u adaptación...