La Noticia

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Susan cayo en llanto al recibir la única noticia que no esperaba recibir en muchos muchos años, la recibió en la mañana de la boca del notario que fue amigo de su padre y de la familia por mucho tiempo.

Después de escuchar la noticia, Susan le dio las gracias, y aquel hombre entendió que Susan quería estar sola, pensando en aquel hombre que le dio muchas alegrías y que estaba orgullosa de ser su hija.

Susan quedo profundamente dormida después de llorar toda la mañana, en la tarde la despertó el sonido del celular, lo busco por toda la cama, era una llamada.

-¿Quien habla?- pregunto Susan.
- Soy yo, Walter, necesitó que me apoyes en este caso es urgente- no le dio tiempo a Susan de decirle que su padre había muerto, se aseo y se vistió con el mejor de sus trajes, ella le decía "el traje de la suerte", con ese traje había ganado su primer caso como abogada, y siempre que lo usaba ganaba con mas facilidad los casos que enfrentaba.

Salio del apartamento y condujo hasta los tribunales, en la entrada ya la esperaba Walter fumando un cigarrillo y bebiendo café, estaba nervioso, caminaba de un lado a otro con el portafolios bajo el brazo, y mientras caminaba alzo la mirada y vio a Susan con aquel elegante traje y al ver que era el de la suerte, sonrió.

- Con ese traje ya ganamos el caso - dijo con tono burlón, no se percato de la pena que la embargaba.

Susan pregunto de que se traba la urgencia con la que la había llamado,
Walter permaneció callado hasta que por fin hablo.

- Es un caso muy raro Susan, aquel hombre es un asesino, pero, no hay nada en su contra, nada.- Susan interrumpió - ¿y si no hay pruebas porque lo están juzgando?.- Walter permaneció en silencio.

- Fue el a denunciarse a si mismo a la jefatura de policía, insiste en que el mato a un hombre y a la vez lo niega, los médicos insisten en internarlo en un psiquiátrico, pero los psiquiatras dicen que esta mas cuerdo de lo que admite, y esta mañana pidió a una persona capaz de hacerlo hablar.-

Permanecieron en silencio hasta que Susan hablo, - ¿a quien pidió aquel hombre?- Walter la miro, y después de una exhalación, le dijo - a ti, Susan.-

Susan no se sorprendió, pues ella era una de las mejores abogadas del país y probablemente del mundo, muchos sabían de ella incluso la gente la reconocía en las calles, era famosa por sus casos, pero mas por su apellido, no había en el mundo de abogados e investigadores que no conociesen el apellido Hamilton.

Pues toda la familia de Susan habían sido abogados, investigadores, grandes médicos y psicoanalistas, y su padre había sido un gran investigador que le dio a la policía muchos casos que eran imposibles de averiguar.

Susan pidió ver a aquel hombre que pidió su ayuda, no sabia porque pero en ella se incrementaba la sensación de intriga y un poco de curiosidad, ¿porque me habría llamado?, ¿porque a mi?, se preguntaba en la mente mientras caminaban por los amplios pasillos del tribunal, no sabia que desde ese momento su vida cambiaría al conocer a aquel hombre que pidió su ayuda.

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