7. Autocontrol

684 14 0
                                    

Necesitaría todo mí autocontrol para plantarme delante de ella sin montar una escena.Sería tan fácil hacerlo, sentía tanta desilusión en mí pecho en ese momento que necesitaba acelerar hasta cruzarme delante de su coche, tomarle por los hombros y exigirle una respuesta coherente. Alguna respuesta satisfactoria....Pero no lo hice.En gran medida se debía a que el sol aun dejaba caer sus rayos sobre la carretera y a pesar que en ese momento no había pensamientos consientes a nuestro alrededor, no podía darme el lujo de exponerme innecesariamente.No ahora que lo peor había pasado.Ella está a salvo y entera por lo que pude asumir.Me limité a conducir dejando solo un espacio pequeño entre nuestros coches, temiendo en cualquier momento que desapareciera justo delante de mis ojos.Pero no era al único al que los nervios le pasaban la cuenta.No era necesario estar junto a ella para ver los signos de su nerviosismo, la tensa postura de su cuello me lo confirmaba, evitando en todo momento el reflejo de mis ojos en el espejo retrovisor.Hacía bien en temer mí reacción, me conocía demasiado bien como para suponer que dejaría correr tan fácilmente su aventura en la reservación.Al llegar al pueblo condujo hasta la casa de Ángela Wever y recordé el compromiso que había adquirido con ella.Paró el coche y rápidamente, sin mirarme siquiera ingresó al jardín y escuche como llamaba insistentemente a la puerta.Seguí de largo sin despegar mis ojos de ella hasta que escuché la voz de Ben.Cerré los ojos para poder verle a través de su mente y comprendí por que el chico se mostrara tan sorprendido de verle.Bella parecía un cordero asustado tratando de huir de un león.Desistí de espiarle al ver su rostro relajarse cuando Ángela le saludo cariñosamente.Extraje el móvil de mí bolsillo y marqué el número de mí hermana.


—Alice—. Logre decir, pero ella se adelantó a mis palabras y aseguró que todo estaría bien por lo que quedaba de tarde.

—Entonces voy a casa—.No había motivo para seguir dando vueltas como un loco por la ciudad, ella estaría a salvo.Por lo menos hasta que hablara seriamente con ella.Era completamente absurdo tratar de ocultarme de mí familia, de todas formas debía volver en algún momento, de nada serviría postergarlo.Al llegar estaba preparado para soportar la lastimosa mirada de mí madre, los insultos de Rosalie y hasta los erróneos pensamientos de mí padre referentes a mí, siempre confiando, siempre sobrevalorándome.Pero yo no era capaz ni de pararme derecho en su presencia.Sentía que todo mí interior se derrumbaba cuando creía tan ciegamente en mí, hacerlo era creer en una mentira.Era creer en milagros y en cosas de santería.¿Como soportar su mirada sincera si había estado tan cerca de terminar con todo lo que él ha defendido toda su existencia?No era digno de mí padre.No era digno de Bella, no era digno de tener todo ese amor a mí alrededor.No cuando lo único que quería era romper, desgarrar y exterminar con todo aquel que se interpusiera entre nosotros.Y me di cuenta que los celos, ese sentimiento tan humano, tan... irracional, había obrado en mí de manera autodestructiva.Porque el fin de ellos habría sido mí propio fin.No podría seguir existiendo con la culpa, con la muerte de todos ellos sobre mí conciencia.Pero podía elegir.Tenía oportunidad de hacerlo.

— ¿Todo está bien Edward?—. Dijo mí padre al verme pensativo.

—Todo está bien Carlisle, todo está bien—. Le mentí.

—Entonces si es así... Estoy complacido de que todo saliera bien—.

—No lo estés padre... por favor.No soy el hijo que tú crees que soy Carlisle.Te engañas y no haces que las cosas sean más simples para mí.Hoy estuve a punto de terminar con toda la tribu Quileute.¿Comprendes lo que eso significa?Seriamos perseguidos por los nuestro y por los humanos, tal vez, por siempre padre.¡Por siempre!—.

—Pero estas aquí.Y hoy no se ha derramado una sola gota de sangre...Y.... hablando de eso, tus hermanos vienen en camino.Se han preocupado y ya están de regreso—.¡Rayos!, había logrado terminar con el perfecto día de toda mí familia."Bien hecho, bien hecho". Me dije a mí mismo.

Conflicto EternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora