Adrián, un joven explorador de 15 años de edad, tenía un nuevo objetivo en mente, una vieja vivienda desierta a las afueras de su pequeño poblado, él tenía un equipo de exploración con un amigo de su mismo pueblo, David, aunque este, no accedió al plan de la casa abandonada planteado por Adrián, así que, no había más remedio que ir solo.
Después de organizarse, preparar por supuesto la cámara y todo el equipo para ir listo y seguro hacia su destino, partió viaje. Eran las 3 de la mañana, el ambiente se sentía húmedo y la visión se perdía más allá de la linterna de Adrián, no sentía ningún tipo de miedo, pues había hecho esto antes, sin embargo, al tener la morada en frente, la sensación cambio, sintió que no estaba solo, pero pensó que era algo normal. La casa se veía lúgubre, casi todas las ventanas estaban rotas, la puerta estaba entreabierta, la luz de la linterna atravesaba el espacio que dejaba la puerta observar dentro del sombrío hogar. A diferencia de todos los lugares abandonados, en este no había ni un solo manchón de aerosol. Adrián dio paso a la exploración, vio que la casa era un puto laberinto y que fácilmente podía perderse, y así fue, recorrió cada una de las habitaciones, pero, cuando pensó que todo estaba explorado y estaba decidido a marcharse, se topó con una puerta trabada en una habitación sin otra puerta ni ventanas, pensó que se había cerrado con el viento, pero tras pensar que no había escuchado ningún sonido, se dio vuelta y se vio apresado por mí, pero no me vio ni respiro tres segundos sin que termine inconsciente de un golpe en la cabeza. Espere y espere a que despierte, en ese frío e inundado sótano, de su cabeza había dejado de chorrear sangre, y tras unos quejidos de dolor y desorientación, abrió los putos ojos, me pregunto quién era, y el chiste se contó solo cuando me vio la cara y se le cerro el culo, -Sí, soy yo, David, y te he seguido hasta mi podrido taller de trabajo-, (Adrián) -¿Qué?, ¿Qué pasa?, ¡¿No éramos amigos?!!- grito Adrián, y con la frialdad de un psicópata David respondió de forma muy segura –Sí, éramos amigos, pero no puedo permitir que descubras mi trabajo.-, (Adrián), -¡¿Tu trabajo?! ¡Somos amigos desde que éramos críos!, ¡NO PODES HACERME ESTO!- (David) –Eso ya no importa. Ahora cállate y déjame hacer mi trabajo-, Acto seguido, con un alicate en mano, procedió a cortarle dedo por dedo, mientras a Adrián le chorreaba la cabeza de sudor y le lloriqueaban los ojos, pero eso no fue nada a comparación de lo que le haría después, le partí las piernas a palazos, le azote la espalda hasta ver con profundidad la carne, le corté los malditos párpados. Cuando ya estaba muerto luego de horas de tortura, no pude resistirme, agarre el cadáver y me lo cogí, sí, me cogí el cadáver de Adrián muerto, y me sentí un maestro de este trabajo cuando me acabe en su cara desfigurada a golpes. Y así, fue como mate a Adrián.
FIN
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La Exploración
HororAdrián, un joven explorador de 15 años de edad, tiene un nuevo objetivo en mente, una vieja vivienda desierta a las afueras de su pequeño poblado.