Fragmentos

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Arturo corrió escaleras arriba dejan a Larissa perpleja en la sala.

- ¿cómo demonios te atreves a preocuparte más por ella que por mí y tu hijo?- le grito con clara indignación en su voz, pero Arturo la ignoro y abrió la puerta sin pensarlo dos veces.

- ¿estás bien?- dijo encontrando a Italia sentada junto a la puerta con la cabeza entre las rodillas- ¿dónde te golpeaste?-

-no fue un golpe, fue solo... vas a ser papá- lo miro a los ojos por primera vez desde que entro a la habitación- debes bajar y hablar con ella, en este momento te necesita más que yo.-

- si lo haré, pero escúchame, esto no cambia nada entre nosotros- puso su mano en la mejilla- no volveré a perderte-

-Arturo, esto...- pero no puedo terminar pues Larissa grito desde la sala

- si no bajas en este momento Arturo, me voy y no volverás a saber nada de tu hijo -

-maldita arpía- susurro Italia- baja yo aquí estaré-

-¿segura?-

-si segura- Arturo beso su frente y abandono la habitación cerrando la puerta detrás de él.

Italia saco la maleta que guardaba debajo de la cama, y comenzó a empacar su ropa y la de Arturo, las pertenencias que habían instalado tras casi un mes de vivir en la cabaña, después de este día no tenía sentido seguir ahí, la burbuja se había roto.

-Italia se encuentra bien- dijo Arturo en cuanto llego a la sala, Larissa lo esperaba sentada cómodamente en uno de los sillones- necesitamos definir qué va a pasar a partir de ahora.-

-Ambos sabemos que tiene que pasar, tú me tienes que responder y te tienes que casar conmigo, por nada del mundo pasare la vergüenza de ser madre soltera- su tono de voz dejaba claro que eso era lo que iba a pasar, existen personas que la razón las gobierna, personas que no se permiten sentir con la excusa de no ser débiles, personas como Larissa.

-yo voy a darle mi apellido a ese niño, y lo voy a mantener toda su vida, seré un padre dedicado para él- dijo Arturo midiendo cada una de las palabras que usaba - pero no voy a casarme contigo-

- eso no es opción - Larissa se puso de pie- o te casas conmigo o me deshago de este bebe tú decides-

-¿cómo puedes usar a tu hijo para amenazarme?- dijo con incredulidad, no podía creer que se planeó el resto de su vida junto a una persona como ella- eso es bajo, incluso para ti-

- no me interesa, sabes perfectamente que en mis planes nunca estuvo el ser madre, así que dejémoslo claro, te casas conmigo y tenemos a este bebe o simplemente tu hijo no nace-

- eres...- pero no encontró palabras para describirla.

- te doy hasta mañana para pensarlo, sabes bien dónde encontrarme- tomo su bolso y salió de la cabaña.

Arturo no pudo moverse, eran demasiados sentimientos arremolinados en su pecho, iba a ser papá, sentía ilusión, miedo, odio, impotencia.

-esa mujer es un arpía- dijo Italia bajando las escaleras para reunirse con Arturo- me quede bastante corta describiendo su maldad en el libro.-

- voy a ser papá- logro decir Arturo- voy a ser papá- repitió buscando la mirada de Italia.

- lo sé, y tenemos que hablar sobre eso- ella lo tomo de la mano y lo llevo al sillón más grande, hizo que él apoyara su cabeza en su pecho y comenzó a acariciarle el cabello, permanecieron en silencio por largos minutos, solo escuchando la respiración de ambos y el los latidos del corazón de Italia.

-tienes que casarte con ella- dijo ella por fin, usando toda la fuerza que tenía para pronunciar las palabras que le partían el alma en fragmentos.- tienes que estar con ella por tu hijo-

-¿cómo puedes pedirme eso?- pregunto levantándose de su pecho- yo no puedo unir mi vida con una mujer como ella, mucho menos amándote a ti como lo hago, Italia entiende tu eres mi mundo-

-pero ahora, ya no importamos ni tu ni yo, ni ella, importa ese bebe que no tiene la culpa de nada-

-Italia no puedes pedirme eso- Arturo se puso de pie- no puedes tú, estarme pidiendo esto-

-Arturo, dime tú ¿quieres que ella se deshaga del bebe? se escuchaba muy segura de hacerlo, y en caso de que no lo haga, yo sé lo que es crecer sin un padre en casa, no voy a ser la razón para que ese niño pase por lo que yo pase-

-pero estaré para el siempre, no necesito casarme con su madre para hacerlo-

- y ¿qué pasa si tú y yo nos casamos?

- no le veo ningún problema-

-¿y si por mi trabajo debemos mudarnos? o ¿por tu trabajo? o ¿qué va a pasar cuando tengamos hijos nosotros? ¿Qué va a pasar ahí? cuando el vea que con nuestros hijos si estas y con el no- Italia suspiro- entiéndeme cuando te digo esto, ese bebe no tiene la culpa de la circunstancias-

-¡tampoco yo, tampoco tú!- grito Arturo- soy feliz a tu lado, creí jamás volverme a sentir completo, pleno y lleno de vida... pensé que quizá esta vez sí estaríamos juntos.-

Italia no dijo nada, se limitó a besarlo y a volverlo a besar. No hay amor en el mundo que no sea complicado.

-es difícil es hacer lo correcto cuanto estás jodidamente enamorado- dijo Arturo.

-debemos irnos, tienes mucho que pensar y creo que una noche lejos de mí te ayudara-

-no quiero- fue dicho en tono de berrinche mientras la abrazaba.

-yo tampoco-

Sin decir una palabra más, tomaron la única maleta que los acompañaba y abandonaron la cabaña.








Historia escrita por una disléxica

Para las personas sensibles a las faltas de ortografía:no soy ni ignorante ni tonta, soy Disléxica. "la vida es bella un con errores."

a esta historia le quedan a lo mucho 4 capítulos y el epilogo, gracias por su paciencia votos y lecturas.

Nos estamos leyendo.

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⏰ Última actualización: Mar 03, 2016 ⏰

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