Fugitivos (Precuela de Léiriú)

Un poco de política feérica

Hacía mucho que no publicaba en Wattpad, y el haber logrado los los 10.000 seguidores por fin me pareció una excusa lo bastante buena^^

Además, le dedico este capítulo a @ParisRouse por recordarme que una vez hace muuuucho tiempo había comenzado a escribir un relato sobre cómo se conocieron Gelsey y Maddie, de Léiriú. Así que retomé el relato y me puse a arreglarlo.

Iba a ser un capítulo especial, pero me está quedando larguísimo, así que he decidido que será una novela corta de pocos capítulos. Publico hoy el primero que es más que nada una introducción :)

ADVERTENCIA: lo más probable es que esta historia acabe teniendo sexo salvaje en el bosque XDD Como aún no he escrito esas escenas no sé qué calificación tendrá finalmente esta historia, pero de momento ya aviso para no traumatizar a ninguna mente inocente XD

Ojalá os guste^^

GELSEY:

Conocemos a muchísima gente a lo largo de nuestras vidas, a veces solo de vista o de intercambiar alguna frase superflua. Hay personas con las que podemos tener grandes experiencias y luego olvidarnos de ellas y enfocarnos solo en el recuerdo de las emociones vividas. Pero siempre hay una persona que cala en nosotros de una forma especial, por el motivo que sea. Puede ser por una elocuente frase que te dejó pensando o por una mirada que te cautivó. Esa persona para mí fue la excéntrica Madelaine por lo que representa. Gracias a ella tomé la decisión de dar un vuelco a mi vida y rebelarme contra lo que se me había impuesto sin yo elegirlo.

Así empezó nuestra masoquista historia, una lucha constante contra el destino. Nos empeñamos tanto el uno como el otro en estar juntos pese a tenerlo todo en contra. Su recuerdo, con el paso del tiempo, había trascendido de ser solo una amante que me gustaba mucho a significar la quimérica libertad. Para muchas personas como el lunático de Kra Dereth, amar significa atarse a alguien con cadenas y tirar la llave al fondo de un volcán. Para mí, amar a Madelaine significa ser libre de elegir lo que quiera.

Así comenzó nuestra extraña y masoquista historia.

No sé si os imagináis cómo transcurre la vida en un clan de feéricos salvajes. Los hijos de Belenus vivían en los terrenos boscosos que los silfos de Llyr denominaban como "Bosque de Albión" porque les obligaron a dejarles plantar sus particulares árboles de tronco blanco cuando les impusieron su vasallaje. Si hay algo que aprendí rápidamente, es que los Hijos de Belenus odiaban a los llyrenses, y con un rencor además ácido que les hacía rechinar los dientes cuando hablaban de ellos, en apariencia de buena gana, pero no pasaba desapercibido un amargo sarcasmo detrás.

A los hijos de Belenus les encantaba la guerra y la fiesta, eran de temperamento altamente inflamable, pero también sabían ser hospitalarios con quien les daba la gana serlo, la verdad es que no he encontrado un código capaz de predecirlo. Te podían colgar boca abajo de un árbol y dejar que te secaras, o invitarte a sus círculos alrededor de una brillante hoguera. Los humanos han escrito muchas leyendas basadas en ellos.

Los Hijos de Belenus tenían conflictos constantes con los reinos humanos que poco a poco van comiendo terreno del bosque para talar sus árboles e implantar sus campos de cultivo. Un hijo de Belenus siempre se burlará del humano que tiene que mojar su frente de sudor arando la tierra para obtener sus frutos, cuándo éstos se pueden obtener de la naturaleza con el mínimo esfuerzo.

Pero aunque se burlaban del hombre trabajador, a los hijos de Belenus les encantaban sus hijas. La naturaleza suele ser muy caprichosa y nos hace desear aquello que más problemas nos trae. Tal vez porque todos en el fondo buscamos en el amor esa liberación que para mí es tan importante.