Capítulo 15: Reencontrarnos

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Niall sintió a Harry hablar en voz baja.

-Sí, está enfermo... Te lo compensaré en el sueldo.  Necesito que estés todo el día.

Niall miró a la puerta. La habitación estaba en total penumbra y entraba sólo un poco de luz. La suficiente. Tenía un dolor de cabeza horrible y sintió como si le quemase.

La puerta se cerró y Harry volvió a su lado. Como toda la noche. Y lo que iba de día. Había dormido un poco.

-¿Crees que puedes con unos calmantes?

Niall negó. Le ardía el estómago por el vodka y la garganta de vomitar.

-De acuerdo... –Harry le masajeó las sienes con agua fría – está bien, más tarde.

Le acercó el agua y Niall bebió. Incluso eso le daba náuseas pero tenía que hidratarse.

-Eres demasiado bueno.

-Estás enfermo.

-No, tengo una resaca de mierda.

-Ayer me asustaste. Creí que tendría que llamar a un médico.

Niall guardó silencio.

-Yo también me asusté.

-Así que no digas que es sólo una resaca. Si vieras tu cara ahora...

-He estado bebiendo mucho esta semana. Lo siento.

-Sí, te has descontrolado y sabes que eso me preocupa.

-Me controlo. Lo sabes.

-A veces no.

-Lo siento. –Niall alargó la mano y le cogió la suya a Harry –estoy sobrio. Quiero hablar.

-No hace ni media hora aún estabas de rodillas en el baño. No estás bien.

-Quiero hablar.

Harry asintió, secándose las manos. Niall se sentó con una mueca.

-Quiero pedirte perdón en serio, Harry. Yo me vi metido en algo que me quedó grande. No soy como tú. Soy inmaduro y tú siempre me has... Cuidado. No sé, creo que no estaba preparado para las noches sin dormir y biberones y pañales... Era como si creyera que todo iba a seguir igual pero con la nena.

-Nada puede ser igual, Niall. Lo que debemos hacer es intentar reconstruir nuestra relación basándonos en que ahora tenemos una hija, que nos necesita... Pero sin olvidarnos a nosotros. Yo te amo, pero también a Eileen y ella nos necesita. Tú puedes esperar a que se duerma, y yo. Ella no.

-Os quiero mucho pero me sentí excluido.

-Te excluiste. Tú siempre has sido importante y parte de esta familia.

-Lo sé, lo siento... Te he hecho sentir muy mal.

-No tengo nada con Kyle. Es simpático y me agrada, pero te amo. Estaba llorando y me tomó por sorpresa. Le dije que no.

-Mike...

-Ya me lo contaste. Niall, ayer no estabas consciente de tus actos. En serio, no me atreví a acostarte. Tenía que lograr que sacaras todo ese alcohol.

-Sé que te preocupas cuando me... Hago ésto.

-Cuando te da por beber, sí. Porque sé que normalmente lo controlas pero estas  semanas  bebías mucho.

-Eso va a volver a la normalidad. Volveré a beber lo normal. Sabes que me he descontrolado otras veces y puedo. No dependo del alcohol.

-Ya sé que no. Pero me asustas cuando entras en ese modo. Hacía como cuatro años no te veía como ayer.

-Lo siento. Entonces... ¿Seguimos juntos?

-Niall, necesito tiempo. Te amo y eres mi marido. Vas a volver aquí, a tu cuarto. Pero poco a poco... Necesito recuperar la confianza.

-Harry... –Niall apoyó la cabeza contra el regazo de su marido. – trae a la niña.

-¿Estás seguro? Tu cabeza...

-Traéla. Por favor.

Harry dio la luz pequeña. Niall apretó los ojos, pero aguantó. Sintió unas voces y Harry se acercó a la cama con la bebita.

Llevaba un pijama suave con unicornios dibujados y abría y cerraba el puño. Protestó cuando Harry la quitó de sus brazos y se la dio a Niall.

-Hola, Eileen. Aquí el imbécil de tu otro padre.

La miró como si fuera la primera vez. El cabello oscuro, los ojos azules moteados de verde. Su piel blanquita y los labios rosados. Era lo más hermoso del mundo. Se sintió lleno de amor y Harry tenía razón. No era que la amara más que a Harry. Era distinto. Totalmente distinto y complementario. Era una personita independiente y a la vez una mezcla de los dos.





Una hora después Harry se levantó y observó a su marido dormido, tumbado de lado con la pequeña dormida junto a él, con la manita sujetando la de su padre.

Salió del cuarto.

-Kyle, tengo que salir.

Cogió las llaves del coche y recordó la dirección del piso de Mike, Kyle se la había dicho. Condujo demasiado rápido hasta allí. Con un portazo bajó de su coche y llamó a la puerta.

-Harry...

-Harry mis cojones –le agarró de la camiseta y le empotró contra la pared. Sin soltarlo le dio un rodillazo en la entrepierna. –esto por atreverte a que tu polla de mierda tocara lo mío – le soltó y Mike le miró.

-Supongo que lo merez...

Harry soltó el brazo derecho y se lo estrelló en el pómulo. Luego con el izquierdo.

-Eres un mierda, que tuviste que esperar a que estuviera demasiado indefenso. No te acerques a mi marido o a mi –golpeó la pared – no te acerques.

Volvió al coche, satisfecho.

Padres Primerizos ||Narry|| Mpreg||Lilo||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora