Padres Primerizos ||Narry|| Mpreg||Lilo||

Capítulo 67: Bajo fianza

-Dame a Eileen.

-¡Cállate, Kyle, estoy muy nervioso!

Eileen lloriqueó y Kyle la sujetó mientras Harry hacía una llamada tras otra.

-¿Maura? Sí, ya he hablado con el abogado... ¡No, no sé dónde está! Espera, mi madre por el otro móvil...

Sonó una llamada entrante de un número desconocido. Harry respondió de inmediato.

-Harry, soy Niall. Sólo tengo unos minutos. Estoy bastante bien para estar detenido.

-Niall...

-El abogado viene para acá. Por favor, ven.

-Sí, dime la dirección...

Niall volvió a sentarse en la celda de los calabozos de detención preventiva. Le habían dicho que le tomarían declaración en las próximas horas.

Las fotos que le habían mostrado de cómo había quedado supuestamente la cara del paparazzi agredido le habían hecho comprender de inmediato que alguien le había tendido una trampa.

Su abogado ya había exigido que le hiciesen un frotis de las manos para demostrar que Niall no tenía restos de su ADN, y lo mismo con la cara del agredido.

Además Niall no tenía ninguna marca agresora en puños o manos.

Pero ahora sólo sabía que estaba ahí, que hacía frío y que estaba lejos de Harry y Eileen.

Harry se empeñó en ir con Eileen para que la niña viese a su padre. Kyle conducía su coche y Harry iba en silencio aguantando las lágrimas. Estaba demasiado nervioso para conducir y no podía ir en taxi por la niña.

Cuando llegó ya había prensa y eran como las cuatro de la mañana.

Se identificó a la entrada pero se negaban a dejarle pasar a ver a Niall. Le entregaron los objetos personales de su marido. Dinero, teléfono, un reloj caro.

-Se le tomará declaración en las próximas horas.

Harry vio a su abogado y corrió hacia él.

-¿Cómo está?

-Tranquilo dentro de lo malo. Dicen que le tomarán declaración en las próximas horas y yo pediré su libertad bajo fianza.

-¿Horas? Pero... Debe hacer frío. Y Niall debe tener hambre, siempre la tiene. Y sed. ¿Y si el baño no está limpio? Su piel es delicada...

-Harry, no puedo hacer más por ahora.

Maura, Anne y Bobby llegaron en ese momento. Harry les miró a punto de romper a llorar.

-No me dejan verlo.

-Harry, estaré aquí, pero tengo que controlar lo que se está diciendo en los medios y tratar de acelerar algo pero estaré para lo que necesites.

Niall no decía nada mientras el forense le tomaba muestras de las manos. Estaba cansado y sólo quería que la pesadilla acabara y estar en casa.

-Señor Storan, ¿necesita un tranquilizante o algo?

Niall negó con la cabeza. Le condujeron de vuelta a la celda. Y ahora estaba acompañado.

No cruzó palabra con el tipo alto y fuerte que estaba allí. Se sentó en una esquina y no esperó.

Harry estaba sentado en unas frías sillas de plástico, le estaba doliendo la espalda y Eileen estaba nerviosa.

Y le estaba doliendo el estómago.

Miró el reloj. Seis cincuenta y dos.

Se levantó y un poco inestable se acercó al mostrador.

-¿Dónde hay unos cuartos de baño?

-Tiene que esperar media hora, están procediendo a la limpieza de los aseos.

-Necesito usarlos ya.

-Sólo media hora...

-De acuerdo, yo... Necesito aire.

Salió a la calle. Sólo necesitaba calmarse. Tratar de controlar las náuseas. Él podía...

-Cariño, le he explicado a la recepcionista tu problema y te dejan usar el de empleados.

Harry asintió, ya casi notaba la bilis en la garganta. Anne le acompañó y le ayudó a llegar al baño.

Niall miró el reloj. Harry debía estar vomitando y él no estaba a su lado.

Harry mantenía la cabeza entre las piernas en las sillas de la sala de espera, bebiendo sorbos de una botella de agua y tratando de mantenerse consciente.

Eran las nueve y media cuando les dijeron que iban a pasar a Niall a tomar declaración.

El juez de guardia escuchó los cargos y no parecía muy inclinado a creerse la versión del paparazzi pero no podía obviar las acusaciones, , que eran graves.

-Fijo una fianza de diez mil libras y recibirán la fecha de juicio. Puede irse, señor Storan.

Niall salió medio aturdido pero vio a Harry sobre la silla y se abalanzó a él, arrodillándose y sollozando. Harry le abrazó.

-Amor...

-Harry, estás pálido... Dios mío.

-No, Niall, ahora importas tú.

-Cállate. Estás muy cansado. –Niall le besó y Harry se abrazó a él –vámonos a casa.

-Vine con Eileen.

Anne le acercó a la niña y Niall la abrazó fuerte.

Luego se agarró de la mano de Harry y salió a la calle.