"¿Tú intentas violar a pequeñas y yo soy el loco? Déjate de idioteces, ¿quieres?" alcancé la navaja estirando así mi brazo. El rostro del hombre empalideció, acción que me hizo sonreír con maldad.
"H-hey, niño, baja eso... no sabes u--" la navaja cayó y se clavó en su muslo izquierdo, gimió de dolor ante esa dolorosa acción.
"El dolor que sientes ahora no se compara en nada con el dolor que casi le brindas a esa dulce niña." El enojo era completamente inevitable, odiaba a este tipo. Odiaba a las personas como él.
"P-prometo n-no volver a hacer algo así." solté una amarga risa y él se asustó aún más.
"No prometas en vano, además morirás ahora..."
"¿De qué hablas?" estaba asustado, podía sentirlo, ¿el problema? No me importaba.
"De esto." y así le clavé la navaja en el centro del pecho. Sentí una adrenalina y un placer indescriptible al hacerlo, pero debía darme prisa, esto era ahora o nunca.
Suspiré sin poder creer lo que acababa de hacer, no es como si me importara pero sí me había asustado mi reacción ante la situación. ¡Había disfrutado del matar a alguien! Y eso no estaba bien, ¿o sí?
Rápidamente me acerqué al platón de agua y sumergí la navaja en el agua que yacía en el platón, dejándola completamente limpia. Tomé aire, lo necesitaba, falta tan poco para tenerlo a mi lado, tan poco para poder besarlo y abrazarlo una vez más...
"Arhas tharó herus signus..." dije en voz alta, tomé aire. "Arhas tharó herus signus. Arhas tharó herus signus. Arhas tharó herus signus." cada vez que lo decía, mi voz aumentaba. Podía sentir el poder y la energía recorrer todo mi cuerpo. Me sentía poderoso y me encantaba esa sensación. "Arhas tharó herus signus..." solté y en ese momento sentí unos brazos acariciar mis hombros y unos labios depositando un beso en mi nuca.
"Lo hiciste, Hazz." Empalidecí al oír aquella aguda y hermosa voz, esos toques únicos y esos besos húmedos que me vuelven loco. Mi respiración se volvió irregular, mis manos temblaron levemente y mi vista se nubló. No estaba preparado para esto, simplemente no lo estaba. No estaba preparado para verlo otra vez, estaba asustado y... "¿Harry?" noté lo irregular de su voz, la inestabilidad de su postura y el leve temblor en sus labios aún posados en mi nuca. Suspiré cerrando los ojos, abrí mi boca pero las palabras no salían de esta, las palabras quedaban atoradas en mi garganta, como si las hubieran atado a ella impidiéndoles salir. "M-mírame, cariño... p-por favor." quedé completamente sorprendido ante la temblorosa voz de aquel chico detrás de mí. Nunca lo oí así de vulnerable, así de... asustado. Cerré con fuerza mis párpados y suspiré, me puse de pie y di media vuelta. Aún sin mirar hacia abajo extendí mi mano en dirección al chico y al sentir el tacto, la suavidad y el calor de su mano fruncí el ceño. Cuando sentí que él se había puesto de pie lentamente abrí los ojos. Al observar esos ojos azules mis ojos verdes se humedecieron, mi labio tembló y mi corazón comenzó a latir.
"Lou..." acerqué una mano a su mejilla y al recibir el calor devuelta las lágrimas comenzaron a caer. Parpadeé repetidas veces, pero él no se iba, seguía allí conmigo. Sonreí a través de mis lágrimas. "Louis, e-estás aquí." él suspiró con alivio y sonrió.
"Así es, Hazz... Sí, aquí estoy." se acercó a mi y me abrazó, acariciando con sus suaves dedos mi nuca y yo acariciando su cintura con mis manos. Se apartó suavemente de mí y me besó, cerré los ojos al instante y seguí el beso. Louis me sentó en una silla. "Amor, quiero jugar..." dijo acercando un retazo de tela a mi rostro, sonreí creyendo comprender lo que quería decir, pero al momento en el que la tela se dirijió a mi boca fruncí el ceño y abrí los ojos. Antes de poder hacer alguna cosa ese retazo ya estaba en mis labios y ya había inspirado sobre aquella cosa. Inhalaba y exhalaba con rapidez, desesperado, asustado, miré a Louis quién tenía una mueca de tristeza y la mirada posada en una vieja y sucia ventana de la habitación. Rápidamente me puse de pie, pero me arrepentí ya que comencé a marearme. Parpadeé con lentitud y poco a poco fui perdiendo la conciencia.
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"I'm so sorry, Darling" AU
General Fiction"Padre nuestro, que estas en el cielo..." Aquel joven de verdosa mirada soltó la primera estrofa de aquella conocida oración en tan solo un susurro con la voz quebrada y temblorosa, pensando en esa bella y tóxica mirada que le iluminaba los días, o...