Harry se encontraba conduciendo y, al ser de madrugada, se preocupó poco por las normas de tránsito. Eso no quiere decir que él sea un peligro al volante, lo cual es todo lo contrario, pero la cosa era que el rizado estaba realmente inconsciente de cierta forma, necesitaba ver y hablar de esto con su amigo Niall. Al caer en la realidad logró notar que un semáforo frente a él se encontraba en rojo, pisó el freno con susto y rapidez, logrando que los neumáticos se marcasen en la acera. El joven dio un vuelco e hizo que su cuerpo se dirigiera fuertemente hacia el frente que, de no ser por el cinturón de seguridad, se hubiese estrellado contra el vidrio. Su corazón comenzó a palpitar con rapidez, pero al respirar una cierta cantidad de veces se calmó y volvió a su ritmo cotidiano. Harry recolocó las manos a ambos lados del volante y comenzó a conducir nuevamente, de una forma más calmada.
Al llegar a la casa de su rubio amigo, puso el freno de mano y salió del auto, importándole poco el hecho de que no cerró ni siquiera el auto con seguro. No era que ese vecindario no fuera peligroso, era el hecho de que Harry no prestó atención ni siquiera en cerrar las puertas. Se acercó a la entrada y azotó la puerta, golpeó increíblemente fuerte, con los puños cerrados de ambas manos, estaba desesperado y quería hacerlo notar, pero para su amigo Niall era la tortura más grande de la historia.
"¿¡Qué estás haciendo aquí!? ¡Son las dos de la madrugada!" el rubio se notaba dormido, apenas salido de la cama. Vestía con unos pantalones de jogging color gris gastados, junto con una camiseta blanca con letras negras. Las cuales claramente decían "Niall kuins, perras." Nadie nunca dijo que Niall era egocéntrico, jamás.
"Me habló." soltó el rizado con simpleza y bastante seriedad, milagrosamente notando que no había ni un solo quiebre en su voz, a pesar de que internamente esté saltando, corriendo y tiritando de los nervios. Su amigo le dirigió una mirada asesina, ¿Este está idiota? ¿Solo vino para decirme tonterías y hablar en clave? Pensó Niall, dirigiendo una mano a su despeinado y rubio cabello, para así tironearlo fuertemente para atrás en signo de obvia frustración.
"¿De qué estás hablándome, Harry? ¡Estoy muy dormido para hablar en clave! Esto debería ser ilegal." Niall rodó los ojos. "¿puedes decirme que diablos sucede, sin ningún tipo de rodeos? Mañana tengo doble jornada en la universidad."
"Louis... es él... lo sé."
"¿Por qué crees eso, Harry?" lo miró con su peor cara, para luego suspirar." ¿y si alguien te está jugando una broma?" El rizado permaneció en silencio, le mantuvo la mirada por unos minutos, pero luego bajó su mirada en dirección al bolsillo de sus pantalones. De allí quitó su celular y, aún en silencio, se lo extendió a su rubio amigo. Este releyó el mensaje una y otra vez, pero luego negó con la cabeza, con una obvia capa de nerviosismo. "Harry, esto es obvio que es una broma."
"Tú sabes que no es una broma, ¿por qué mierda mientes?" el rizado parecía ofendido, es más, lo estaba. ¿por qué su amigo no hablaba?
"N-no miento, Haz."
"Claro que lo haces, es más, ¡Lo estás haciendo ahora mismo!"
"¡Bien, sí, estoy mintiendo! Creo que es él, pero no quiero que hagas algo que arriesgue tu vida. Sé que darías todo por él, hasta tu propia vida." cada palabra que Niall decía, era una verdad tras otra, pero Harry no lo sabía. Pero iba a arrepentirse por no haber escuchado a su amigo. Lo miró con su peor cara y se dio media vuelta y se subió de vuelta al automóvil. "¡Harry! ¡Harry, ven!" este resignado, bufó y se adentró a su casa nuevamente, azotando la puerta tras de sí.
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"I'm so sorry, Darling" AU
Ficción General"Padre nuestro, que estas en el cielo..." Aquel joven de verdosa mirada soltó la primera estrofa de aquella conocida oración en tan solo un susurro con la voz quebrada y temblorosa, pensando en esa bella y tóxica mirada que le iluminaba los días, o...