Nuevas En El Campamento Media-Sangre.

Un Nuevo Comienzo.

La noche pasó calmada mientras Kana y Jade dormían en el colchón. La suave brisa llenaba de un olor a sal la habitación donde se encontraban, propiciando buenos recuerdos y memorias a través de diapositivas.

A la mañana siguiente, Jade se despertó para empezar a echar las pocas cosas que poseía dentro de su mochila color gris con las letras en grafitti "Skate". Zapatos, ropa, libros y cuadernos.
Por otra parte, unos minutos después Kana se desperezó y con una actitud inquebrantable entró al pequeño cuarto de baño para ducharse. Una vez fuera del baño y con el cabello chorreándole pequeñas gotitas al suelo, pronunció un "¿Estás lista?" A su compañera de vida y una vez que Jade asintió enérgicamente se dirigieron al restaurante de la planta baja para despedirse de los dueños que consistían por una señora de aproximadamente cincuenta y cuatro años y su hija de diecinueve.
Las dueñas, al preguntar hacia donde se dirigían, las dos chicas se tensaron y al unísono respondieron: "Nos dirigimos a Nueva Jersey, al Orfanatorio" y sonrieron sin más. Una vez salieron del restaurante pasearon por toda California guardando en sus recuerdos la ciudad en la que habían vivido desde pequeñas.
Llegaron a la zona de rampas y se despidieron de algunos amigos que estaban cerca y cuando ya estaban por partir, una chica de cabellos verdes se acercó y les tendió la patineta y los patines , los cuales Kana abrazó con ternura.
Por último se detuvieron en la playa para poder guardar en sus fosas nasales el olor a sal y a sol que desprendía aquel lugar y no pudieron evitar soltar una lágrima, la cual limpiaron rápidamente.

Como cambian las cosas de un día a otro.

Empezaron a tomar rumbo hacia la carretera, pidiendo aventón a cualquier carro que pasaban. Una vez, cerca de la entrada a la ciudad de Nueva York, le pidieron al conductor que parara en la orilla y le agradecieron el viaje. No sabían cómo habían llegado a ese lugar sin un mapa, pero se sentían con la segura confianza de que ese era el camino.
-¿Cómo saber si es por ahí?- preguntó Kana apuntando el bosquesillo a un lado de la carretera.
-No lo sé, sólo... Se siente la dirección correcta.- aseguró Jade y tomó la mano de su amiga.
Kana resopló jugando y se encaminaron dentro del bosque, donde el único ruido era el de las hojas de los árboles chocar gracias a las pequeñas ráfagas de aire que las inundaban.
Un arco de piedra se alzó ante ellas y encima de este, como un recibimiento se leía "Campamento Mestizo".
-Hemos llegado...- pronunciaron mirándose con sorna y diversión y Kana soltó una pequeña risita, que fue acompañada por la de Jade. Sus manos se apretaron en símbolo de protección y se adentraron a éste.

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Hasta aquí el capítulo 3, esperamos que les vaya gustando la historia. 🙌🏼
Atte:
-BlueSassy y DarkLight