Don't let me fall

Y tan pronto como las luces del escenario se apagaron, se sintió el ambiente tenso, en pleno pánico y confusión. Tan pronto como los micrófonos se apagaron, los chicos saltaron sobre él, en un estado de pleno shock, pero antes de que pudieran decir cualquier cosa, Niall ya estaba en brazo de Paul, quien corría hacia la salida de emergencias, donde se abría paso como se pudiese y buscaba la ambulancia, que gracias a Dios la tenían (inclusive cuando los mismos chicos decían que era una estupidez), los paramédicos corrieron hacia él y prácticamente le arrebataron al chico que estaba con su vida pendiendo de un hilo. Y en cuanto le colocaron el oxigeno la ambulancia salió lo más rápido que pudo, ignorando cualquier grito de los chicos o de cualquier otra persona quien quisiera subir con ellos. No había tiempo que perder.

Y mientras tanto los chicos se preguntaba: ¿¡Qué mierda había pasado!? Todo había estado perfecto, hasta que ese momento, que parecía en cámara lenta dentro de sus mentes, había acabado con todo.

Se presentaban en Los Ángeles, California, donde era su último show en los Estados Unidos y Niall estaba más que entusiasmado, presentía una perfecta noche tal y como las anteriores desde que comenzó el tour. Él chico que poseía más energía y una vibra que entusiasmaba a los demás, una sonrisa que brillaba sobre la habitación donde se encontraban arreglándose.

-Detente, Niall-le pedía Lou, la estilista, por décima vez-vas a arruinar el peinado-él chico solo asentía mientras daba pequeños brincos de los nervios, no entendía porque se ponía nervioso, pero eso siempre ocurría antes de iniciar el concierto-de acuerdo.-suspiro cansada y arreglo lo que pudo del desastre de cabello que tenía el pequeño rubio.

-Gracias a dios que hoy le pintaste el cabello, Lou-decía Louis en forma sarcástica.

-Umm….eso creo-respondía ella mientras le daba los últimos toques a cada uno.

-Digo…las neuronas no le funcionan mucho-y ante esto, inclusive el rubio, soltaron una risa.

-Creí que era a ti a quien no le funcionaban-respondió Niall con una sonrisa.

-Muy gracioso-sarcásticamente le respondió Louis.

-Basta-dijo Liam, quien los acalló-ya tenemos que subir-y dicho y hecho subieron.

Donde el lugar llenaban los gritos de cada fan, de cada persona que había pagado para verlos, lleno de gente e iluminación, lleno de entusiasmo y una buena vibra, ¿quién hubiera imaginado que esa perfecta noche iba a terminar siendo una pesadilla?

Estaban cantando en armonía Live While We’re Young, ya casi para acabar con el exitoso concierto que habían estado teniendo hasta ese momento, y era el turno de él. Quién al cantar su estrofa, las fans estallaron en gritos y enloquecieron gritando en coro el nombre del rubio, quien sonreía de oreja a oreja mientras canta. Zayn se acerco a su lado justo en el momento en el que comenzó el coro y lo abrazo por la cintura mientras le sonreía.

¿Quién lo hubiera pensado, que tanta felicidad te iba a jalar hasta el fondo? ¿Por qué el mundo tenía que ser tan cruel? ¿Por qué con el chico más tierno y dulce? Eran preguntas que la mente de Zayn no paraba de repetirse cuando la escena volvía a atormentarlo, todo había parecido en cámara lenta.

Justo en el momento en el que la canción estaba terminando, Zayn sintió una opresión en su pecho mientras que una fina capa de sudo apareció en sus manos, se sintió extraño, le dolía el estomago, algo no estaba bien. Dejo de cantar para mirar a sus compañeros quienes miraban al público sonriente, el rubio lo miro con una sonrisa y sus ojos brillantes, se iba a acercar a él para abrazarlo, solo para que lo hiciese sentir mejor, como siempre lo hacía. Pero entonces pasó.

Y nunca lo vio venir.

Quien sabe de dónde, pero pronto el chico cayó al suelo sin ningún aviso, su micrófono cayó tan duro que hizo un sonido insoportable y justo en ese momento los chicos lo miraron, todo se apago.