capitulo 7

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Luego de que el chico guasón se fuera me quede pensando seriamente en lo que dijo: "te aconsejo que vayas y aclares tus sentimientos con Sparrow". Eso lo entendía pero, ¿Qué se suponía que hiciera? Ir allí y decir: hola Jin, se que antes de esta fiesta no habíamos hablado y eso pero desde hace tiempo me gustas mucho. ¿Y si se reía de mí? O peor ¿Y si me miraba otra vez con ternura y me daba palmaditas en la cabeza como si fuera una niñita? O mejor dicho, como un "cariñosito", pensé, al recordar que eso era lo que decía el chico guasón y solté una risita, tenía que reconocer que si era gracioso después de todo.

Mire la hora en mi teléfono: 10:30 pm, ¡oh no!, ¡solo tenía media hora antes de que mi padre viniera por mi! Y como él es tan puntual es casi seguro que vendrá a las once. Además del hecho de que aun estaba molesto por haber roto el toque de queda. "A las once y ni un minuto más" esas fueran sus palabras antes de irse y yo sabía que las cumpliría.

—Muy bien Ahria, es ahora o nunca— me dije para armarme de valor y buscar a Jin. Al final para esto fue que vine. Divise a Jin, quien al parecer estaba ocupado hablando con alguien.

"que novedad". —pensé con sarcasmo— "el tiene tiempo para todos menos para mí". Pero ya me había decidido y no iba a retroceder.

—Jin, ¿Tienes un minuto?— pregunte interrumpiendo su conversación.

—¡Ahria!, estaba a punto de ir buscarte justo ahora. ¿Recuerdas la persona que quería presentarte?— me pregunto visiblemente emocionado.

¿Por qué estaba tan feliz? ¡¿Acaso se trataba de sus padres?! Tal vez quería presentármelos porque quería que nos volviéramos más cercanos. Mi corazón estaba que saltaba de alegría con esa posibilidad.

—¿Ahria?— me llamo Jin rompiendo mi burbuja de fantasías.

—¿eh?, si, lo recuerdo—dije rápidamente.

—pues, ella ya está aquí—dijo dirigiendo una mirada amorosa hacia la persona con la había estado hablando.

Fue entonces cuando repare en quien era: se trataba de una chica. Y no cualquier chica, era alta, delgada y de tez clara. Su cabello, negro como la noche, caía en delicadas ondas por su espalda. Llevaba un vestido rojo y unos pequeños cuernos de diablesa.

—"tal vez sea su hermana"— pensé tratando de mantener mi esperanza a flote.

—Ahria, ella es Yung, mi novia— y en ese momento mi esperanza se hundió como el titanic— Yuni, esta es Ahria: la chica de la te hable, la que organizo la mi fiesta.

—mucho gusto Ahria— dijo la chica y me tendió la mano con una sonrisa amistosa, que mostraba sus dientes blancos como perlas. Yo acepte su mano con una sonrisa forzada.

—no sabía que tenias novia Jin— dije haciendo un esfuerzo sobre humano para mantener a raya el tono de reproche en mi voz.

—sí, lo que pasa es que ella va a una secundaria diferente a la nuestra, por eso no la conocías— dijo él con una sonrisa de disculpa.

—déjame felicitarte por todo esto. Hiciste un gran trabajo— me alago la chica.

—gracias. A todo esto ¿Por qué querías presentarme a tu novia Jin?

—pues— dijo mientras la rodeaba a ella con su brazo por la cintura— cuando hable con Yung esta mañana le conté que tú organizarías la fiesta y ella me dijo que quería conocerte.

—pronto será el cumpleaños de mi madre y me preguntaba si estarías interesada en organizarlo.

—no te preocupes por los gastos—continuo Jin—ambos queremos que su madre se lo pase muy bien así que haremos todo lo que digas.

—pero te advierto que a diferencia de Jin, no estoy dispuesta a aceptar que trabajes para mi sin cobrarme. Tu solo dimes cuanto quieres.

—¡oye!, yo ofrecí pagarle pero ella no quiso— se defendió Jin haciendo un puchero.

—¡oh, eres tan lindo cuando haces eso!— dijo ella conmovida y ambos se miraron fijamente a los ojos con dulzura, como si fueran los únicos allí. Yo aclare mi garganta para impedir que la sesión de amor durara más tiempo.

—¿Entonces qué dices?— me pregunto Jin.

—m-me parece bien— dije sin mucho ánimo— pero saben, creo que ahora no es momento de hablar de negocios, esta es una fiesta ¿no? ¿Qué tal si acordamos todo lo demás luego y por ahora solo nos divertimos?

—por mi está bien— dijo la chica.

— bueno, no los interrumpo mas. Felicidades por tu noviazgo Jin: hacen una linda pareja— lo cual era verdad (y eso lo hacía peor)

—Gracias—dijeron los dos al unisonó y entonces yo me marche de allí, sintiéndome como la tonta más grande del mundo.

Camine por la casa buscando al chico guasón desesperadamente pero no lo vi en ninguna parte. Llene mis pulmones con aire, dispuesta a llamarlo, hasta que recordé que no sabía su nombre.

¿Qué se suponía que gritara, "chico guasón"? eso sonaba ridículo y yo ya me sentía lo bastante ridícula como para añadirle un poco mas de ese sentimiento a mi corazón. Divise a los dos chicos vestidos de vaqueros con los que había estado hablando la primera vez que lo vi.

—disculpen —dije acercándome a ellos— ¿Han visto al chico vestido de guasón?

—creo que lo vi irse por la puesta de atrás— me contesto uno de ellos.

—ya veo. Gracias— dije mientras me iba.

Se había ido. Tal vez era mejor así, no estaba muy animada que digamos como para hablar con alguien. Pensándolo bien, ¿Para qué rayos lo estaba buscando? Seguro se reiría de mí en mi cara si le contaba lo que paso, regodeándose de que había tenido razón al decir que no era nadie para Jin. Recordé otras de las cosas que me dijo: "¿Cómo te las arreglas para estar tan sola en una fiesta llena de gente?" pero en ese entonces yo no me había sentido tan sola como ahora, de hecho creo que no me había sentido tan sola en toda mi vida.

La estancia seguía luciendo igual que cuando llegue, excepto por la repisa rota de Jin y porque la mesa del buffet estaba vacía. Pero el resto la decoración seguía igual aunque ya no parecía hermosa para mí. Los invitados, parecían estar haciendo lo mismo que cuando llegue: bailar, conversar, reír y divertirse. Nada cambiaría conmigo en esa fiesta y todos se divertirían igual sin mí. Entonces ¿Para qué quedarse?

Me dirigí hacia la puerta y Salí. El aire frio de la noche erizo mi piel de inmediato, adormeciendo mis sentidos y hasta un poco de mi dolor. Anduve por el camino de piedra que llevaba hasta la acera pero al llegar ahí me detuve. Estaba muy oscuro y mi casa estaba muy lejos ¿Sería capaz de llegar sana y salva?

Mire la hora en mi teléfono: 10:40 pm. Bueno al menos no faltaba mucho para que mi padre viniera por mí. Me senté a esperarlo sobre la acera y cubrí mi rostro con mis manos. No quería que alguien pasara y al verme dijera algo como: "¡miren a esa chica! luce como si estuviera hecha pedazos."

—¿Te vas tan pronto?— me pregunto una voz, sacándome de mi pensamientos lastimeros. Quite las manos lentamente de mi rostro para ver al dueño de aquella voz, aunque yo ya sabía de quien se trataba: era el chico guasón.


¡Hey, Míster Joker!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora