capitulo 8

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Había estado sonriendo cuando me hizo su pregunta, pero su sonrisa se desvaneció dando paso a un gesto preocupado.

—¿Qué tienes?, ¿Te duele algo?

"Si, mi corazón".

—creí que te habías ido.

—pues ya ves que no. Ahora responde a mi pregunta, ¿Qué te pasa?

—¿Qué me pasa?— reí sin humor— pasa que tenias razón, pasa que Jin tiene una novia y ¡Dios!, ella es tan bonita y simpática— mi voz se quebró, anunciando que pronto llegarían las lagrimas— con decirte que hasta me agrado ¡cuando se supone que debería odiarla! Ella quiere que organice el cumpleaños de su madre— me detuve sollozando un poco— ¡es que soy una tonta!, ¿Como pude pensar que alguien como él se fijaría en alguien como yo? Soy una ingenua, una estúpida, UNA TONTA. De hecho creo que si fuera a un concurso de tontas perdería porque las otras tontas serian mas lista que yo.

—en primera, si fuera un concurso de tontas y ellas fueran más listas que tu, las que perderían serian ellas porque lo que están evaluando es la estupidez, no la inteligencia.

—eso es aun peor.

—y en segunda—continuo él como si yo no hubiera hablado—ya basta de insultarte a ti misma, no te hace bien—finalizo sentándose a mi lado.

—¿Y tú porque luces tan preocupado? Jin no me ama y nunca lo hará porque tiene una fabulosa novia a la que adora, lo cual te deja a ti el camino libre. ¿Qué no deberías estar feliz?

—¿Cómo podría estar feliz viéndote sufrir de esa manera?

Y eso fue todo, ya no podía contenerme y recostando mi cabeza en su pecho, empecé a llorar amargamente. El titubeo unos segundos como si no estuviera muy seguro de lo que hacer a continuación. Luego me abrazo y con una de sus manos acariciaba mi cabello, a modo de consuelo y nos quedamos así: yo dando rienda suelta a mi dolor en su pecho y el abrazándome sin decir ni una palabra.

Estuvimos así un rato hasta que me calme un poco.

—¿Mejor?

—sí. Gracias

—no hay de qué.

—oye, ¿A dónde vas cada vez que desapareces?— pregunte, mas porque quería hablar de otra cosa que porque tuviera curiosidad.

—si quieres puedo mostrártelo.

—me gustaría pero mi padre vendrá a buscarme a las once y si no me encuentra aquí sería capaz de matarme.

—son las 10:45— dijo tras consultar su reloj de pulsera— tenemos tiempo. Además es cerca de aquí— él se levanto de la acera.

—¿En serio, donde?

—ven conmigo y míralo por ti misma.

Me ofreció su mano para ayudarme a levantarme y yo la tome. Volvimos por el camino de piedra hacia la casa de Jin.

—ah, no estoy muy segura de querer volver a ese lugar.

—tranquila solo vamos a pasar por aquí. Hay que hacerlo para llegar al lugar que quiero mostrarte. No te preocupes, todo saldrá bien— dijo intensificando el agarre que tenía en mi mano. Yo asentí, sintiéndome más confiada.

Entramos a la sala pero no había señales de Jin o de su novia, lo cual era un alivio para mí. Llegamos a la cocina y luego al jardín trasero. Caminamos hacia una de las paredes de la casa. Esta tenía una vieja escalera hecha de tablas de madera recostada en ella.

¡Hey, Míster Joker!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora